Un país donde las montañas son casi un asunto de estado y un orgullo nacional. La cultura eslovena se mezcla con sus formidables paisajes, su agradable gente y su innumerable oferta de planes y actividades. Un gran paraíso que engaña por su pequeño tamaño.
Desde las alturas hasta lo subterráneo. La naturaleza de Eslovenia no da tregua en su espectacularidad.
La riqueza de Eslovenia es muy vasta y va más allá de las montañas: pueblos, arquitectura, gastronomía… Se necesitaría una vida entera para poder empaparse de todo.
Un desnivel considerable para dos días (más de 3000 metros de subida) me llevaron a coronar el emblemático Triglav, que es el monte más alto de Eslovenia. Un recorrido perfecto por lagos, valles, picos rocosos y naturaleza salvaje.
Cuatro gloriosos días recorriendo el corazón de los Alpes Julianos en el Parque Nacional del Triglav. Una experiencia plena que me acompañará toda la vida. Sigue leyendo
En los alrededores del pueblo Kamnik hay joyas naturales que mucha gente pasa por alto y que pueden ser una buena alternativa montañera a las exigentes rutas de los Alpes Julianos. Velika Planina y Logarska Dolina son dos sitios que invitan a quedarse hasta el fin de los tiempos.
Tan maravilloso es este valle que mereció dos visitas dentro de mi viaje a Eslovenia. El Valle Soca es una forma muy sencilla de acercarse a los encantos naturales del país y de disfrutar de todo tipo de actividades de aventura. Un auténtico festín para los amantes de la montaña y la naturaleza en general.
Ljubljana se lleva (bastante merecidamente) la fama, pero en Eslovenia hay muchos más pueblos o ciudades con encanto que vale la pena visitar. A mí los que más me gustaron fueron Maribor, Piran, Ptuj y Stanjel. Todos diferentes pero todos interesantes.
Quien me conoce sabe que entrar en contacto y mezclarme con la gente local de los países que visito suele ser de las mejores experiencias. En Eslovenia el solo hecho de visitar a Manca ya garantizaba una experiencia 10, pero el fin de semana que pasamos con su hermana Lucka y su amigo Tomaz en Goriska Brda y el día que visitamos a su tío Marco en Dolenjska completaron un viaje que ya era perfecto.
Con Límite Infinito 