Preparación, Información Previa, Equipaje e Itinerario Inicial para la segunda parada (la más larga) de mi viaje por el Sudeste Asiático. Myanmar (aka Birmania) es, junto con Laos, el país al que más ganas le tengo por tener la incidencia de turismo más baja de toda la zona. ¡Es hora de descubrir los misterios de este enigmático país!
Información Básica del Viaje
- Duración: entre 23 y 28 días (27 de octubre – 20 de noviembre de 2019)
- País: Myanmar
- Zonas Que Seguro Que Visitaré: Mandalay, Lago Inle, Bagan y Yangon.
- Otras Zonas Que Tengo en Mente (y decidiré sobre la marcha): Lago Indawgyi, Hsipaw, Maruk U, Hpa-An, Myeik…
La Idea de este Viaje
Cuando empecé a planificar la idea del viaje me planteé hacer Vietnam, Laos y Camboya, pero cuando vi la población de Vietnam (¡casi 100 millones!) y pensé en todos los millones de turistas que van, me planteé rápidamente pensar en un destino algo menos concurrido…
Y así llegó la idea de ir a Myanmar, un país del que poco (casi nada) sabía salvo por comentarios de mi amiga Cristina que había ido a finales de los 90 y por algún que otro itinerario que había visto por encima en alguno de los blogs que suelo seguir.
No me hizo falta mucho tiempo para decidirme… ¡Qué mejor que pasar varias semanas en el país del Sudeste Asiático menos trotado por el público occidental! Claro que al introducir Myanmar en el itinerario parecía natural tener que pasar por Tailandia para conectar los otros tres países que le rodean, pero tampoco fue una idea que me traumatizase demasiado (eso sí, de los cuatro países iba a ser al que menos tiempo le iba a dedicar).
Con el billete a Bangkok comprado para un viaje de más de 80 días, me pareció (teniendo en cuenta las navidades y la configuración de pasos fronterizos entre los distintos países) que la mejor idea era volar directamente de Bangkok a Mandalay (después de pasar unos días en la capital Tailandesa) y, desde ahí, empezar un recorrido de norte a sur de Myanmar que acabaría devolviéndome al Norte de Tailandia.
La suerte estaba echada. Myanmar se abría ante mí como una incógnita por descubrir y disfrutar: muchos reinos antiguos, muchos estados diferentes y… sí, algún que otro conflicto bélico y civil no resuelto.
Esta aventura la empiezo solo pero seguro que acabo compartiendo grandes momentos con otros viajeros y gente local que iré conociendo por el amino.
¿Te apetece adentrarte en lo desconocido?
Un Poco de Historia de Myanmar
Si la historia de Tailandia me pareció ya bastante enrevesada, la de Myanmar desde luego no se queda corta. Es un país que está viviendo una época de grandes cambios (bueno, o al menos lo intentan), con un futuro inmediato liderado aún por varias incógnitas políticas, sociales y militares, y con un índice de desarrollo bastante bajo.
Ahora es el momento de conocer la Myanmar tradicional y clásica antes de que el turismo en masa aterrice en ella y arrase con todo.
De la Prehistoria a los Pyu y los Mon
En el año 1500 a.C. había ya asentamientos bien organizados a lo largo de los ríos Ayeyarwady y Chindwin que empezaban a dominar el uso del bronce y el cultivo del arroz (además, fueron de los primeros del mundo en… ¡domesticar gallinas!).
Sin embargo, hay que avanzar hasta el siglo II d.C. para poder hablar de los primeros registros históricos de Myanmar con a llegada de los Pyu, provenientes de la parte sur de la provincia china de Yunnan.
Ellos establecieron varias ciudades-estado a lo largo del Ayeyarwady que duraron casi 1000 años, estableciendo así los pilares del futuro imperio de Bagan y, por extensión, los pilares culturales y religiosos del resto de lo que hoy es Myanmar (en el siglo IV los Pyu practicaban ya una especie de Budismo Ari y construyeron también las primeras estupas del país).
