Preparación, Información Previa y Equipaje para uno de esos viajes que nunca se me habían pasado por la cabeza pero que, después de investigar un poco, me ha puesto las expectativas muy altas: El Líbano, uno de los muchos corazones de Oriente Medio.
Información Básica del Viaje
- Duración: 4 días (22 al 27 de diciembre de 2018)
- País: Líbano
- Zonas que Visitaremos: Beirut, Baalbek, Byblos
La Idea de Este Viaje
La verdad es que Líbano era un destino al que nunca me había planteado ir. Por un lado, sigue estando demonizado en la mente de mucha gente (entre los que me incluía) por los conflictos aún recientes, su situación (haciendo frontera con Siria e Israel) y por Hezbollah.
Pero cuando mi amiga Cristina me propuso hacer una escapada de navidades a la zona de Oriente Medio no lo dudé demasiado: ¡Por supuesto! Me pareció una idea interesantísima para conocer una porción de superficie de la Tierra que, aunque minúscula, siempre ha dado y da tanto de qué hablar. Los dos habíamos viajado mucho pero nunca juntos y, como enamorados de los choques culturales que somos, sabíamos que iba a ser un viaje inolvidable.
De hecho, es difícil entender el mundo de hoy sin entender lo que representa Oriente Medio, su presente y su pasado. Desgraciadamente, es tan sumamente difícil empaparse de todos los hechos acontecidos en esa región, de todas las culturas, imperios y gobiernos que han estado involucrados, que creo que me moriré antes de llegar a la iluminación de comprender (al menos mínimamente) su importancia y trascendencia.
Sin dudarlo ni un minuto, nos pusimos a planificar un viaje combinado a Líbano, Jordania e Israel. No disponíamos de muchos días, dado que las vacaciones de Navidades dan para lo que dan, pero creo que hemos hecho una buena división del tiempo y que conseguiremos nuestro objetivo de llevarnos una idea de lo que se cuece en cada uno de ellos.
Además, un mes después de empezar con los preparativose unió Natalia a la aventura, una amiga de Cristina que completa un minigrupo de viaje divertido, aventurero, y con ganas de traer la mochila cargada de nuevas experiencias.
Únete a nosotros en nuestro viaje por uno de los Ejes del Mal más activos del mundo para descubrir que no siempre todo es lo que parece.
Un Poco de Historia de Líbano
Es muy difícil resumir (o comprender) la historia de este diminuto enclave del mundo, o al menos esa es mi impresión: muchas civilizaciones, muchos cambios, muchas tensiones… ¡Muchas historia! Lo que viene a continuación es mi resumen personal (sacado del propio resumen de la guía), con alguna que otra pequeña aportación externa.
No pretende ser nada exhaustivo ni perfectamente correcto o coherente (soy matemático, no historiador). Es simplemente mi forma de tener presentes los acontecimientos que han forjado al Líbano actual.
Los Inicios: Fenicios y Egipcios
Lo que está claro es que el territorio del Líbano actual ha dado cobijo a algunas de las civilizaciones más antiguas del mundo. En concreto, varios enclaves de su costa llevan habitados más de 12.000 años (¡que se dice pronto!)
Avanzando mucho en el tiempo (pero aún lejos del presente), tuvieron especial relevancia las ciudades-estado independientes establecidas en la costa por un grupo semita que pasaría a ser conocido como los Fenicios. Permanecieron así hasta la llegada de los Acadios (salidos de Mesopotamia en busca de expansión), que fueron quienes fraguaron la unificación.
Bajo el mandato de Sargón de Acadia (aprox. 2300 a.C.) se llegó al apogeo de esplendor, destacando el puerto de Byblos y su comercio con Egipto, a los que proveían especialmente de madera.
El progresivo desarrollo y expansión del imperio de los faraones hacia el norte ocasionó revueltas cuando, en el siglo XV a.C., ocuparon los territorios de la actual Palestina y Siria. Sin embargo, en la parte norte de Líbano, se formó una unión conocida como el Imperio Mitani que consiguió frenar el avance egipcio.
