Faial se conoce como la isla azul, pero debería ser conocida como la isla azul, verde y negra. Estos tres colores están muy presentes en este espectacular trozo de tierra dominado por su caldera central. Un pequeño paraíso para relajarse, bañarse, ver volcanes y disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza.
Sobre Faial…
– Población y Superficie: 15.000 habitantes en 173 kilómetros cuadrados (su superficie es como dos veces Formentera)
– Dimensiones máximas: 21 km de oeste a este y 16 km de norte a sur.
– Máxima Elevación: 1043 metros (Cabeço Gordo).
Historia
Fue descubierta por Portugal en el siglo XV d.C. e inmediatamente comenzó su ocupación.
La isla fue prosperando como importante asentamiento en el Atlántico, viendo cómo pasaban por su puerto embarcaciones portuguesas e inglesas provenientes de sus respectivas colonias en América. Pocos conflictos han ocurrido en este pequeño pedazo de tierra, pero destaca el ataque español en 1583 al fuerte de Horta (siempre tenemos que aparecer atacando por algún lao…).
Además de su situación estratégica para los navíos y el comercio ballenero, Faial jugó un papel clave a finales del siglo XIX cuando se estableció el primer cable telegráfico transatlántico, conectando muchas regiones del mundo. En la segunda década del siglo XX Horta era ya uno de los centros de cable telegráfico más importantes del planeta.
En cuanto al transporte moderno, el primer vuelo transatlántico tuvo lugar en 1919 y su piloto, Albert C. Read, hizo escala en Horta. A mediados de siglo la isla era ya un lugar habitual para escalas de las compañías Pan-Am, Lufthansa, Air France y British Airways.
Situándonos ya en el siglo XXI, el puerto de Horta ve pasar a mucho tráfico marítimo cruzando el atlántico, desde pequeñas embarcaciones privadas hasta grandes cruceros turísticos, promoviendo un ambiente a la vez cosmopolita y tranquilo.
Geología
Faial es el punto geográfico por encima del nivel del mar más cercano a la falla Atlántica que separa las placas americana y eurasiática (situada en concreto a unos 100 km al oeste de la isla). Se formó (a la vez que Pico) debido a cuatro sistemas volcánicos que surgieron de fisuras situadas a una profundidad de 1500 metros.
No es una isla muy vieja. Su origen se remonta a 700.000 años atrás, cuando se formó el complejo de Ribeirinha (al norte de la isla). Desde entonces se han sucedido diferentes etapas geológicas ligadas a nuevos volcanes y sus erupciones, siendo algunas de las más recientes las de Picarito y Cabeço do Fogo en 1672, que trajeron consigo siete meses de terremotos, ceniza y lava con dramáticas consecuencias, y sobre todo, la de Capelinhos en 1957, haciendo que la isla sumase 2 kilómetros cuadrados extra a su extensión.
Transporte
Pies, coche o moto son los básicos de la isla.
– Cómo Llegar en Avión: el cómodo y coqueto aeropuerto de Horta (situado en la zona de Castelo Branco) conecta la isla con Lisboa y también con las islas de Corvo, Flores, Sao Jorge, Terceira y Sao Miguel. Para llegar desde cualquier otro sitio es necesario hacer escala.
– Cómo Llegar en Barco: la comunicación más rápida y directa es con la Ilha de Pico, con varios ferrys al día (30 minutos, 4€). También hay ferrys conectando Horta con otras islas de las Azores, pero con menos frecuencia y más caro (por ejemplo, el ferry de Faial a Terceira cuesta 32€ y tarda 7 horas). Todas las líneas y horarios están muy bien especificados en la página web de la compañía.
