Preparación, Motivo del Viaje, Información Previa, Equipaje e Itinerario Inicial para viajar de forma independiente a uno de los destinos más demonizados por occidente. Espero que las puertas de Irán se abran amablemente como en todas las experiencias que he leído y me deslumbre con todos sus encantos.
Información Básica del Viaje
- Duración: 23 días (09 de abril de 2017 – 01 de mayo de 2017)
- País: Irán
- Zonas Que Seguro Visitaré: Tehran, Isfahan, Yazd y Shiraz.
- Otras Zonas en Mente: Golfo Pérsico, Kurdistan, Kerman, Valle de Alamut.
La Idea de este Viaje
Irán será la última parada de un viaje de casi tres meses por Asia y supondrá el último contraste cultural y paisajístico de mi idea de «3 paises, 3 paisajes, 3 culturas». Después del budismo y el intenso color verde de Sri Lanka y el hinduismo y las espeluznantes montañas de Nepal, Irán será un cambio radical: islam y desierto.
Estoy seguro de que a mucha gente le pasa o pasaba lo mismo que a mí hasta que me puse a investigar un poco sobre el país y a leer crónicas de gente que ya había estado. Irán era en mi cabeza «un país de esos de oriente medio», donde podrían entrar en el mismo saco Irak o Afganistán.
Estoy seguro de que allí voy a convencerme de que esto es completamente erróneo y que a pesar de tener un gobierno religioso cuasi-dictatorial, será cierto que la gente no es fundamentalista y que sus joyas históricas y arquitectónicas me dejarán (nunca mejor dicho) de piedra.
Aún así el 95% de la gente que conozco piensa que estoy más que loco y chalado por ir a Irán, por ir al «eje del mal». Pero mis instintos me dicen que sea como sea lo que voy a vivir allí será único e irrepetible (¡y seguro que en el buen sentido!)
Por lo tanto me voy a Persia con mi amiga Noe (los dos primeros tercios del viaje, la parte final continuaré solo) a dejar atrás prejuicios y leyendas urbanas y empaparme de lleno delo que una zona por la que han pasado tantas culturas y civilizaciones a lo largo de la historia tiene que ofrecerme.
¡Rumbo a Persépolis!
Un Poco de Historia de Irán
La historia siempre ha sido mi punto débil desde el colegio. No porque no la entendiese, sino por lo difícil que me resultaba retener (a pesar de que considero que tengo bastante buena memoria) toda esa información y ser capaz de ir hilando una historia coherente de todas las civilizaciones que nos querían meter en el coco.
Viajando he descubierto que realmente me apasiona conocer el pasado y presente de los sitios que visito. Es la única forma de entender la cultura y forma de vivir actual: conocer los eventos y personas que han llevado a, por ejemplo Irán, ser cómo es hoy en día.
Por este motivo antes de hacer la mochila intento leer algo sobre la historia del país y sus costumbres, para llegar con los deberes hechos y entender y disfrutar desde el primer momento lo que el país tiene que contarme y ofrecerme.
Con Irán ha resultado ser muy complicado. Su historia es demasiado compleja. ¡Es que estamos hablando de una de las mayores cunas de la civilización clásica y moderna! En resumen podríamos decir que casi todo el mundo ha pasado por esta tierra. Han ido y venido, han luchado, se han asentado, se han enfrentado entre ellos y con nuevos invasores, han erigido imponentes ciudades destruidas por los siguientes que decidieron dejarse caer por la zona, y así continuamente y vuelta a empezar.
La historia de Irán es un batiburrillo de grandes conquistas, famosos héroes y decenas de culturas. Vamos, que para los que somos mindundis en historia resulta difícil de entender, pero aún así considero esencial leer algo antes de ir para ser consciente de la realidad.
Antes del Imperio Persa
Se tiene constancia de que hace 6000 años había ya asentamientos en lo que actualmente es Irán. Destacaron los Elamitas que estaban tan cercanos a Mesopotamia y los Sumerios que las confrontaciones estaban casi a la orden del día.
Sobre el siglo XII a.C. empezaron a asentarse tribus indo-europeas procedents del norte. Se comenzó así a fraguar un pequeño caldo de cultivo que pronto daría paso a uno de los más grandes imperios que ha conocido el planeta.
