Auténtico paraíso natural. Una de las joyas por descubrir de «Europa» que ojalá se conserve tal cual está para siempre. Las Azores ofrecen una desconexión absoluta y la posibilidad de teletransportarse a un mundo tranquilo donde la naturaleza es aún la protagonista y los humanos sus huéspedes.
Idea y Resumen del Viaje
Las Azores siempre me habían sonado a sitio remoto y perdido, de difícil acceso y sin, quizás, demasiado que ver (lo mismo que pensaba de las Bahamas hasta que finalmente fui en 2012).
Sin embargo, cuando me puse a buscar un último destino para terminar mi periplo de 5 meses viajando durante el 2017 tenía claro que quería ir a un sitio «fácil». Es decir, que no hiciese falta ningún exhaustivo estudio previo para decidir qué hacer allí, cómo ir, o cómo moverse, que fuese fácil con el idioma, que no estuviese en la otra punta del mundo, etc.
Un día hablando con mis amigos Damián y Cristina (que se conocen media Europa y más) recordamos que el día que yo me enteré que había aprobado las oposiciones ellos estaban precisamente en las Azores (en la Ilha do Pico), y me recomendaron que indagase un poco por Internet porque habían vuelto fascinados de allí.
Y así nació la idea de ir a las Azores como parte final de mis viajes de 2017: Sri Lanka primero, Nepal e Irán después, Namibia en cuarto lugar y, por último, estas islas perdidas en medio del Océano Atlántico. Bonito recorrido, empecé en una isla y termino en otras islas.
Le comenté la idea a mi amiga Olaia y le pareció genial, así que sin pensarlo dos veces nos lanzamos a comprar los billetes y planificar cuáles eran las islas del archipiélago que íbamos a visitar.
Una vez allí, tuvimos claro que la elección daba igual. Visitamos 4 de las 9 islas de las Azores y las 4 resultaron ser maravillosas, por lo que seguro que ese calificativo puede extenderse directamente a las demás.
Viajar por Azores es muy sencillo. La gente es muy amable, está todo muy bien indicado y accesible y hay infinidad de posibilidades para hacer las actividades que se deseen: visitas domingueras tranquilas, trekkings, gastronomía, cultura, buceo o snórkel, piragua, ciclismo, vela, etc.
Si buscas un sitio para disfrutar de lleno de entornos naturales privilegiados y olvidarte de las prisas y estrés de tu vida habitual, tenlo claro; Azores es tu destino..
Diario de Viaje: Paso a Paso (Enlaces)
- Faial (I): Donde Termina Europa
- Faial (II): De los Pies a la Cima del Volcán
- Pico (I): Donde hay Vino y Mistérios
- Pico (II): De la Cola de la Ballena al Techo del Atlántico
- Terceira (I): Donde se Inventó el Verde
- Terceira (II): De los Mistérios Negros a las Realidades Verdes
- São Miguel (I): Donde las Lagunas Volcánicas se Tiñen de Colores
- São Miguel (II): Del Té Verde al Todo Verde
El Itinerario Final
A Azores compensa ir por libre: ni agencias, ni paquetes turísticos ni nada de nada. Es muy sencillo montarse un viaje personalizado e incluso viajar más o menos sobre la marcha (aunque en temporada alta pueden complicarse algunas facetas logísticas como el alquiler de coche si no se reserva con cierta antelación).
Nosotros volamos directamente a la coqueta isla de Faial y, desde allí, ahí nos movimos en barco y avión a otras tres islas para saborear la diversidad del archipiélago.
En los 21 días que pasamos en Azores visitamos las siguientes islas:
- Faial: El extremo más occidental de la Europa no sumergida. Destaca por su flamante caldera central, el encanto de su ciudad principal (Horta) y la zona volcánica de reciente creación (hace unas décadas) de Capelinhos.
- Pico: La isla tranquila. Su escasa población contrasta con su tamaño (es la segunda más grande, solo por detrás de São Miguel). Es el sitio ideal para ver cetáceos y delfines y para hacer el trekking estrella del archipiélago: la subida al cono del Volcán do Pico (el punto más alto en un par de miles de kilómetros a la redonda: 2351 m de altitud).
