Indonesia 2016 – Etapa 2 – Java Centro (Días 5 y 6)

Estos dos días he podido experimentar de lleno la inmersión total con la gente de Java y sólo puedo decir que me han dejado sin palabras con su hospitalidad y su energía.

La noche antes de marcharme hacia la zona central de Java, Yudhi nos estuvo explicando la filosofía de vida sundanese, de cómo debemos seguir lo que nos dice el “tomtom” interior (como le llamaba él) y no tanto a la dimensión cerebral. Nos explicó que en el modo de pensar de Java Oeste, si vas a hacer algo y tu tomtom te indica sentimientos negativos, entonces toda consecuencia que salga de ese acto será negativa. Hay que seguir y actuar motivado siempre por los sentimientos positivos que son los que originarán cosas positivas. Una buena filosofía. De ahí viene la sonrisa permanente de esta gente.

Mi estancia en Cianjur me costó  1.500.000 IDR (poco más de 100€). Para Indonesia es caro en realidad, pero teniendo en cuenta que ahí va incluido 3 noches a pensión completa, 3 excursiones guiadas y el transporte de Jakarta al pueblo, tampoco es un drama.

Al final no era yo el único que tenía que irse de Cianjur ese día. Los holandeses y las dos chicas suizas también tenían que ir a Bandung, así que nos pusimos de acuerdo para coger el mismo autobús temprano por la mañana, ya que el 5 de julio era el día anterior a la gran fiesta final del Ramadán y había peligro de colapso extremo de las carreteras. Yudhi nos comentó que normalmente el trayecto son unas dos horas, pero que un día como ese podían ser hasta cinco! Y yo tenía el tren reservado a última hora de la tarde para ir a Yogyakarta, así que no podía arriesgarme a perderlo.

A las 09.30 nos montamos los cinco en una minifurgoneta para ir a coger el autobús. Yudhi nos acompañó en la moto por ser un día tan movido. Llegamos justos de tiempo por lo que nos bajamos en una glorieta y, corriendo, llegamos a coger el bus que conseguimos negociar por 30.000 IDR cada uno ( unos 2€). El trayecto fue lo mejor de ese día.

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Viajando en autobús local de Cianjur a Bandung

Estábamos rodeados de gente local y fuimos atravesando todos los mercados que estaban vendiendo sin parar comida para la gran celebración. Por el camino, se iba subiendo gente para amenizar el viaje con canciones tradicionales como podéis ver en este corto vídeo:

¡Fue un viaje genial! Y además llegamos a la hora prevista y todo, con lo que me quedaba la tarde para explorar un poco Bandung.

Lo primero que hice fue imprimir el billete en la estación. Un chico y una chica que trabajan de asistentes fueron súper amables y me ayudaron a sacarlo de una máquina que estaba solo en Indonesio. Las chicas suizas se fueron a su hotel y los holandeses y yo a comer. Esta vez necesitaba algo de proteína así que tomé Mie Ayam Kuah (noodles al huevo con pollo, champiñones y cebolla), un zumo de frutas tropicales y verduras recién hecho y, de postre, fruta de la región fresca (melón, sandía, piña y papaya). Maravilloso. Y todo por 80.000 IDR (6 €).

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Delicioso Mie Ayam Kuah

Después cogimos un taxi para ir a la zona comercial (45.000 rupias – 3€, entre los tres) que es casi lo único que se puede hacer en esta macrourbe de 2.5 millones de habitantes. Al final, ya cansados de recorrer tiendas sin ningún encanto especial, volvimos en otro taxi, yo me quedé en la estación de tren y me despedí ya definitivamente de mis amigos holandeses que se marcharon a su hotel. Compré algo para comer en un Indomarte (me esperaba un viaje de 8 horas en tren) y pasé al andén a matar el tiempo y escribir.

Mientras esperaba aparecieron los dos ayudantes que me habían echado un cable con el billete. ¡Se acordaban de mi nombre! “Mario! Mario!”, empezaron a decir. Y avisaron a sus otros amigos ayudantes que vinieron a que nos hiciésemos una foto.