El Primer Gran Imperio Persa
En el siglo VII a.C. Aquemenes (personaje medio legendario), rey de una de estas tribus persas, creó un estado unificado en el sur de Irán (El Imperio Persa Aqueménida) que pronto se convirtió en el más grande que el mundo había conocido hasta la fecha.
Algo más tarde, en el año 525 a.C., el heredero del imperio, Cambyses, siguió extendiendo las fronteras conquistando gran parte de Egipto e incluso adentrándose en parte del territorio de Libia. Murió misteriosamente pocos años después y Darío I (un pariente lejano) ganó el trono después de algún que otro confrontamiento interno.
Viendo lo difícil que era gobernar un imperio tan vasto, lo dividió en 23 provincias, creó un sistema monetario único y adoptó una lengua común. La espeluznante Persépolis data de esta época. Fue concebida como núcleo religioso y ceremonial del imperio.
Darío aún fue más allá… extendió el imperio hasta India y llegó a acariciar el río Danubio en Europa, uniendo las esquinas de sus tierras con modernas carreteras pavimentadas y caravanserais (pensiones de carretera de la época) en puntos estratégicos para los viajeros.
El Declive de Un Gran Imperio
La gloriosa época del imperio iniciado por Aquemenes empezó a ver su fin en el siglo V a.C. Las colonias griegas se rebelaron contra el gobernador de la región, por lo que Darío decidió invadir la península griega para dar ejemplo de lo que se debía y no debía hacer. Pero le salió el tiro por la culata…
Sus ejércitos sufrieron una terrible derrota en la Batalla de Marathon cerca de Atenas y Darío murió poco después. Su hijo, Xerxes, fue derrotado también en Salamis en Grecia en el año 480 a.C. continuando el declive que aún duraría más de cien años.
Fue Alejandro Magno el que puso fin definitivamente al imperio persa en ese momento liderado por Darío III. Para celebrar su victoria pasó varios meses en Persepolis hasta su discutido incendio (se especula que pudo ser el resultado de una venganza de Alejandro por la destrucción de Atenas a manos de Xerxes o, simplemente, el resultado de una auténtica fiesta de pura borrachera).
Sea como sea, el imperio había llegado a su fin.
El Segundo Imperio Persa: Nuevos Clanes
El imperio de Alejandro Magno fue dividido entre tres dinastías tras su muerte en el año 323 a.C. La parte persa quedó bajo el control de los Seleúcidas de Macedonia y poco a poco el griego se convirtió en la lengua principal y la cultura griega se impuso a la antigua persa.
Sin embargo pequeñas minorías comenzaron a cargarse el aparente buen sistema que tenían montado, en concreto los Partia, que estaban establecidos entre el Mar Caspio y el Mar de Aral. Junto a su rey Mitrídates (siglo II a.C.) restituyeron de alguna manera el antiguo imperio Persa llegando hasta el Éufrates en el oeste y Afganistán por el este.
La historia volvió a repetirse con los Sasánida, una pequeña dinastía de la Provincia de Fars. Ardacher I los llevó a reemplazar a los Partias en el control del imperio llegando a suponer incluso una seria amenaza para el Imperio Romano.
En el siglo III d.C. el hijo de Ardacher, Sapor I, luchó continuamente con los romanos llegando a vencer en Édessa en el año 260 d.C. hasta el punto de tomar como prisionero al emperador.
Poco a poco este imperio empezó también a debilitarse en parte por los continuos conflictos con el Imperio Bizantino. La progresiva degradación en fuerza de batalla y control político les dejó en un estado imposible de resistir la llegada de los árabes en el año 633 d.C.
Toc Toc: Llegan los Árabes y los Sucesivos Cambios
Llegaron y derrotaron a los Sasánidas en el año 637 sin demasiado problema. Los Persas no se opusieron tampoco demasiado a adoptar la cultura y religión islámicas, dejando atrás el Zoroastrismo (salvo núcleos fundamentalmente en Yazd y Kerman). Los árabes por su parte adoptaron la arquitectura y estilo artístico dejado por los Sasánidas.