A estos últimos les llegó su hora pero por el norte. Los Hititas hicieron su entrada en el siglo XIV a.C. y, para el año 1330 a.C., habían conseguido ya dominar todo el territorio de la actual Líbano.
Tras décadas de enfrentamientos con los egipcios, llegaron a un tratado de paz en 1284 a.C. que dejaba a los egipcios con el sur y a los hititas con el territorio de Siria y Líbano.
En medio de todo este embrollo mediterráneo los fenicios consiguieron mantener muchos de sus asentamientos independientes en ciudades costeras que comerciaban con Egipto en el sur, Mesopotamia en el este y Anatolia en el norte. Como carecían de ambiciones militares no eran vistos como una amenaza, consiguiendo así mantenerse como ciudades independientes. En la costa libanesa destacan Byblos (Jbail), Tyre (Sour), Saida (Sidon) y Beirut (Berytus).
Los Griegos, Los Romanos y La Llegada del Islam
Cuando Alejandro Magno derrotó al rey persa Darío III (una vez más, la historia de Irán haciendo acto de presencia) se abrió camino desde Turquía hasta Egipto, pasando por Siria, Líbano y Palestina. Tras su muerte, su imperio se dividió entre sus generales: Ptolomeo I se quedó con Egipto y parte de Siria, y Seleuco I Nicátor estableció un reinado centrado en Babilonia.
Los Seléucidas se disputaron la soberanía de Líbano y Palestina con la dinastía de Ptolomeo, ganando la pugna en el año 198 a.C. bajo el liderazgo de Antíoco III el Grande. Tras este movimiento, intentaron expandirse aún más hasta caer derrotados a manos de los Romanos en el año año 188 a.C.
Varios siglos después, el emperador Constantino convirtió a todo el imperio al cristianismo (año 313 d.C.), religión que dominó indiscutiblemente el recién surgido Imperio Bizantino, hasta que, en el siglo VII d.C. los Persas comenzaron una nueva incursión tomando Damasco, Jerusalén e incluso Egipto.
Posteriormente, el emperador Heraclio acabó invadiendo Persia y forzando un tratado de paz. Sin embargo, la situación en el sur era diferente… Los límites del imperio estaban siendo atacados por las fuerzas Árabes, ahora fervientes seguidores de las enseñanzas de un profeta llamado Mahoma y rebautizados como Musulmanes.
La débil posición del Imperio Bizantino ayudó al avance musulmán. Poco a poco fueron abriéndose paso hacia el norte sin demasiada resistencia, llegando a dominar toda la zona de Líbano, Siria, Jordania…
De los Otomanos a la Primera Guerra Mundial
Con mayor o menor estabilidad, Líbano siguió bajo el dominio musulmán durante varios siglos hasta que el paso de los Cruzados en su camino hacia Tierra Santa removió el ambiente. Posteriormente, los Mamelucos consiguieron liberar a todo el Levante de los Cruzados en el siglo XIII.
Dos siglos después, los Otomanos Turcos se establecieron en la región, ocupándola durante los siguientes 400 años. Fue en el siglo XIX cuando varios grupos de intelectuales de Siria y Palestina pusieron sobre el calendario el inicio para un resurgir del nacionalismo Árabe, principalmente motivado por las duras políticas Turcas hacia ellos.
Durante la Primera Guerra Mundial la región fue uno de los campos de batalla entre los Turcos (apoyados por los alemanes) y los Británicos afincados en Suez. Cabe destacar la figura de Lawrence de Arabia, un coronel británico que animó a las fuerzas árabes a tomar Damasco y al Emir Faisal a formar gobierno en 1918.
En 1920 los nacionalistas árabes proclamaron a Faisal rey de Siria (que en ese momento incluía los territorios de Palestina y Líbano) y a su hermano Hashemita (o Hachemita), Abdullah, rey de Iraq.
Pronto, los franceses consiguieron enviar a Faisal al exilio y hacerse con el control de Siria y Líbano, con el beneplácito de las Naciones Unidas. La presión de los Cristianos Maronitas de Líbano hizo que los franceses acabasen dividiendo el territorio en dos partes: Líbano (incluyendo Tyre, Beirut y Trípoli) y la República de Siria.