- Terceira: El verde más especial que hemos visto se encuentra en el corazón de Terceira. Su capital es, probablemente, la ciudad más bonita y con más encanto de las Azores: Angra do Heroísmo. Esto y mucho más es lo que ofrece Terceira: probabilidad de acierto igual a 1.
- São Miguel: La más grande, cosmopolita y conocida de las islas no tiene tampoco demasiado que envidiar a sus vecinas. Tiene la oferta más variada de trekkings y es la isla en la que menos se nota lo alejados que realmente estamos de la civilización continental (tanto por número de habitantes como afluencia de turistas). São Miguel es una apuesta segura, cautiva a cualquiera.
Las demás islas de las Azores quedan en espera para un futuro viaje:
- Santa María: La isla más antigua y soleada. Fue la primera que se descubrió y es realmente pequeña (100 kilómetros cuadrados). Tiene una maravillosa línea costera e inmensos e idílicos prados. Cuenta además con varios bosques, playas e interesantes rutas.
- Graciosa: Aún más pequeña que la anterior: 60 kilómetros cuadrados. Toda ella, al igual que Flores y Corvo, está declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Es el lugar ideal para recordar lo que es vivir despacio y apreciar lo que podría ser un mundo sin estrés y con menos habitantes. Destaca la Furna do Enxofre, una cueva en la caldera del volcán.
- São Jorge: La vecina de Pico con la que comparte preciosas vistas (desde Pico las vistas de São Jorge son geniales y viceversa). Famosa por su queso y sus rebaños, en el terreno natural destaca por sus fajãs creadas por lava que fluyó hasta el océano. Cuenta además con un buen número de largas rutas para poder disfrutar de todos los rincones de la isla.
- Flores: La pequeña Flores (140 kilómetros cuadrados) se encuentra ya sobre la placa Americana (con lo que, estrictamente hablando, ya no es Europa). Es la favorita entre gran parte de los azoreños por su naturaleza (las cascadas de su fajã grande deben ser espectaculares) y su tranquilidad. Teniendo en cuenta que todas las islas son preciosas en cuanto a la naturaleza, que sea la favorita de la gente local hace que se sitúe en mi number one priority.
- Corvo: Si hay una palabra que la define es enana (450 habitantes en 18 kilómetros cuadrados). Es sin duda uno de los lugares más remotos y recónditos de Europa. No hay alquiler de coches pero no hace falta, es una isla para perderse en un mundo nuevo y a pie. Junto a Flores, son las primeras islas que visitaría en una segunda incursión en las Azores.
Información Post-Viaje
Transportes
Tierra, mar y Aire. El transporte entre las islas se puede hacer por barco y resulta además una bonita experiencia. Aún así, toas las islas cuentan con aeropuerto (incluso la diminuta y remota Corvo), por lo que es posible cambiar de una a otra por aire (en general más caro, pero más rápido y directo).
Para moverse dentro de cada isla (salvo São Miguel y Terceira que tienen, aún sin ser una maravilla, transporte público de autobús) es conveniente disponer de vehículo propio (coche o moto). Los alquileres no son caros pero pueden representar un serio problema en temporada alta (julio y agosto especialmente) si no se dispone de reserva previa.
Alojamientos
En Azores funcionan muy bien los portales habituales tipo Booking y Airbnb. Nosotros fueron los que utilizamos para las cuatro islas que visitamos:
- En Faial nos alojamos en un miniapartamento en la zona alta de la ciudad de Horta. Muy económico (32€ la noche para una estancia con salón-dormitorio-cocina y baño pensada para 2 personas). Lo encontramos en Airbnb.
- En Pico reservamos una estupenda casita rodeada de mar y montañas en la zona de Santo Amaro. La conseguimos también en Airbnb por el módico precio de 42€ la noche. La dueña era majísima y nos recibió con varios panes, leche y miel, todo de cosecha propia.