El año 680 es muy importante para entender la diferencia entre Irán y otros países árabes. Imam Hossein, hijo de Imam Ali, es asesinado, marcando la irrecuperable brecha entre los Sunitas y los Chiítas. Una revolución Chiíta en el año 750 llevó a la Dinastía Abasí a tomar el control fijando la capital cerca de Bagdad. Sin embargo su poder se debilitó en el siglo IX dando paso a dinastías locales que no pudieron resistir la llegada de los Selyúcidas.
Estos turcos entraron con fuerza llegando a Isfahan en 1051. Su control duró realmente poco pero supuso un importante empuje en el arte, literatura y ciencia.
Tras una progresiva etapa de fragmentación, en el siglo XIII los Selyúcidas vieron su verdadero final con la llegada de los mongoles de Genghis Khan que se lo llevaron todo por delante (incluidas muchas cabezas). El nuevo imperio mongol se extendía desde China a Turquía.
Este nuevo imperio se fragmentó con la llegada de Tamerlán a finales del siglo XIV. Murió unas décadas después dando paso una vez más a que el imperio se tambalease por su propio peso.
A la Tercera va la Vencida: ¡Nuevo Imperio!
Los Safávid empezaron como una poderosa secta de Chiítas y acabaron dominando el corazón de la antigua Persia. Ismail Safavi gobernó como Shah de Persia a principios del siglo XV. Esta nueva dinastía llegó a su apogeo con el Shah Abbas I (Abbas el Grande) a principios del siglo XVI que creó lo que hoy se considera el Tercer Imperio Persa.
Se proclamó definitivamente el Chiísmo como la religión del estado, se dio un repunte a la arquitectura y arte Persa y se establecieron puntos de comercio con Europa.
La situación se mantuvo hasta 1722 cuando los Afganos sitiaron Isfahan (en ese momento la capital) hasta tomar control de la ciudad matando a miles de personas. En 1729 el megalómano Tahmasp Qoli rescató el imperio y gobernó como Nader Shah hasta su asesinato en 1747. Karim Khan Zand subió al poder, pero por poco tiempo.
Los Qajars y los Pahlavis, las Últimas Dinastías
Tras la muerte de Karim Khan los Qajar se unieron y pusieron la nueva capital en Tehran. Comenzó un período terrible para Irán. Les gustaba demasiado el arte y el lujo, gastando demasiado dinero público para sus propios vicios.
Distintos problemas internos y terribles pactos económicos con potencias extranjeras llevaron a un enorme desencanto con el Shah Mohammad Ali, que tuvo que abdicar a principios del siglo XX en favor de su hijo.
En 1921 un golpe de estado desplazó definitivamente a los Qajar convirtiendo al oficial militar Reza Khan en el nuevo gobernador, autoproclamándose primer Shah de la Dinastía Pahlavi. Intentó modernizar Irán en muchas facetas, incluyendo la situación de la mujer. Como consecuencia el chador se convirtió en una prenda ilegal y promulgó el estilo de vestir occidental.
Durante dos décadas se creó muchos enemigos y en 1941 acabó exiliándose en Sudáfrica hasta su muerte poco después. Los británicos intercedieron para que su hijo de 21 años, Mohammad Reza, le sucediese.
Los sucesivos escándalos con el petróleo iraní llevó al Dr. Mohammad Mossadegh a tomar el puesto del primer ministro Ali Razmara asesinado en 1951 con la promesa de repatriar la compañía petrolífera y el dinero del país. Sin embargo, fue destituido en 1953 en un golpe de estado orquestado por la CIA y Reino Unido.
En los siguientes años Irán continuó adentrándose en el siglo XX, llevando a cabo la emancipación de la mujer y otras reformas sociales vistas con mucho recelo por la sección más conservadora de la sociedad.
La Revolución de 1979
Desde el establecimiento de la Dinastía Pahlavi se empezó a forjar una resistencia que se incrementó en los últimos años debido a muchas concesiones que el Shah hizo a Estados Unidos.
La oposición total vino fundamentalmente de la clase trabajadora obrera y los comunistas, pero también de varios grupos islámicos. Todos querían desbancar al Shah. El Ayatollah Khomeini había emergido ya como cabecilla de la oposición al Shah en los años 60, ocasionando su exilio.