El nacionalismo árabe no estaba nada contento con esta idea de los franceses de crear una nación Libanesa, ya que les parecía una decisión demasiado arbitraria. Por su parte, los maronitas veían una amenaza en los árabes.
Tras varias revueltas en los años 1925 y 1926, los Franceses y sus aliados Maronitas establecieron una nueva constitución para Líbano, forjando así de alguna manera muchos de los futuros conflictos que acabaría viviendo el país.
Para empezar, los Maronitas se aseguraban un monopolio en las posiciones de poder, lo que llevó a un boicot por parte de los Musulmanes Suníes y a la abolición de la constitución en 1932.
La Segunda Guerra Mundial y La Independencia
Cuando Alemania tomó Francia durante la Segunda Guerra Mundial, Líbano y Siria fueron en el pack hasta su liberación por las fuerzas Inglesas y las fuerzas Francesas de Charles de Gaulle en 1941.
Las diferentes facciones políticas y religiosas empezaron a vislumbrar un acuerdo para dividir el poder basándose en el censo de 1932: El presidente sería Maronita, el Primer Ministro Suní y el Portavoz Chiita. El parlamento quedaría dividido entre cristianos (55%) y musulmanes (45%), teniendo los primeros el control también del ejército.
A finales de 1943 el nuevo gobierno Libanés del Presidente Bishara Al Khouri dio un paso más y eliminó todas las referencias legislativas francesas que quedaban en la constitución. Los franceses respondieron arrestando al presidente y a su equipo y suspendiendo la constitución vigente.
Sin embargo, el gobierno Británico, los Estados Unidos y los estados Árabes apoyaron la causa de la independencia Libanesa, por lo que en 1944 Francia empezó los trámites que llevarían a la proclamación definitiva de independencia de Líbano en 1946.
Hacia La Guerra Civil
La independencia no consiguió que las siguientes décadas fuesen tranquilas para la población libanesa: empezaron con una crisis económica y siguieron con el tumulto derivado por la constitución del Estado Israelí. Los soldados libaneses se unieron a la causa palestina en esta revuelta, mientras que la llegada masiva de refugiados Palestinos colapsaba el territorio libanés.
Los maronitas empezaron a preocuparse ya que la mayoría de estos refugiados eran musulmanes suníes, lo que desnivelaba claramente el débil equilibrio de poder que había en la nación. En 1949 Líbano aceptó un armisticio con Israel, pero la gran mayoría de los refugiados no pudieron volver a sus hogares; lo que sigue siendo un importante problema aún hoy en día.
La primera guerra civil estalló entre los maronitas y los musulmanes debido a la crisis económica de los años 50 y a la insistencia del presidente Chamoun (muy poco apreciado por los musulmanes) en alargar su mandato. El presidente pidió ayuda a los Estados Unidos y, en julio de 1958, 15.000 tropas llegaron a Beirut.
Chamoun finalmente se fue y su reemplazo, Fouad Chehab, consiguió apaciguar las revueltas e iniciar una era de prosperidad en la que la Guerra Civil empezó poco a poco a parecer algo del pasado.
Tras esta época convulsa, en los años 60 Beirut vivió una época dorada (se la conocía como la París de Oriente Medio) para las personas adineradas, aunque seguía imperando la pobreza en muchos estratos sociales, especialmente en la zona sur del país.
En 1967 la Guerra de los Seis Días entre Israel y los estados árabes de Egipto, Siria y Jordania trajo aún más refugiados palestinos a Líbano. Pronto los campos de refugiados empezaron a convertirse en centros de resistencia y los ataques palestinos a Israel desde suelo libanés acabaron siendo muy habituales.
Dos años después, Líbano firma el Acuerdo de El Cairo con la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) para dar más autonomía a los campos de refugiados y así poder participar en la revolución Palestina. Aunque muchos musulmanes empatizaron rápidamente con ellos, el rechazo de los maronitas fue inmediato.
En 1970, un grupo de cristianos conocidos como la Falange empezó a entrenar a jóvenes soldados para luchar contra los Palestinos. Pronto las calles de Beirut se convirtieron en un campo de batalla a la vez que el sur del país sufría las represalias Israelíes.