A la vez que los Pyu se desarrollaban en la parte norte, los Mon, provenientes del Reino de Dvaravati (más o menos lo que hoy es Tailandia), aparecieron por el sur a partir del siglo VI d.C., estableciendo también pequeñas ciudades-estado.
Ellos fueron de los primeros en convertirse y seguir fielmente el Budismo Theravada.
El Gran Imperio de Bagan
La hegemonía de los Pyu empezó a tambalearse con la llegada de los Bamar (que acabarían convirtiéndose en el grupo étnico dominante en el país) en el siglo IX.
Al igual que los Pyu, llegaron de Yunnan (en concreto del Reinado de Nanzhao) e invadieron y saquearon las ciudades más importantes de sus antiguos colegas de provincia China, asentándose de manera más formal y definitiva en la ciudad amurallada de Bagan en el año 849.
A partir de la conquista, empezaron a extender su autoridad y hegemonía por el resto de territorios, llegando a cubrir todo el área entre Mandalay, Meiktila y Magwe en 1044.
Y es en ese momento, con el Rey Anawrahta, cuando empieza el Imperio de Bagan con la unificación de la mayoría de territorios de la Myanmar actual en un único estado, estableciendo definitivamente la supremacía de los Bamar sobre las demás etnias y también sobre la cultura (la arquitectura de Bagan trascendió a los modelos Pyu y Mon y el lenguaje Biermano se convirtió en el principal vehículo de comunicación).
Fue este rey también el que, con su conversión al Budismo Theravada, acuñó la que es aún hoy la religión ultra-dominante del país.
Bagan se convirtió así en un imperio de tal envergadura que solo rivalizaba con el Imperio Khmer de Angkor. Sin embargo, el fin estaba cerca… ¡E iba a ser rápido y fulminante!
Lo que ocurrió fue que el Imperio seguía creciendo pero las ganancias no, fundamentalmente debido al afán de construir templos sin parar y mantener al clero. Así, cuando las fuerzas de Kublai Khan de Mongolia (que apretaban por el norte) encontraron la negativa del rey Narathihapate al tributo que exigían, iniciaron un ataque desde el norte que dio el empujón a que muchos de los estados tributarios de Bagan (como Arakan y restos de los Mon), se rebelasen y dijeran «chao chao».
Y así, casi de la noche a la mañana, la que había sido una ciudad importantísima con 200.000 habitantes, núcleo de un gran imperio, quedó reducida a un poblado de segunda categoría que nunca volvería a recuperar ni un atisbo de la influencia que había llegado a tener.
Los Pequeños Reinos Post-Bagánicos
El colapso de Bagan dejó un vacío de poder que fue ocupado, fundamentalmente, por cuatro fuerzas dominantes:
- Reino de Ava: de las cenizas de la parte norte del Imperio de Bagan surgió este reino, centrado en Ava (actualmente Inwa, cerca de Mandalay) que dominó el norte durante casi dos siglos. Su afán por recuperar lo que en su momento había sido Bagan les llevó a infructuosas guerras con los Mon, dejándolos tan debilitados que las puertas a ser conquistados habían quedado abiertas.
- Estados Shan: los Shan (una vez más, oriundos de Yunnan) se establecieron en el noreste de Myanmar en el siglo X y ganaron poder con la caída de Bagan.
- Hanthawaddy: herederos de los Mon, esta confederación de tres estados semi-independientes vivió su época dorada tras la caída del Reino de Ava y gracias al comercio con India.
- Arakan: apartados de todos los demás en su esquina oeste, entre Bagan y el Sultanato de Bengala (hoy parte de Bangladés), sobrevivieron a diversos ataques de los Ava y establecieron su capital en Mrauk U. Su estrecha relación con el sultanato facilitó la llegada de muchos musulmanes de la India (probablemente los antepasados de los malogrados Rohingya).
El Imperio de Taungoo y el Auge de Mrauk U
Nadie se lo esperaba, pero en 1510 el pequeño estado de Taungoo, al sur de Ava, se rebeló con éxito aprovechando la debilidad de este último, dando paso así a la Primera Dinastía de Taungoo que rápidamente expandió su territorio.