Se cree que fue el principal artífice de la revolución, pero parece ser que realmente la mayoría del movimiento vino a cargo de los sindicatos, comunistas y la clase media de la sociedad iraní. Khomeini simplemente fue lo suficientemente inteligente y estratega como para robar la revolución.
El Shah se exilió finalmente el 16 de enero de 1979. Khomeini volvió a Irán ese febrero prodigando la visión de una nueva Irán libre de influencia extranjera.
En las sucesivas semanas pasaron muchas cosas que escapan a mi entendimiento, pero la realidad es que en marzo de 1979 un 98% de la población apoyó en referéndum la formación de una República Islamisata con Khomeini como líder supremo.
En noviembre de ese mismo año un grupo de estudiantes tomaron la embajada de Estados Unidos reteniendo a 52 miembros como rehenes durante 444 días.
La Guerra Irak-Irán y el après-Khomeini
Saddam Hussein vio en 1980 una oportunidad de oro de hacerse con el control de una zona de Irán rica en petróleo aprovechando el caos que estaba viviendo el país.
La guerra fue devastadora para Irán, que estaba mucho peor equipada y apoyada que Irak. Millones de iraníes perdieron sus hogares y trabajos hasta que se firmó un alto el fuego en 1988.
Khomeini murió poco después y su puesto de líder supremo fue heredado por el anterior presiente, Ali Khamenei, que sigue aún en activo.
Irán después de La Guerra
Irán ha vivido uno de sus peores momentos en la era Ahmadinejad, presidente desde 2005 hasta 2013. Aunque Irán tiene presidente es realmente el líder supremo el que maneja los hilos y, además, quien se quiera presentar a la presidencia debe tener su visto bueno.
Mahmoud Ahmadinejad fue durante muchos años uno de los peores enemigos de Irán, diezmando aún más su imagen exterior y siendo cabeza de un gobierno muy corrupto. Se hizo muy visible internacionalmente por sus comentarios rozando la locura.
En 2013 Hassan Rouhani se hizo con la presidencia. Más moderado, progresista y reformista que Ahmadinejad, pero también un hombre religioso y perteneciente al sistema, es cierto que se ha propuesto impulsar nuevas reformas y ampliar las libertades pero todos estos intentos se han visto frenados por el Ayatollah.
Como dije antes, Irán es un país complicado de entender, con una historia y situación actual llena de contrastes, que a la vez hacen que resulte fascinante ir allí a conocer todo de primera mano.
Cosas Importantes Que Preparar Antes De Ir
El seguro: al viajar a países tan remotos y no populares es necesario tener una buena cobertura sanitaria que, al menos, cubra 30.000€ de gastos y la repatriación en caso de enfermedad grave. A mi parecer también es vital tener claro que, en caso de tener que usarlo, no habrá que adelantar dinero, si no que se harán cargo de todo los del seguro directamente (esto me parece bastante importante ya que no todos los seguros médicos que se ofertan por ahí funciona así). Además es obligatorio a la hora de sacar el visado demostrar que se tiene un seguro médico para entrar en el país.
Las vacunas y enfermedades: Irán es casi como viajar por Europa en cuestión de enfermedades. No hay ninguna vacuna obligatoria para ir ni ninguna vacuna exótica que se salga de las habituales del calendario de vacunación de España. Tétanos, Difteria, Polio, Hepatitis B… En este aspecto es muy seguro y sencillo ir a Irán. Se puede revisar la lista de vacunas recomendadas en la web Viajar Seguro ya que la llevan médicos especializados a los que además les gusta viajar y saben de lo que hablan.
Las condiciones sanitarias del país son bastante buenas y es seguro beber agua del grifo.
