Ruta al Ibón de Estanés atravesando el valle de Aguas Tuertas junto a la Selva de Oza en el Valle de Hecho (Huesca) siguiendo el GR-11.
Información del Recorrido
- Duración: 6-7 horas (10 de septiembre)
- Zonas Visitadas: Pirineo Aragonés, Valle de Hecho, Selva de Oza, Aguas Tuertas, Ibón de Estanés
- Kilómetros Recorridos: 21 kilómetros (ida y vuelta)
- Desnivel Total Acumulado: 780 metros de subida y 780 metros de bajada
- Puntos de Altitud Máxima y Mínima: 1900 m / 1350 m
- Puntos Fuertes: Aguas Tuertas, Ibón de Estanés, Río Aragón-Subordán
Resumen de la Ruta
Esta ruta está enclavada en el Parque Natural de los Valles Occidentales del Pirineo Aragonés. Es una zona con picos no muy altos (bastante por debajo de 3000 metros) pero de enorme belleza por sus contrastes de piedra y vegetación.
A medida que vamos ganando altitud desde el inicio de la ruta, empiezan a escasear los árboles hasta desaparecer por completo, dando lugar a la inmensa pradera del Valle de Aguas Tuertas. En la época veraniega hay bastante ganado (vacas y caballos) pastando libremente, disfrutando del tiempo que les queda hasta que empiece el invierno y tengan que ser trasladados a los establos.
Aquí se puede distinguir perfectamente el punto en el que los prados dan paso a la parte final de los picos, muy rocosos, originando formaciones muy curiosas como si de grandes fortalezas se tratase (destaca en las cercanías el famoso Castillo D`Acher con 2390 m de altitud).
Después de atravesar este valle, una progresiva subida siguiendo un sendero bastante bien marcado nos llevará hasta el punto más alto de la ruta, desde el que podremos ver por primera vez el Ibón de Estanés siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan.
No queda más que bajar hasta los pies del Ibón, para lo que podemos seguir diferentes caminos sin ninguna dificultad.
El Itinerario Paso a Paso
Para llegar al punto de inicio, tenemos que dejar atrás la localidad de Hecho y continuar por la carretera A-176 hacia Siresa. La carretera se irá convirtiendo en un pequeño desfiladero atravesando el impresionante bosque de la Selva de Oza en el Valle de Hecho. Llega un momento en el que la carretera se transforma en una pista forestal bastante destartalada (muchas piedras, gravillas y boquetes) por la que hay que continuar varios kilómetros hasta llegar al parking final (de 35 plazas según un cartel indicativo) del Valle de Guarrinza, situado a 1350 metros de altitud.
Desde aquí, empezaremos a caminar continuando la pista forestal. Poco después, las indicaciones nos indican un pequeño desvío más directo hacia lo alt siguiendo las señales blancas y rojas del GR-11, y tras un suave ascenso llegamos hasta un pequeño refugio (1620 m) desde donde podemos contemplar una preciosa panorámica del Valle de Guarrinza.
Continuamos con una breve bajada situada a los pies del refugio para entrar de lleno en el Valle de Aguas Tuertas (1600 m aprox.). La primera sensación es de inmensidad total.
Estamos ante un inmenso prado verde en un valle de unos 3 kilómetros de longitud, atravesado en su totalidad por el nacimiento del río Aragón-Subordán que va formando a su paso unos curiosos meandros que pueden dificultar ligeramente el camino según la época del año y el nivel del agua.
A medida que caminamos nos vamos encontrando con los verdaderos habitantes del valle: el ganado que habita la región en los meses de calor en total armonía con el medio y con ellos mismos.
Al final del valle comenzaremos a ascender de nuevo hacia la izquierda, siguiendo las indicaciones hasta encontrar un sendero algo rocoso que nos irá llevando poco a poco y hacia arriba hasta el punto más alto de la ruta (1900 m)
Una vez en este punto, podemos contemplar finalmente la primera instantánea del precioso Ibón de Estanés, situado a 1754 metros de altitud y de origen glaciar, aunque actualmente se encuentra represado como muchos otros ibones del Pirineo.
No es nada complicado bajar hasta los pies del Ibón. Se puede realizar este descenso por cualquier paso que parezca accesible para llegar a la base del mismo y contemplar sus cristalinas aguas y el reflejo de las montañas que lo rodean. Es un sitio ideal para tomar un buen descanso y zambullirse de lleno (no en el ibón) en la tranquilidad del lugar.
Desde aquí, el camino de regreso se realiza deshaciendo nuestros pasos y volviendo por el mismo camino, de nuevo, hasta el aparcamiento de Guarrinza. Lo bueno que tienen las rutas no-circulares (ida y vuelta de toda la vida, vamos) es que nos dan la posibilidad de disfrutar de las vistas del recorrido en ambos sentidos, ya que a veces vamos con el piloto automático puesto y nos olvidamos de mirar atrás. Así, en el tramo de regreso, pudimos ver el valle de Aguas Tuertas desde este increíble punto estratégico.
Como íbamos muy bien de tiempo, en el camino de vuelta me detuve con más paciencia a fotografiar la fauna del lugar, desde lo más grande a lo más pequeño.
En resumen, una ruta completa por todo lo que tiene y que ofrece buena desconexión si lo que se busca es tranquilidad (para eso conviene empezar bastante temprano, nosotros llegamos al parking de Guarrinza a las 8.30 de la mañana).
Los Pirineos no dejan de sorprenderme. Tan cerca y a la vez con tanto por descubrir para todos los gustos e intensidades. Me quedo con ganas de la próxima incursión 😉
¡Hasta pronto!
¡Que bella es la naturaleza!, y cuantos «crímenes» se cometen en preciosos parajes por la avaricia de unos pocos que intentan disfrazarlos con el manto del progreso…..
Maria
Me gustaLe gusta a 1 persona
Menos mal que aún quedan sitios así… ¡tenemos que disfrutarlos antes de que nosotros mismos nos los carguemos!
Me gustaMe gusta