En 30 años habían llegado ya a Bagan, pero no consiguieron entrar en Arakan. Sí que conquistaron por completo el Reino de Ava y los Estados Shan, llegando incluso a Lan Xang en Laos y formando así el reino más grande y poderoso del Sudeste Asiático en ese momento.
Sin embargo, a finales de ese siglo y tras la muerte del legendario Rey Bayinnaung, todos los territorios de Taungoo se rebelaron, iniciando lo que parecía el fin del gran (pero breve) imperio.
Pero no… En 1599 el imperio revivió con el impulso de Nyaungyan, que en tiempo récord recuperó el control de gran parte del norte y de los Estados Shan. A esta proeza le siguió un siglo de estabilidad hasta que en 1751 los nunca-desaparecidos-del-todo Mon invadieron el norte de Myanmar con ayuda de mercenarios holandeses, portugueses y armas francesas (Europa ya, como no, metiéndose en el medio de todo).
En otra zona del país, a la vez que surgía el Reino de Taungoo, el gran Rey Minbin se hizo con el poder en Mrauk U, consiguiendo conquistar una buena parte de lo que hoy es Bangladesh en 1531 y construyendo la memorable Shittaung Paya para conmemorar la conquista.
Una breve época de construcción de grades templos y prosperidad para Mrauk U había comenzado.
La Dinastía Konbaung
El tercer gran imperio de Myanmar surgió en Shwebo, al norte de Mandalay, cuando la unión de 46 pueblos recogieron los restos de los machacados territorios del aplastado Reino de Taungoo.
Fueron creciendo y expandiéndose a la velocidad del rayo, sentando el fin definitivo de los Mon en el sur, conquistando los Reinos de Luang Prabang y Vientiane en Laos y también la capital de la Tailandia de entonces, que no aguantó el sitio de 14 meses.
De esta época destaca el Rey Bodawpaya, que movió la capital a Amarapura (a pocos kilómetros de Mandalay), encargó la colosal, lunática e inacabada estupa de Mingun y consiguió conquistar la gran ciudad de Mrauk U en 1784.
Varios siglos de hegemonía y poder de Arakan terminaban para siempre, pero de lo que Bodawpaya no era consciente era que llegando tan al oeste había llevado a Konbaung a entrar en contacto con los británicos por primera vez…
¡Llegan los British!
La conquista de Assam, tras la captura de Mrauk U, hizo que Konbaung entrase en frontera directa con la India británica del momento. Los British, en su afán por tener más y más, catapultaron el origen de la Primera Guerra Anglo-Birmana en 1824.
Un año después y con Mrauk U bajo mandato británico, se firmó un acuerdo en el que Konbaung tenía que ceder todo Arakan, Manipur y Assam al Reino Unido y pagar una «indemnización» (esto suena a precursor el Muro de Trump) de 1 millón de libras.
Tres décadas después, la Segunda Guerra Anglo-Birmana (una especie de excusa de los británicos para seguir machacando) concluyó con una Proclamación de Anexión de la mitad sur del país, dejando a Konbaung en la humillación total.
La única parte positiva de este conflicto fue la necesidad que vio el rey de por entonces, Mindon, de modernizar lo que quedaba de su país. Para ello fundó una nueva capital en Mandalay, envió gente a Europa y USA para aprender los nuevos desarrollos tecnológicos y consiguió incluso iniciar el comercio con Reino Unido.
Pero su hijo y sucesor, Thibaw, no supo llevar bien la situación y los británicos vieron la oportunidad de exigir nuevas concesiones en 1885 (en concreto, la soberanía sobre todo el territorio de Myanmar).
La brevísima Tercera Guerra Anglo-Birmana estaba servida y acabó con Thibaw exiliado en India y el Reino Unido tomando el control total.
El Colonialismo va a Llegaaarrr…
Nombre: Burma. Capital: Rangoon (Yangon). Este era el nuevo juguetito que los británicos iban a regentar como una provincia más de India.