Registro de Viajeros: es una herramienta que permite la localización de los que viajamos en el caso de alguna emergencia grave. La inscripción se realiza por internet y es completamente gratuita. Como complemento a esto siempre está bien tener a mano la dirección y teléfono de la embajada española más cercana al itinerario de nuestro viaje. En este caso, la cancillería está en Tehran:
Visado: la información es algo confusa, pero parece ser que desde hace algo más de un año se puede obtener el visado on arrival en los aeropuertos más importantes de Irán. Se necesita llevar una fotografía, el certificado de tener seguro médico y la confirmación de la primera reserva de hotel. El precio para los europeos es de 75€. Antes el proceso de expedición del visado de Irán podía durar casi dos meses, era mucho más caro y había que hacerlo antes de ir. Intenté ponerme en contacto con la embajada para cerciorarme de que el visado on arrival sí funciona, pero no conseguí que me nadie cogiese el teléfono ni contestan a los emails. Espero no tener problemas, jejeje… ¡Lo comentaré en la primera entrada desde Irán!
El Equipaje
Irán es la última parada de mi viaje combinado por Sri Lanka, Nepal e Irán. Hará en general bastante calor, sobre todo fuera de la zona norte y de Tehran (ahí espero unos 20 grados de media). Puesto que en esos tres países tengo pensado hacer actividades bastante diferentes (visitar antiguas ciudades y sus templos, safaris en parques naturales, playa, rutas de senderismo, trekkings exigentes, etc.) es importante que la ropa sea versátil y técnica para poder adaptarme a todos los planes.
En concreto el clima de Irán en abril se puede resumir en una palabra: calor (dependiendo de la zona del país, se puede pasar de los 20 a los 35 grados sin ningún problema). En general, la zona norte tiene un clima parecido al norte de España, pero sin tanta lluvia, con inviernos fríos y veranos cálidos. El centro del país es bastante cálido sobre todo de marzo a octubre, y la zona del golfo pérsico es siempre muy calurosa (en invierno rondando los 15-20 grados y en verano 40).
Me llevo todo en una única mochila Deuter de 42 litros y otra de 20 litros algo más ligera que es la que llevaré conmigo en los vuelos con las cosas importantes y la que utilizaré a diario para moverme libremente y sin peso con lo esencial (documentación, gorra, cámara, agua, guía…). Llevo también una mochila ultra-light de 20 litros que se comprime y cabe en un saquito de 7 cm x 7 cm (y pesa 200 gramos) para usos múltiples.
Con todo, llevaré para el día a día…
- Sandalias de trekking/caminar (sirven para ciudad y pequeñas rutas de montaña)
- 1 pantalón de trekking de verano de 2 piezas
- 1 pantalón corto de lino
- 2 camisetas de manga corta de algodón y 2 sintéticas
- 1 camiseta de manga larga de algodón
- 1 pantalón de chándal (que vale como pijama)
- 3 juegos de ropa interior
- 1 bañador
- Chanclas
…y, pensando en las noches y trekkings de Nepal…
- Botas de trekking de caña alta (el tobillo bien fijo en el Himalaya)
- 1 pantalón de trekking de primavera cortavientos
- 1 mallas térmicas
- 1 camiseta interior térmica de manga larga
- 1 polar
- 1 cortavientos
- 1 chubasquero
- 1 par de guantes finos
- 1 buff
- Gorra con cubre-nuca
- Gafas de sol
…y también otras cosas importantes (algunas más que otras)…
- Minibotiquín básico primeros auxilios con medicamentos y crema solar
- Toalla de secado rápido
- Saco-sábana para dormir
- Mosquitera y repelente para mosquitos (ultrafuerte)
- Cámara de fotos Reflex con trípode portátil y Cámara estilo GoPro
- Tablet con mini-teclado plegable y auriculares
- Guía de Sri Lanka (y de Irán, la de Nepal la llevo en pdf)
… y ya por último, mi colección de «aparatejos» que facilitan el camino:
- Almohada de cuello inflable en forma de media luna
- Adaptador de enchufe
- Cargador con tres clavijas USB (¡así solo llevo uno!)
- Cuerda de tender ropa de viaje (funciona sin pinzas)
- Batería externa de 10000 mAh con cargador solar
- 3 en 1 cuchara-tenedor-cuchillo
- Navaja Opinel (sirve para todo)
Otra Información Importante
Moneda: La moneda oficial de Irán es el Rial Iraníl (IRR), pero parece ser que todo el mundo allí se maneja en la antigua moneda, los Tomanes. Unos días antes de llegar, el cambio es aproximadamente el siguiente: 1 € = 36.500 IRRR, por lo que más o menos 5 € = 200.000 IRR. Hay billetes de 1.000, 2.000, 10.000, 20.000, 50.000, 100.000, 500.000 y 1.000.000 Riales y las monedas más comunes son de 1000, 2000 y 5000 Riales. Es imprescindible tener en cuenta el cambio a tomanes: un tomán equivale a 10 riales.