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Socialización máxima en la estación de tren de Bandung

Después me preguntaron si estaba ocupado porque querían quedarse un rato hablando conmigo. ¡Esta gente es maravillosa! Llevan la humildad tatuada en la frente. Tras media hora, ya iba a salir el tren y me acompañaron hasta el mismísimo asiento. Desde luego, cosas así no ocurren en cualquier lado. Aunque Indonesia es como un gran jardín, muy bonito, gran parte del encanto de viajar por aquí es el contacto con la gente, dispuesta a abrir la puerta de sus casas y dejarte entrar sin preguntar.

El tren Indonesio, por cierto, tenía un enchufe para cada pasajero… ¡ya podía ir aprendiendo Renfe del sudeste asiático!

Llegué a Yogyakarta según lo previsto a las 03.30 de la madrugada, y allí estaba mi couchsurfer Rizki esperándome con la moto. Si en Cianjur había vivido la amabilidad extrema lo de hoy ya casi no sé ni cómo describirlo. Al levantarnos cogimos la moto y fuimos a Karangmojo, el pueblo de Rizki.

Hoy es el día final del Ramadán y lo viven como una celebración familiar en la que todos se juntan en el pueblo. Nada más llegar, todo el mundo se volcó en mí, y no pararon de sacar comida de la zona (lo mejor, un revuelto de verduras con salsa de cacahuete picante, todo casero, incluso los cacahuetes) y una bebida hecha con leche de coco, azúcar moreno y copos de arroz.

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El pueblo sale a recibir a un compatriota de «Lorenso» y «Márques»

Algunas de sus tías y primos sabían algo de inglés, así que pude hablar mucho con ellos. Me llevaron a conocer a las abuelas de noventa y pico años y, aunque no podían comunicarse conmigo, estaban también encantadas de recibir a un completo desconocido y extranjero en su casa como si un amigo de toda la vida se tratase.

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La familia de Rizki casi al completo. ¡Mantap!

Desde luego, las sensaciones vividas en ese pueblo serán difíciles de olvidar. Antes de marcharnos me pidieron por favor que volviese y trajese a mi familia y amigos, que tenían sitio para todos. ¡Muchas gracias por esta formidable acogida Rizki y familia!

Ya en Yogyakarta fuimos a cenar con un grupo de amigos a un sitio de comida local. Aparentemente, yo pedí el plato más típico del país: Nasi Tumpeng (arroz de coco amarillo con pollo frito marinado, verduras, tortilla y habas con soja). Una gran cena para terminar un gran día.

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Nasi Tumpeng: el plato nacional

Además tuve una exitosa reconciliación con la moto. Después de quince años sin subirme a una, hoy pude conducir con éxito por la ciudad (y eso que es un caos total y se conduce por la izquierda!)

Mañana se nos unirán varias personas para hacer un road trip en toda regla: montes y templos. Seremos siete: dos chicas belgas  que también se quedarán en casa de Rizki, un holandés, un japonés, una china, Rizki y yo. Llevaremos 4 motos para los siete. ¡Qué ganas!

12 comentarios en “Indonesia 2016 – Etapa 2 – Java Centro (Días 5 y 6)

  1. ¡¡¡¡Que bien¡¡¡¡ me gusta la familia Rizki…..me hace gracia pensaba que ibas a sentirte solo y veo que no paras de conocoer gente….sigue disfrutando que De Guindos sigue haciendo de las suyas jjaja…hoy fui a las Sinas, papa se quedo. Estaban todos bien. Besos

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  2. Mario…que bien trasmites el calor humano de esta población. Que bien acompañado se te ve…y eso es todo un regalo.Una delicia leerte…mi próximo viaje a Indonesia….besicos
    Rakel…la señorita de plástica… Jeje

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  3. Qué bien Mario! Pedazo viaje y experiencia, esperando ansiosa la siguiente entrada, es un placer leerte. Sigue disfrutando tanto, te espero en el Caribe Gallego!

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  4. Me está encantando viajar contigo por Indonesia Mario!! ¡Qué maravilla de gente! No hace falta que te diga que disfrutes al máximo de la experiencia. Deseando leer la siguiente entrada!! Besicos

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  5. Bueno Mario, veo que lo estás pasando bomba, muchas gracias por la referencia grastronómica. Desconocía que tuvieras habilidades con la moto, eres un crack.

    Seguiré el viaje, disfruta muchísimo!!!!!

    Bsos

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  6. Jo Mario yo me apunto con esa familia maravillosa, yo ya sabes que como todo si no se mueve por el plato. Que experiencia tan bonita, los paisajes y monumentos son bonitos pero las personas mas.

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