– Cómo Moverse en Faial: por lo que pudimos observar el transporte público se limita a algún que otro minibus que recorre Horta y zonas muy cercanas a la ciudad. Para moverse hace falta tener coche o moto propia. (OJO: puede resultar muy complicado en temporada alta alquilar coche al llegar sin tener reserva previa. Nosotros tuvimos que recurrir al coche privado de nuestra anfitriona de Airbnb…). Las carreteras son muchas veces estrechas pero en muy buen estado, con poco tráfico y atravesando unos parajes naturales de ensueño.
Cuánto Tiempo Dedicarle
Visitar con tranquilidad Horta y otros pueblos, hacer varias rutas, relajarse en las playas de Porto Pim o Almoxarife (o en algunas de las Furnas, piscinas naturales en el mar) puede llevar 4 o 5 días. Ése tiempo es suficiente para captar la esencia de la isla sin necesidad de agobios ni estrés, pero igualmente se puede extender en función de lo que se busque.
La verdad es que la atmósfera de Faial es muy atractiva, tiene algo especial que engancha. Fue mi primera parada en las Azores y, nada más llegar, a mi amiga Olaia y a mí nos sorprendió lo verde y cuidado que está todo (algo que se acabaría extendiendo a las demás islas que visitamos del archipiélago).
Nos centramos en visitar Horta, algunos miradores, algunas playas y furnas y hacer varias rutas de trekking o caminatas.
Horta: La Ciudad
Y lo escribo en singular porque con sus 10.000 habitantes es el núcleo poblado más grande e importante de la isla (¡y de las vecinas de Pico y Sao Jorge también!). Todo lo demás son pequeños pueblos y casas aisladas que completan los 15.000 habitantes que la tiene la isla en total.
La ciudad en sí está enclavada entre dos bahías y los restos de un volcán (Monte da Guía). De las dos bahías, la pequeña (Baía do Porto) fue un importante centro ballenero durante los siglos XVIII y XIX, llegando a estar atracadas 400 naves a la vez en su puerto.
La mejor forma de explorar Horta es a pie, dejando que las calles adoquinadas nos lleven cuesta arriba, cuesta abajo y junto a la marina, apreciando sus bonitas calles y casas.
Además del Forte de Santa Cruz (construido en 1567) destacan varias iglesias (Igreja da Conceiçao, Igreja da Nossa Senhora do Carmo…), la Torre do Relógio, la Praça da República… Todo está muy concentrado en poco espacio, por lo que con medio día se pueden descubrir casi todos los encantos de la ciudad (aunque con toda seguridad la mayoría de sus visitantes querrán repetir más días).
La parte de la marina es la que concentra la mayor parte de vida y turistas. Es también a donde llegan los ferrys de otras islas y los grandes cruceros transatlánticos que hacen su parada facultativa en la isla de Faial.
En el espigón se acumulan una inmensidad de dibujos de la gente que ha llegado en barco a lo largo de los años, alimentando la creencia de que la única forma de continuar una navegación segura es dejando una marca en ése alargado trozo de cemento.
¡Parece realmente una galería de arte espontáneo!
Miradores y Lugares con Encanto
Por toda la isla hay numerosos miradores con vistas estupendas o bonitos sitios naturales en los que vale la pena parar y dejar pasar el tiempo. Éstos son algunos de los que hemos visitado:
Praia de Porto Pim
Horta tiene dos playas situadas en los extremos norte y sur de la ciudad. La playa del norte, muy cerca de la termina de los ferrys, es pequeña y con mar más bravo que la otra (lo que hace que el agua esté también más limpia). La del sur es la Praia de Porto Pim, de unos 300 metros de longitud y con agua muy tranquila por encontrarse en el centro de la bahía.
Se puede llegar andando desde cualquier punto de la ciudad y está arropada por el Monte Queimado y el Monte da Guía. No es la mejor playa del mundo, pero para ser una playa urbana de arena volcánica no está nada mal.
Eso sí, hay que tener cuidado con las medusas. A veces alguna carabela portuguesa se cuela en la bahía y llega a la playa, pero también pueden aparecer medusas más corrientes y en grandes cantidades.