- En Terceira nos quedamos en un hostal muy cuidado y bonito: Purple Island Hotel, en Angra do Heroísmo (17€ la noche en habitación compartida de 6 personas). La dueña es encantadora y nos hizo muy buenas recomendaciones para visitar la isla.
- Las 4 noches que pasamos en São Miguel lo hicimos en una habitación que encontramos en Airbnb en una casa familiar de Lagoa, muy cerca de Ponta Delgada (20€ la noche entre los dos).
Salud y Riesgos
Los riesgos no existen. Las Azores son territorio portugués, por lo tanto es suficiente con llevar la Tarjeta Sanitaria Europea en vigor. No hay ningún tipo de enfermedad especial y el animal más peligroso de la isla (descartando a los humanos) son las vacas.

¡Muuuuuuu!
Comida y Teléfono
La comida estrella de Azores son sus múltiples tipos de pescado. Se podría pasar una buena temporada en el archipiélago comiendo pescado sin repetir nuca. Pero la gastronomía no termina aquí, tienen otros platos regionales muy recomendables y, sobre todo, materias primas de primera calidad.
En resumen, se puede comer muy bien y a buen precio.
La cobertura en las islas es bastante buena y como pertenece al espacio europeo no hay problemas con el roaming ni la sobrefacturación. Se puede utilizar sin ningún problema la tarjeta SIM española con las mismas condiciones que en España.
Clima
La climatología varía poco de una isla a otra, siendo de todas formas Santa María la más soleada y Flores y Corvo las más húmedas.
Los meses más estables son julio y agosto tanto en temperaturas (sobre los 20-25 grados de media) como en precipitaciones. De noviembre a enero llueve bastante y abril y octubre se encuentran a medio camino con un clima bastante cambiante.
Los meses de mayo, junio y septiembre suelen ser también una opción buena. Las temperaturas empiezan a estabilizarse, no llueve tanto como en invierno y hay menos turistas que en verano (y, por lo tanto, resulta más barato).
A veces en una misma isla puede haber varias climatologías diferentes. En São Miguel, por ejemplo, hubo un día que en Lagoa (al sur, junto a Ponta Delgada) el día estaba horrible así que cogimos la autovía que lleva al norte para visitar la fábrica de té de Chá Gorreana y… ¡sorpresa! Brillaba el sol.
¡Es de locos!
La Gente de Azores
La experiencia con la gente local ha sido muy buena. Al igual que ocurre en Portugal continental, da gusto hablar con ellos y se muestran dispuestos a ayudar al visitante en lo que pueden.
¡Siempre amables y con una sonrisa!
Presupuesto
Para ser una región europea alejada de todo, las Azores no se puede considerar un viaje caro. Es posible encontrar alojamiento por una media de 15€-20€ diarios por persona y alquilar coche por 40€ diarios (scooter por 20€). El precio de la comida en los supermercados es parecido al de España y los bares y restaurantes son también asequibles.
Estos precios orientativos son para la temporada alta. En temporada baja los costes se reducen (¡y mucho!).
Lo más caro suelen ser los vuelos. Yo cogí tres vuelos (Oporto-Faial, Faial-São Miguel y São Miguel-Oporto) por un total de 300€ con la compañía Sata Azores. Hay vuelos directos con Ryanair desde Portugal continental a São Miguel que salen más baratos.
Resumen Final
– Azores es tu destino si deseas escapar de la agitada civilización y, sin salir de Europa, encontrar un remanso de paz donde poder recrearte con la naturaleza, los paisajes y el lento paso del tiempo; y también activarte con sus excursiones, fauna y flora y oferta de trekkings y rutas.
– Puede que Azores no sea tu destino ideal si no te gusta la naturaleza (ya que es el foco principal de las islas) o si necesitas estar rodeado de mucha gente (hay islas en las que se llega a tener sensación de aislamiento).

Cachalote atravesando el canal que separa Faial de Pico
A mí Azores me ha recordado una vez más que me encanta la idea de viajar a una isla; y me ha demostrado que aún quedan rincones en el mundo que se resisten a caer en el dominio absoluto de las masas.