Los cajeros están bastante extendidos por el país, peeero… las tarjetas de débito y crédito extranjeras no funcionan en Irán ni en tiendas ni en cajeros debido a las sanciones económicas. Hay que llevar dinero en metálico y cambiar. Ni tarjetas, ni cheques, ni nada de nada: puro billete.
Electricidad: La corriente es de 230V y 50Hz y los enchufes son como los españoles (tipo C).
Idioma: Se habla farsi en todo el país. Ojo: no es árabe. Los iraníes pueden sentirse insultados si se les cataloga como árabes en cualquier ámbito. El farsi se escribe con letras árabes y también de derecha a izquierda, pero el idioma es completamente distinto. Los números son también árabes (conviene aprenderse los símbolos para manejarse bien) y se escriben de izquierda a derecha.
Clima: Las diferencias climáticas en Irán se basan fundamentalmente en estar al norte o al sur. Al norte, cerca de los grandes Alborz que superan los 5000 metros de altitud y cerca del Mar Caspio hay un clima parecido al norte de España. Inviernos fríos, veranos cálidos, y con más humedad que en la zona central del país. A medida que vamos hacia el sur los desiertos hacen acto de presencia. Clima seco y cálido buena parte del año, pero fresco en invierno. La zona del golfo pérsico es fundamentalmente cálida, y abrasadora en verano. La época del año que reúne condiciones más óptimas para visitar todo el país es el mes de abril.
Zona horaria: La hora oficial es UTC + 3 1/2; es decir, 3 horas y media más que Greenwich lo que se corresponde con 2 horas y media más que la Península.
Población: 80.000.000 personas en 1.650.000 km cuadrados (lo que equivale a un poco más de tres veces España… ¡casi ná!). Predomina evidentemente el Islam Chiíta (90% de la población) y en un lejano segundo puesto el Sunita (10%).
El Itinerario Inicial
A Irán aterrizaré después de casi dos meses de viaje en solitario por Asia. Mi amiga Noemí se unirá a mí el primer día en Tehran y recorreremos juntos dos semanas de ruta. Sabemos que empezaremos en Tehran y terminaremos en Shiraz, y por el medio tenemos más o menos las ideas fijas, pero nunca se sabe… Vuelo desde Kathmandú a Tehran con escala en Omán (Oman Air, 250 € sólo ida), aunque desde España se puede conseguir vuelo de ida y vuelta por unos 300€ más o menos. No hay vuelos directos desde España, las escalas más habituales son en Roma o Estambul.
Hay tres básicos que tengo en mi cabeza con respecto a Irán: mezquitas (por supuesto), palacios (con tanto Shah…), gente y cultura (la gente de Irán es famosa por su hospitalidad) y naturaleza (desde verdes praderas y altas cumbres a puros desiertos). Para más o menos poder entrar en contacto con todo esto, he pensado en…
- Pasar 2 días en la capital, Tehran, metrópolis de más de 15 millones de habitantes pero que parece que tiene sitios muy interesantes para visitar.
- Visitar con calma (3 días) Isfahan, centro del turismo de Irán.
- Pasear por una de las ciudades más antiguas del país y del mundo, Yazd (2 o 3 días) rodeada de interesantes pueblos, templos y sitios naturales.
- Bajar hasta Shiraz (3 días), núcleo cultural y población más cercana a Persepolis, un absoluto must de cualquier viaje por Irán.
- Después de Shiraz… ¡ya se verá!
Pero esto es sólo una idea inicial. Sólo llevamos reservada la primera noche en un hotel de Tehran. Intentaremos usar couchsurfing siempre que podamos y valernos de la sabiduría popular y consejos de la gente para planificar el resto de nuestro itinerario.
Con una reputación mundial terrible pero en lo más alto del ranking de los viajeros, ¡Irán nos espera!