Las compañías inglesas se hicieron con el control de la economía, los colegios y misiones cristianas hicieron su aparición y cualquier atisbo de rebelión contra Reino Unido quedaba suprimido de raíz.
Todo este «cambio» impulsó el nacimiento de los primeros movimientos nacionalistas con la llegada del siglo XX. Muchos de estos anti-colonialistas eran jóvenes educados en Europa que exigían un cambio a través de una reforma constitucional y no a través de las armas.
Especial importancia tuvo el movimiento Thakin: grupo nacionalista formado por estudiantes de Yangon y que fue fundamental en la organización de la huelga de 1936 para protestar por la expulsión de la universidad de Aung San y su colega U Nu (que acabarían siendo fundamentales en la historia del país).
Todos estos movimientos tuvieron un parón masivo al estallar la Segunda Guerra Mndial. Burma se convirtió en en un centro de batalla entre China y Japón. Aung San, que estaba comprometido con la lucha anti-colonial, tuvo que abandonar el país en 1940 y acabó instalado en Japón.
Curiosamente, un año después, las fuerzas japonesas se hicieron con el control de buena parte de Burma y Tailandia también recogió su trozo de país abalados por Japón.
La vida bajo el mandato japonés no era para nada mejor que con los británicos, así que, viendo la situación, Aung San y el Ejército Nacional Birmano (del cual era comandante) se pusieron al servicio del Reino Unido.
Con el final de la guerra, el ejército liderado por Aung San consiguió recuperar el país y avivar el camino hacia la total independencia.
La Independencia y la Era Militar
Tras la guerra la Organización Anti-Fascista de Aung San tomó las riendas del camino hacia la independencia. En 1947 convenció a los líderes de los estados de Shan, Kachin y Chin a formar parte de una Birmania unificada, pero desgraciadamente pocos meses después Aung San fue asesinado.
La muerte de Aung San desvaneció esa especie de acuerdo de unión entre varios de los estados de Birmania, dando origen a muchos de los conflictos (bélicos, la mayoría de ellos) que aún persisten en la actual Myanmar.
U Nu, el líder socialista y colega de Aung San, acabó de formalizar la codiciada independencia en 1948, convirtiéndose automáticamente en el primer Primer Ministro de la nueva Birmania post-colonial y ganando varias elecciones seguidas como cabeza de la nueva Liga Popular Anti-Fascista por La Libertad.
Sin embargo las agitaciones separatistas del Estado de Shan llevaron a los militares, liderados por el General Ne Win, a dar un golpe de estado e implantar un gobierno militar que duraría hasta el año 2015.
Todos los partidos políticos (menos el militar, claro está) fueron prohibidos, cientos de activistas arrestados y los movimientos independentistas de regiones como Kachin o Shan avivados. La economía empeoró, los visados se volvieron mucho más complicados y barbaridades como la expulsión de 250.000 musulmanes Rohingya en 1978 estaban a la orden del día.
Hacia el Siglo XXI
El descontento general con los militares provocó un sinfín de revueltas. La 8888 (8 de agosto de 1988) fue de las más famosas y siniestras, acabando con la muerte de varios estudiantes. Unos días después, Aung San Suu Kyi, hija del querido Aung San, dio su famoso discurso en Yangon, convirtiéndose en un símbolo de la nación en la lucha por la democracia (aunque en la actualidad, décadas después, se haya convertido en lo contrario, un auténtico fiasco y estafa).
En septiembre los militares impusieron la ley marcial y aumentaron la brutalidad, disparando arbitrariamente a cualquier persona que osase protestar y, poco después, cambiaron el nombre oficial del país de Burma a Myanmar.
Aung San Suu Kyi respondió a todo esto fundando la Liga Nacional por la Democracia, pero lo único que consiguió fue un largo arresto domiciliario.