La Segunda Guerra Civil
Todo esto llevó al inicio de una nueva Guerra Civil en 1975. Los Falangistas mataron a palestinos y musulmanes y los musulmanes contraatacaron, aumentando así el número de bajas. Hubo terribles sucesos como el Domingo Negro en el que murieron 300 personas, la muerte de 1000 palestinos en el barrio de Karantina de Beirut, la muerte también de 500 cristianos en la ciudad de Damour o la masacre del campo de Tel Al Zaatar al noreste de Beirut que dejó casi 3000 palestinos muertos.
Llegó así la aparición de la infame Línea Verde que dividiría Beirut en dos partes durante 15 años, como si de Berlín se tratase, dejando a los cristianos al este y a los musulmanes al oeste.
En 1976 Siria, que inicialmente apoyaba la causa palestina, cambió de bando y empezó a apoyar a los maronitas consiguiendo ocupar prácticamente todo el territorio salvo el sur. Más tarde ese mismo año, la Liga Árabe llegó a un pacto permitiendo a Siria mantener 40.000 tropas en Líbano, controlando así el país.
En 1978 Israel consiguió ocupar la mayor parte del sur de Líbano, aunque las Naciones Unidas ordenaron su retirada. Acabaría creándose así una zona fronteriza condenada a una guerra perpetua.
Cuatro años después, tropas israelíes llegaron a Beirut apoyadas por los líderes falangistas y maronitas. Las luchas que sucedieron dejaron la ciudad en ruinas en poco más de dos meses y más de 20.000 víctimas. En agosto la OLP abandonó Beirut y la lucha se expandió por primera vez a la región montañosa de los cristianos y Drusos.
Poco a poco Estados Unidos fue metiéndose más y más en la guerra, favoreciendo a Israel. De todas formas, las represalias que tuvieron (ataques en la embajada, ataques bomba suicida…) causaron que las fuerzas internacionales abandonasen Líbano en 1985.
En los últimos años de la década de los 80 siguió reinando el caos y el horror. Las tropas israelíes se retiraron a la que ellos mismo habían denominado «zona de seguridad». Todo el territorio quedó en lucha continua de las milicias cristianas, los drusos, los chiíes y los suníes. Un auténtico polvorín.
Los Últimos 30 Años
En 1989 el Acuerdo de Taif estableció un alto el fuego y un parlamento igualitario entre musulmanes y cristianos, zanjando así las hostilidades y dando paso a un período de paz por primera vez en 15 años. La guerra concluyó oficialmente en octubre de 1990.
A partir de 1993 empezó la verdadera reconstrucción de la vida libanesa (también del ejército), a la vez que el multimillonario Rafic Hariri se convirtió en Primer Ministro. El sur, sin embargo, permaneció empobrecido y se convirtió en el epicentro de las contiendas entre Israel y Hezbollah, aunque los primeros retiraron sus tropas en mayo de 2000 debido a las bajas que habían acumulado.
Sin embargo el descontento seguía en el aire, en parte por la negativa de Siria a abandonar su presencia en el país (apoyada por Hezbollah y los Chiíes). Finalmente, las Naciones Unidas obligaron a que todas las fuerzas extranjeras se retirasen del país en 2004. Aún así, Siria no acataba de todo la decisión, por lo que el presidente Hariri presentó su dimisión en octubre de ese mismo año.
Cuatro meses después, en febrero de 2005, un coche bomba mataba al ex-Primer Ministro Hariri y a una veintena de personas más. La culpa recayó totalmente sobre Siria, que se retiró definitivamente del país después de 30 años de ocupación debido al clamor popular.
Por primera vez en 20 años, Líbano quedaba totalmente libre de fuerzas militares extranjeras. Ese mismo año las elecciones daban la mayoría al partido de Saad Hariri, que sería Primer Ministro de 2009 a 2011 y, una vez más, desde 2016 hasta la actualidad. También situaban por primera vez a Hezbollah como una parte legítima del gobierno con 14 asientos.