Ponta Espalamaca y Praia do Almoxarife
Conduciendo unos pocos kilómetros al norte desde Horta se llega al mirador de Ponta da Espalamaca. Desde aquí hay una buena vista de la ciudad, el puerto y del verdor que hay una vez se sale de la ciudad.
Continuando la carretera podemos desviarnos hacia la Praia do Almoxarife, quizás la más importante de la isla, rodeada de bonitas casas con jardines. Es un buen lugar para relajarse en la arena y darse un buen baño bajo la constante mirada de Pico.
Nosotros no pudimos quedarnos mucho tiempo porque soplaba un viento de aúpa, pero al menos nos sirvió para descubrir que los socorristas se llaman «Nadador Salvador», un nombre a la par gracioso y perfectamente descriptivo.
Miradores de Cabouco y de Ponta Furada
El primero está muy cerca de la Caldeira de Faial. Llegando en coche al parking de la Caldeira, hay un desvío a la derecha señalizado que conduce al Miradouro do Cabouco. Si el día está despejado las vistas de Horta, Ponta da Espalamaca y Praia do Almoxarife son perfectas y ya, con suerte, si la Ilha de Pico no tiene su constante nube tapando la montaña, una parada aquí es obligatoria.
Un día volviendo de Capelinhos vimos un par de coches parados en el arcén en la zona de Feteira (cerca de Horta). Nos bajamos y descubrimos que había un bonito mirador orientado hacia unas zonas rocosas con algún que otro arco creado de forma natural en la lava (Ponta Furada).
El agua además era más que cristalina y, mirando al fondo, se llegaba a ver sin problemas el Monte da Guía y la Ilha do Pico.
No teníamos ni tiempo ni bañador pero parece una zona perfecta para darse un buen chapuzón o para pasar remando en kayak.
Praia da Faja y Ponta do Varadouro
La Praia da Faja es una playa de arena negra sitauda al noroeste de la isla al pie de unos preciosos acantilados totalmente verdes. Cuando llegamos no había nadie ya que el mar estaba algo salvaje (y se había comido un buen trozo de playa) y soplaba un viento muy agradable para caminar pero no para estar tomando el sol.
Un señor local nos comentó que cuando el día se pone así todo el mundo se va a las cercanas Furnas (piscinas naturales) de Ponta do Varadouro. Éste tipo de piscinas es un clásico de las Azores (al menos de todas las islas que visitamos) y la verdad es que están muy bien.
Se construyen aprovechando formaciones de lava preexistentes junto al mar y se adaptan con algún que otro pequeño muro y escaleras para que el agua se renueve de forma natural (entrando y saliendo) pero de forma que si hay oleaje se pueda disfrutar del baño sin ningún peligro.
Resumiendo: un lujo. ¡Y gratis!
Peter Cafe en Horta
Por lo que hemos podido comprobar el Café de Peter es todo un clásico de la isla. Está muy bien situado: en Horta, justo delante del puerto, y siempre tiene un bullicio de gente bastante atractivo.
La verdad es que es un sitio muy agradable para tomar algo o cenar. La comida es buena, a un precio razonable y muy variada.
Rutas en Faial
Quizá no sea la isla con más recorridos para hacer a pie, pero algunos de los que tiene son espectaculares. Los trekkings de Faial son, en general, relativamente sencillos en cuanto a desnivel y están muy bien señalizados (como en todas las islas).
Salvo el mega-trekking que cruza la isla de este a oeste, los demás son perfectamente combinables con cualquier otra actividad, ya que ninguno ocupa más de media jornada.
¡Caminar en Faial entre volcanes milenarios y modernos atravesando su frondosa vegetación es un sueño para cualquier amante de la naturaleza!
Para saber más sobre las rutas de la Caldeira, Capelo-Capelinhos, Entre Montes y Morro do Castelo no te pierdas la entrada Faial (II): De los Pies a la Cima del Volcán.
Mientras tanto, un aperitivo: