Es imposible no pensar en Tailandia cuando se habla del Sudeste Asiático. Aunque yo llegué a este gigante con la mera intención de utilizarlo como campamento base para desplazarme a sus países vecinos, he de reconocer que acabó cautivándome más de lo que esperaba. Hay mucho por descubrir (tanto en las rutas trilladas como en los itinerarios menos conocidos) en este bonito y amigable país cuya atmósfera hace que cualquier tipo viaje parezca fácil y agradable.
Resumen del Viaje
Tailandia surgió como el eje pivotal para permitirme visitar con comodidad tres de sus vecinos: Myanmar, Laos y Camboya. Sin embargo, la inmensidad de oferta de conexiones aéreas, la facilidad para cruzar sus múltiples fronteras terrestres y (por supuesto) su tremenda oferta de destinos culturales y paisajísticos, hacen que resulte muy atractivo poner la chincheta en el rey del turismo de esta esquina del mundo.
Dentro de mi viaje de 3 meses por el Sudeste Asiático pasé tres veces por Tailandia: al inicio, en el medio y al final. Cada una de estas incursiones me permitió conocer una región diferente a las anteriores, dejándome con apetito para repetir en el futuro con aún más tiempo y calma.
Al final he dedicado…
- 4 días a Bangkok y Ayutthaya
- 4 días a Chiang Mai y Chiang Rai
- 5 días a Koh Tao
Acompáñame en estos 13 días intercalando los encantos de Tailandia con los de sus países vecinos y recorriendo un sinfín de templos y paisajes en tres regiones muy diferentes del país.
Diario de Viaje e Itinerario: Paso a Paso (Enlaces)
La primera etapa de mi viaje empezó en Bangkok, ciudad en la que aterricé e inicié mi gran viaje de tres meses por Asia. La segunda etapa llegó después de pasar un mes en Myanmar, y me llevó a visitar Chiang Mai y Chiang Rai. Finalmente, la tercera etapa sirvió para cerrar este magnífico recorrido con una relajante estancia en la isla de Koh Tao.
Bangkok puede abrumar al llegar: es una enorme megalópolis con infinitos contrastes, por lo que conviene centrarse, ubicarse, tener claro qué se quiere visitar y distinguir las distintas zonas de la ciudad.
Los grandes templos y callejones de Bangkok son parte fundamental de su encanto. Es necesario encontrarlos (los templos), pero también perderse (por los callejones) para exprimir al máximo esta experiencia.
Las partes menos conocidas y transitadas de la ciudad también sorprenden. El contraste es todavía mayor cuando se atraviesa la ciudad en una misma jornada, ya que se pasa de zonas de rascacielos a pequeñas chabolas junto al río. ¡Sorprendente!
Imprescindible. Recorrer estas impactantes ruinas en bicicleta y de manera independiente (sin recurrir a ningún tour) ha sido uno de los grandes aciertos del viaje.
La diferencia fundamental entre Bangkok y Chiang Mai es el ritmo de vida. Esta última es más tranquila, agradable para pasear e ideal para disfrutar de sus encantos sin mirar el reloj.
Todavía más tranquila que su hermana mayor Chiang Mai. Una región muy interesante en la que me gustaría haber pasado más tiempo (pero no disponía de días ya que tenía que juntarme con mi amiga Isa en Luang Prabang para empezar nuestro recorrido de norte a sur por Laos).
¿Puede haber una mejor forma de finalizar un viaje de casi tres meses que pasando cinco días de absoluto relax en una pequeña isla tropical del Golfo de Tailandia? Yo creo que no.
Todo este loco itinerario (aviones, barcos, autobuses, entradas y salidas) ha sido mi paso por Tailandia:
Información Post-Viaje
Entrada y Salida del País
Entrar y salir de Tailandia es realmente sencillo. Para los europeos no hay ningún tipo de requisito previo ni de necesidad de visado. La única condición que hay para el cruce de frontera por tierra es que están limitados a 3 por año. Es decir, se puede entrar en Tailandia tantas veces como queramos si lo hacemos en avión, pero solo 3 veces en un mismo año si cruzamos por tierra (de todas formas, no sé yo si esto lo tendrán muy controlado…).
A mí esto me venía muy bien, ya que mi intención en todo momento era cruzar dos veces la frontera por tierra: desde Myanmar y desde Camboya. Ambas experiencias fueron buenas y no tuve ningún problema.
Además de con estos dos países, Tailandia tiene puestos fronterizos con Laos y Malasia y, por lo que me han contado otras viajeras y viajeros, son igual de cómodos que los que yo he utilizado.
Transportes, Alojamientos y Seguridad
La oferta de transportes en Tailandia es casi infinita: taxis, autobuses, barcos, minivans, trenes, aviones… Es realmente fácil moverse por el país por cualquier medio (tierra, mar y aire) y siempre existen múltiples opciones según el presupuesto y el tipo de itinerario que se quiera realizar.
Excursión «grupal» en tren a Ayutthaya
Algo parecido ocurre con los alojamientos: ¡hay de todos los tipos: del lujo absoluto a los hostels más humildes!.
Yo reservé casi todo sobre la marcha usando las plataformas habituales (booking y agoda) y he de decir que encontré hostels realmente buenos por precios irrisorios (es fácil dormir por menos de 10€ en sitios muy agradables).
Desde luego, Tailandia es un país en el que se puede hacer de todo con poco presupuesto.
Diferentes «bichos» que me he ido encontrando por el camino
En cuanto a la seguridad, yo creo que resulta muy fácil viajar por libre y de forma segura siempre que se utilice el sentido común. Además, la oferta de servicios sanitarios (privados, por supuesto) es la mejor y más avanzada de todos los países del entorno. Recordemos la necesidad de llevar siempre un buen seguro de viaje que pueda cubrir cualquier eventualidad.
Comida
La fama que tiene la comida de Tailandia es merecida. Mi paladar ha disfrutado de este viaje tanto como cualquier otro sentido de mi cuerpo. En Chiang Mai dediqué un día entero a realizar un curso de cocina tailandesa (algo que, en principio, no me atraía demasiado) y acabó siendo una experiencia estupenda.
¿Buena comida, con buenos productos y por un precio muy asequible? Sí, eso es Tailandia.
Resumen Final
– Puede que Tailandia sea tu destino si quieres viajar al Sudeste Asiático pero sin demasiadas complicaciones, de forma que puedas acceder a templos y paisajes espectaculares sin tener que hacer planificaciones complejas.
– Puede que Tailandia no sea tu destino ideal si buscas un destino que no esté demasiado explotado, o si no te atrae demasiado cambiar el chip del tipo de ciudades o viajes que se pueden hacer en Europa.