La Situación Actual
Por si toda la historia propia de Líbano no fuese suficiente martirio, ahora les toca convivir con la guerra en el país vecino: Siria. La infraestructura social y económica del país está cada vez saturada con el volumen de refugiados palestinos y sirios.
La implicación de Hezbollah en la guerra Siria también ha dividido al país y el sistema político se ha tambaleado seriamente, sobre todo en 2017 cuando el Primer Ministro Hariri renunció a su cargo mientras estaba de viaje en Arabia Saudí. Aunque a su vuelta a Beirut unas semanas después accedió a continuar como Primer Ministro, el gobierno ha quedado dañado.
Tras leer todo esto, tengo más claro aún que nuestra visita a Líbano va a ser, cuanto menos, interesante y sorprendente. ¡Qué ganas de ver cómo es la sociedad y el día a día!
Cosas Importantes Que Preparar Antes De Ir
El seguro: como comento siempre, es importante llevar un seguro médico para no tener ningún susto cuando salimos de Europa. Dicho seguro debería cubrir, como mínimo, 30.000€ de gastos médicos y la repatriación en caso de enfermedad grave. A mi parecer también es vital tener claro que, en caso de tener que usarlo, no habrá que adelantar dinero, si no que se harán cargo de todo los del seguro directamente.
Las vacunas y enfermedades: a efectos de higiene y sanidad, Líbano es un país casi Europeo, no hay que tomar ninguna precaución especial salvo la de evitar consumir agua del grifo y optar por agua embotellada.
Registro de Viajeros: es una herramienta que permite la localización de los que viajamos en el caso de alguna emergencia grave. La inscripción se realiza por internet y es completamente gratuita. Como complemento a esto siempre está bien tener a mano la dirección y teléfono de la embajada española más cercana al itinerario de nuestro viaje. En este caso, el consulado está en Colombo:
Visado: para los viajeros europeos es muy sencillo obtener gratuitamente una Visa-On-Arrival válida para un mes en el Aeropuerto Internacional Rafic Hariri de Beirut. Esto se extiende a un gran número de países de América y Asia. Es muy importante usar un pasaporte en el que no haya ninguna evidencia de haber estado en Israel ya que, de ser así, Líbano denegará la entrada al titular de dicho pasaporte. En nuestro caso fue todo muy bien, no nos pusieron ninguna pega y el proceso fue muy rápido.
El Equipaje
Aunque a veces parece que se tiene la idea de que en estos países no hace frío, hay que tener cuidado porque el mes de diciembre no deja de ser invierno y puede llover o, en función de la zona, tener temperaturas realmente bajas rozando los 0 grados (sobre todo en las zonas montañosas).
A esto hay que sumarle el hecho de que decidimos viajar solo con equipaje de mano para abaratar los costes de las aerolíneas y no tener que estar pendientes de recoger ningún bulto en el aeropuerto.
La previsión a una semana vista para la zona no era mala pero, como digo yo, fiarse de la predicción del tiempo más allá de 48 horas cuando no hay una tendencia clara es ciencia ficción. Así que preparé una mochila ligera que me permitiese adaptarme a cualquier casuística: calor, lluvia o frío no excesivo.
En concreto en Líbano, la época de más calor y menos lluvia es durante los meses de mayo a septiembre, en especial con los picos de julio agosto en los que es relativamente sencillo pasar de los 30ºC. Son meses muy secos y con clima mediterráneo en apogeo. El otoño es caluroso aunque las temperaturas empiezan a bajar en noviembre a medida que aumenta la lluvia. El invierno es suave y la lluvia puede incordiar mucho más que el frío.
Esta vez llevé simplemente mi mochila Deuter de 26 litros, ajustando todo al mínimo para llegar a la perfecta combinación entre comodidad, que no me faltase de nada, guardando espacio para la cámara de fotos y otros aparatejos y sin excederme en peso (unos 7-8 kilos).