En 1992 entró en escena Than Shwe, otro militar loco y maníaco que llegó a tomar decisiones importantes basadas en la astrología, elevando aún más el gasto en el ejército y dejando la sanidad y la educación en uno de los niveles más bajos del mundo. Una de sus mayores locuras fue la creación de la capital fantasma más famosa del mundo: Naypyitaw, construida en 2005 de la nada.
Myanmar Hoy
Tras muchas barbaridades, brutalidad y protestas, las sanciones internacionales y restricciones al comercio debilitaron tanto el régimen que se convocaron unas nuevas elecciones generales para el año 2010.
Todo pintaba bien, pero entonces el Ciclón Nargis (mayo de 2008) dejó 130.000 muertos y más de un millón de personas sin casa y sin agua. La obcecación de los militares llegó a bloquear las ayudas internacionales, conduciendo a la muerte a miles de personas que habían sobrevivido a causa de la hambruna, deshidratación y enfermedades. Un desastre.
Con Aung San Suu Kyi aún en arresto domiciliario y su partido intimidado para no participar, las elecciones de 2010 las ganó el Partido por la Unión Solidaria y el Desarrollo (Ejército 2.0). Aún así, en los siguientes años, el país empezó por fin a prosperar económicamente y a mejorar (un poquito) socialmente.
Las primeras elecciones casi plenamente democráticas en seis décadas no llegaron hasta 2015, con Aung San Suu Kyi ya en libertad y su partido arrasando con el 80% de los escaños disponibles (de los no reservados para el Ejército, que sigue siendo como un partido político impuesto).
Aún así, a pesar de que la economía sigue mejorando y los derechos son cada vez más amplios, el país sigue teniendo unos agujeros negros de los que parece no librarse: la crisis con los Rohingya, la escasa libertad de prensa o las guerras civiles en los estados de Rakhine, Kachin y Shan (de esto hablaré en otra entrada).
Veremos qué les deparará a los birmanos modernos las próximas elecciones de 2020…
Cosas Importantes Que Preparar Antes De Ir
El seguro: al salir de Europa es importante tener una buena cobertura sanitaria que, al menos, cubra 30.000€ de gastos (aunque ahora yo ya cojo un seguro de 100.000 por lo menos) y la repatriación en caso de enfermedad grave. A mi parecer también es vital tener claro que, en caso de tener que usarlo, no habrá que adelantar dinero, sino que se harán cargo de todo los del seguro directamente (esto me parece bastante importante ya que no todos los seguros médicos que se ofertan por ahí funciona así).
Vacunas y enfermedades: Las condiciones sanitarias en Myanmar son bastante… abismales. En Yangon y Myanmar se puede encontrar un servicio médico «pasable», pero para cualquier cosa que pueda acabar siendo grave, se recomienda contactar con el seguro o la embajada para ser trasladado a Europa (o en su defecto Tailandia o Singapur). Se recomienda encarecidamente tener al día las vacunas habituales del calendario de vacunación de España: Tétanos, Difteria, Polio, Hepatitis B… Tampoco está de más vacunarse de Fiebres Tifoideas y Hepatitis A (pero eso es mejor consultarlo en cualquiera de los Centros de Vacunación Internacional).
La malaria, como es habitual en la zona, está presente en casi todo el país (salvo probablemente Yangón, Mandalay y zonas elevadas por encima de los 1000 metros de altitud). Hay que evitar en la medida de lo posible las picaduras de los mosquitos (que también pueden transmitir Dengue u otras enfermedades). Para ello, lo mejor es llevar ropa larga tanto al amanecer como el atardecer, echarse repelente en las zonas expuestas y dormir en habitaciones con Aire Acondicionado o Mosquitera. Lo de tomar o no la medicación antipalúdica ya depende de cada uno…
Yo en este caso me llevo el Malarone por si me llego a encontrar mal en un sitio aislado, pero no voy a tomarlo como prevención (son demasiados días de viaje y no siempre el riesgo va a ser elevado).
Hay que beber agua embotellada o purificada (ya sea mediante tabletas que llevemos nosotros mismo o la que se ofrece de forma gratuita en muchos hostales y albergues).