Ropa para calor, frío y lluvia:
- Calzado de trekking/caminar de caña baja (para ciudad, piedra y desierto)
- Chanclas para los albergues y las duchas
- Cortavientos
- Impermeable
- 1 pantalón de trekking de verano de 2 piezas
- 1 pantalón de chándal (sirve como pijama y para emergencias)
- 3 camisetas de manga corta de algodón
- 1 camiseta de manga larga de algodón
- 3 juegos de ropa interior
- 1 bañador
- Chanclas
- Gafas de sol
Y, pensando en los momentos de frío:
- 1 pantalón de montaña «gordito» y caliente
- 1 mallas térmicas
- 1 camiseta interior térmica
- 1 calcetines gordos
- Gorro
- Buff
- Guantes
- Polar
Otras cosas importantes (algunas más que otras):
- Minibotiquín básico primeros auxilios con medicamentos y crema solar
- 1 toalla mediana de secado rápido
- Saco-sábana para dormir
- Cámara de fotos Reflex con trípode portátil
- Cámara compacta y cámara estilo GoPro
- Tablet
- Guía de Oriente Medio (la única que encontré que incluía Líbano, Jordania e Israel)
Y ya por último, algunos «aparatejos» que facilitan el camino:
- Adaptador de enchufe universal
- Linterna frontal
- Cargador con tres clavijas USB (¡así solo llevo uno!)
- Cuerda de tender ropa de viaje (funciona sin pinzas)
- 3 en 1 cuchara-tenedor-cuchillo
- Navaja Opinel (sirve para todo)
Otra Información Importante
Moneda: La moneda de Líbano es la Libra Libanesa (LBP). Unos días antes de salir de España el cambio es aproximadamente 1 € = 1600 LBP, por lo que será sencillo guiarnos por la conversión 6 € = 10000 LBP que, además, se asemeja al de las pesetas (aunque con algún cero extra). El cambio inverso es tan pequeño (1 LBP = 0,0006 €) que prácticamente lo único que se usan son los billetes, aunque también hay monedas.
Hay cajeros en las principales núcleos urbanos que aceptan cualquier tipo de tarjeta internacional que se precie y que, en la mayoría de los casos, permiten elegir entre Libra Libanesa o Dolar Americano.
Electricidad: La corriente es de 230V y 50Hz (como en España). Los tipos de enchufe que podemos encontrar son el C (Europa), el D y el G (Reino Unido).
Idioma: El idioma oficial es el Árabe, aunque parece que se reconoce también el Francés.
Clima: El clima de Líbano es, básicamente, mediterráneo. El verano es relativamente largo, seco y caluroso; y el invierno es frío y con lluvia (o nieve según la altitud). Teniendo en cuenta el pequeño tamaño del país y el contraste que hay entre la costa y la montaña (algunos picos sobrepasan los 2500 metros de altitud), hay momentos del año en los que se puede esquiar e ir a la playa el mismo día.
Zona horaria: La diferencia horaria de Líbano con España peninsular (o con UTC+1) es de 1 hora. Es decir, Líbano es UTC + 2 lo que implica dos horas más que Greenwich.
Población: 6.000.000 de personas en 10.500 km cuadrados (igual que Navarra o Asturias). Hay 18 religiones «oficiales» en el país: Musulmanes (Chiíes, Suníes, Alawite, Ismaili), Cristianos (Maronitas, Griegos Ortodoxos, Griegos Católicos, Armenios Católicos, Gregorianos, Sirios Ortodoxos, Jacobitas, Nestorianos, Caldeos, Coptos, Evangelistas y Católicos Romanos), Drusos y Judíos. También pequeñas comunidades de Bahaísmo, Mormones, Budistas e Hindúes. El 54% de la población es musulmana, 40% son Cristianos y 5% Drusos. ¡Menuda locura!
El Itinerario Inicial
Como solo vamos a estar 4 días en Líbano, hemos decidido fusionar la forma de viajar que más nos gusta a los tres (¡sobre la marcha!) con la seguridad de pernoctar siempre en Beirut, ya que es el centro geográfico y turístico del país. Una vez allí, iremos viendo cómo y a qué sitios nos movemos, aunque esperamos no dejarnos atrás los enclaves mencionados al principio.
Y así empieza la aventura de Oriente Medio: ¡Highlights de 3 países, pero por nuestra cuenta! Primera parada: Beirut.