Registro de Viajeros: es una herramienta que permite la localización de los que viajamos en el caso de alguna emergencia grave. La inscripción se realiza por Internet y es completamente gratuita. Como complemento a esto siempre está bien tener a mano la dirección y teléfono de la embajada española más cercana al itinerario de nuestro viaje. En este caso, la embajada depende de la de Tailandia, pero hay un contacto oficial en Yangon:
Visado: en su momento viajar a Myanmar era un rollo en gran parte por las complicaciones para obtener el visado. Hoy en día se puede obtener una e-visa en la web evisa.moip.gov.mm (previo pago de 50$) que se emite en 1 o 2 días, es válida para entrar al país en los 90 días siguientes a su emisión y permite una estancia de 4 semanas.
El Equipaje
El clima de los cuatro países por los que voy a pasar y en la época concreta en la que voy es parecido: bastante calor (pero sin llegar a los máximos más habituales de marzo, abril y mayo), poca lluvia o incuso nada (la época de lluvias suele terminar a finales de octubre) y prácticamente ausencia total de frío.
Por lo tanto hay cosas que suelo llevar a los viajes que claramente no me van a hacer falta (polar, cortavientos, gorro, etc) y no voy a cometer el error de otras veces que viajé a países con clima tropical en lo que respecta a las camisetas: cambio totalmente el algodón por camisetas sintéticas de buena calidad. ¡Estoy harto de sudar, que se empapen, y que después no sequen nunca por culpa de la humedad!
Me llevo todo en una única mochila Deuter de 42 litros y otra de 15 litros algo más ligera que es la que llevaré conmigo en los vuelos con las cosas importantes y la que utilizaré a diario para moverme libremente y sin peso con lo esencial (documentación, gorra, cámara, agua, guía…). Llevo también una mochila ultra-light de 20 litros que se comprime y cabe en un saquito de 7 cm x 7 cm (y pesa 200 gramos) para usos múltiples.
Con todo, llevaré para el día a día normal…
- Sandalias de trekking/caminar (sirven para ciudad y pequeñas rutas de montaña)
- 2 pantalones de trekking de verano de 2 piezas
- 3 camisetas de manga corta de sintéticas
- 1 camiseta de manga larga sintética
- 1 camiseta de manga larga de algodón
- 1 pantalón de chándal (que vale como pijama)
- Ropa interior (3 calzoncillos, 2 pares de calcetines cortos y 1 largos)
- 1 bañador
- Chanclas
…y, pensando en alguna noche algo más fresca y caminataalgo más intensas…
- Botas de trekking ligeras de caña alta (yo soy de tobillo bailador)
- 1 par de calcetines de trekking de verano
- 1 camiseta interior térmica de manga larga
- 1 chaqueta
- 1 chubasquero
- 1 par de guantes finos
- 1 buff
- Gorra
- Gafas de sol
…y también otras cosas importantes (algunas más que otras)…
- Minibotiquín básico primeros auxilios con medicamentos y crema solar
- Neceser básico (cepillo de dientes y crema, pastilla de jabón…)
- Toalla de secado rápido
- Saco-sábana para dormir
- Mosquitera y repelente para mosquitos (ultrafuerte)
- Cámara de fotos Reflex con trípode portátil y Cámara Compacta
- Tablet con mini-teclado plegable, Reproductor MP3 y auriculares
- Guías de Tailandia, Myanmar y Laos (la de Camboya la traerá mi amiga Isa)
… y ya por último, mi colección de «aparatejos» que facilitan el camino:
- Almohada de cuello hinchable en forma de media luna
- Adaptador de enchufe
- Cargador con tres clavijas USB (¡así solo llevo uno!)
- Cuerda de tender ropa de viaje (funciona sin pinzas)
- Batería externa
- Linterna Frontal
- 3 en 1 cuchara-tenedor-cuchillo
- Candado
- Cantimplora
- Navaja Opinel (sirve para todo)
- Kit básico de costura para emergencias (¡cortesía de Elena y Maite!)
Otra Información Importante
Moneda: La moneda oficial de Myanamr es el Kyat que tiene uno de esos cambios locos que tanto me sorprenden… Unos días antes de empezar el viaje, el cambio era aproximadamente 1 € = 1650 KYAT o, lo que es lo mismo, 10.000 KYAT = 6 €, por lo que las conversiones van a ser sencillas y graciosas (otra vez a pagar en cantidades «astronómicas»).
Desde hace varios años ya se puede sacar dinero en los cajeros con tarjetas extranjeras y pagar en algunos establecimientos con la Visa o Mastercard.
Electricidad: La corriente es de 230V y 50Hz y los enchufes más corrientes (aunque al parecer uno se puede encontrar cualquier cosa) son son los americanos (tipo A), los españoles (tipo C) pero también los D (3 pines redondos), G (el british de toda la vida) o el I (la cara de Scary Movie). Es decir, ¡viva la diversidad!
Idioma: Si por algo se caracteriza Myanmar es por su variedad de etnias y de idiomas. A lo largo del país se hablan más de 100 idiomas diferentes, pero el más común y utilizado (por casi dos tercios de la población) es el Birmano. El alfabeto es realmente bonito y gracioso, con letras totalmente redondeadas que en ocasiones parecen simbolitos de los que utilizan los oculistas. ¡Me fascinan los alfabetos de esta zona del mundo!
Clima: Como no podía ser de otra manera, el clima de Myanmar es tropical y se caracteriza por la estación lluviosa (fundamentalmente de mayo a octubre) y la seca (de noviembre a abril). La regla general es que hace calor (bastante) siempre, y solo en algunas zonas las noches pueden ser algo más frescas. Marzo y abril son los meses más abrasadores, llegando en algunas zonas a los 40 grados casi a diario.
Zona horaria: La hora oficial es UTC +6:30 siempre; es decir, 4:30 o 5:30 horas más que en la Península Ibérica en función de si estamos con el horario de verano o el horario de invierno.
Población: 55.000.000 personas en 675.000 km cuadrados (unos 8 millones más que España en un 20% más de superficie).
Religión: Domina el Budismo Theravada por todas partes con casi un 90% de seguidores con un nivel de fe muchas veces estratosférico. En mucho menor número están los Cristianos (6%), o los Musulmanes (4%).
El Itinerario Inicial
Por logística, he decidido empezar el recorrido al revés de lo que suelen hacer la mayoría de los turistas: empezaré por Mandalay (y no por Yangón), e iré bajando poco a poco hasta llegar a Mywaddy (el puesto fronterizo con Tailandia más cercano a Chiang Mai).
Para llegar a Mandalay compré un billete de avión directo desde Bangkok con Air Asia por 40€ (ya volé otras veces con esa compañía con buen resultado y muy buena sensación).
La idea inicial que tengo pensada es la siguiente:
- Pasar 3 días en Mandalay y sus alrededores: Amarapura, Sagaing….
- Dedicar 6 o 7 días días al Lago Inle y a hacer un trekking (ya sea en la zona del lago u otro enclave del Estado de Shan).
- Deambular 3 días por los innumerables templos y pagodas de Bagan.
- Y pasar los últimos días (3 o 4) en la zona de Kyaiktiyo y Hpa-An, tanto porque parecen interesantes y diferentes como porque me quedan muy cerca de la frontera con Tailandia.
Esta idea inicial suma un total de unos 19 o 20 días teniendo en cuenta el tiempo que tendré que invertir en desplazamientos.
Pero el visado cubre 28 días en total, y tengo otras ideas poco transitadas por los turistas que espero poder encajar (supongo que no todas, pero al menos alguna) en este recorrido por el país.
Viajar en tren por el Estado de Shan, sentirme como un alienígena total en el norte del Estado de Kachin, descubrir los remotos y surrealistas templos de Mrauk U o navegar por el desconocido archipiélago de Myeik, son algunas de las ideas que iré investigando a medida que comparta experiencias con compañeros de viaje o gente local.
Y la verdad es que todo, absolutamente todo, me tiene una pinta alucinante.