Tailandia 2019 – Etapa 1 – Bangkok (III): De Esquina a Esquina: Parques, Templos y Mototaxis

Para mi tercer día en Bangkok decidí hacer un pequeño batiburrillo de todo: grandes mercados, templos secundarios, parques y, como no, algo de relax. Un buen cierre para una ciudad que, a pesar de su tamaño y de no ser lo que más me emocionaba a priori de mi viaje, acabó gustándome más de lo esperado.

Bangkok Día 3: Apatrullando la Ciudad

Revisando un poco mis notas e ideas sobre la ciudad la noche de mi segundo día en la capital de Tailandia, decidí que con un día más iba a ser más que suficiente para hacerme una buena idea de lo que aquí se cuece (sobre todo teniendo en cuenta que las estancias en grandes ciudades no suele ser lo que más me atrae de los viajes).

Así que tracé un recorrido surrealista pero diferente y emocionante para esta tercera jornada y dejé el cuarto día para un plan alternativo y más tranquilo que tenía en mente: ir a visitar la antigua capital del reino: Ayutthaya.

Un Paseo hasta Wat Ratchabophit

Tras el contundente desayuno del hostal me puse rumbo al templo Wat Ratchabophit. Había leído que era uno de los más bonitos de la ciudad y también de los menos transitados por el turismo (algo que le daba bastantes puntos).

2019-10-tailandia-bangkok-wat-ratchabophit-2

Wat Ratchabophit

Así que miré la ruta en el mapa y vi que realmente me quedaba bastante cerca del hostal como para ir caminando y que, además, podría pasar de camino por el Sao Ching Cha, que me parecía curioso e interesante para ver.

2019-10-tailandia-bangkok-sao-ching-ha-1

Sao Chin Cha o «El Columpio Gigante»

Este último monumento es nada más y nada menos que los restos de una antigua forma de honrar al dios hindú Shiva. Se construyó en 1784 y el objetivo era que equipos de chavales subiesen hasta lo más alto (25 metros) para coger una bolsa de oro con los dientes…

2019-10-tailandia-bangkok-sao-ching-ha-2

Ahora vas y te cuelgas de ahí…

En fin… Evidentemente, a medida que la ciudad llegó a la modernidad se decidió que había que acabar con esta tradición a causa de los continuos accidentes.

Un rato después llegué ya al Wat Ratchabophit al que entré, como me esperaba, como único turista del lugar (¡oh yeah!).

2019-10-tailandia-bangkok-wat-ratchabophit-3

Fue construido en el siglo XIX por Rama V y tiene un diseño bastante inusual comparado con el resto de templos de la ciudad, además de notarse claramente la influencia china en su estructura y decoración.

2019-10-tailandia-bangkok-wat-ratchabophit-4

Hacía un calor de mil demonios, así que después de dar una vuelta por los patios del templo busqué una sombra en uno de los soportales y me quedé un rato sentado en tranquilidad y sin ruidos, estudiando mi próximo movimiento.

Wat Prayoon y Cementerio de Khao Mor

Saliendo de Wat Ratchabophit cogí una mototaxi de Grab que, por 40 Baht, me llevó hasta Thonburi, en concreto al templo Wat Prayoon.

En el fondo, aunque bonita, no es más que otra estupa blanca muy cuidada, así que no es que destaque especialmente en el conjunto de templos de la ciudad.

2019-10-tailandia-bangkok-prayoon-01-estupa

Wat Prayoon

Lo que realmente me animó a ir hasta allí fue la posibilidad de visitar el Cementerio Khao Mor, ya que me parecía que iba a ser algo diferente a lo que había visto hasta el momento.

2019-10-tailandia-bangkok-prayoon-03-khao-mo

Khao Mor

Y en efecto, así fue. Este curioso cementerio construido por Rama III es el Khao Mor (montaña en miniatura) más famoso de Bangkok. Estas réplicas son todo un arte en Tailandia desde los inicios del siglo XVIII y esta en concreto destaca por la mezcla de elementos religiosos con elementos naturales.

2019-10-tailandia-bangkok-prayoon-04-khao-mo

¡Es como un mini-parque o un mini-ecosistema en miniatura!

Mucha gente se acerca hasta aquí para dar de comer a las tortugas y peces del estanque o para escapar del cemento y ruidos de la ciudad, porque realmente una vez dentro parece que se está en otro lugar mucho más agradable.

2019-10-tailandia-bangkok-prayoon-12-khao-mo

La verdad es que pasé un buen rato en ese curioso parquecillo oculto entre las grandes carreteras, edificios, contaminación y vida acelerada.

2019-10-tailandia-bangkok-prayoon-09-khao-mo

¡Un auténtico oasis!

Parque Lumphini: El Único Pulmón de Bangkok

Parece ser que la capital de Tailandia es una de las ciudades del mundo con menos áreas verdes (y sí, no hace falta pasar más de un día en ella para darse cuenta que el medio natural brilla por su ausencia).

Aún así, sí que existe un parque que merece la pena visitar y que, salvando las distancias, podría ser comparado con el Central Park de New York (sobre todo por tratarse de un espacio verde bonito y cuidado pero rodeado de rascacielos).

2019-10-tailandia-bangkok-parque-lumphini-04

Para llegar, cogí una  mototaxi desde Wat Prayoon para ir directo al parque. Es una distancia bastante considerable pero no me importó pagar los 80 Baht que indicaba la aplicación Grab: estaba achicharrado y me apetecía pasear por algo que no fuese CO2 ni cemento.

El parque resultó ser más grande de lo que esperaba (ocupa más de 50 hectáreas) y el paseo que di siguiendo los riachuelos y lagunas fue mucho más que agradable.

2019-10-tailandia-bangkok-parque-lumphini-03

Lo que no me esperaba era encontrarme unos lagartos enormes que no sé si eran Dragones de Komodo o no, pero la verdad es que se parecían bastante.

2019-10-tailandia-bangkok-parque-lumphini-06

En el fondo no representaban ningún peligro. Ellos estaban a su bola persiguiendo palomas y peces y el resto del mundo paseando tranquilamente a su lado.

2019-10-tailandia-bangkok-parque-lumphini-08

¡Hola!

Antes de salir del parque tuve uno de estos encuentros surrealistas que ocurren cuando viajas solo y le das una oportunidad a cualquier persona que se te acerque a decir algo. En esta ocasión se trató de Ravi, un local con pinta de alocado que se acercó para hablar conmigo.

¡Menudo personajón! Sabía un montón de frases en castellano y también conocía muchísimas ciudades de España. Fue muy gracioso, sobre todo el momento en el que se vino arriba y empezó a decirme las mismas frases en más de 10 idiomas… ¡qué tío!

2019-10-tailandia-bangkok-parque-lumphini-05

Ravi y su agenda con toda la sabiduría del mundo

Antes de irme me dio una especie de chuleta con varias frases básicas en Tai escritas fonéticamente que creo que me van a venir muy bien para cuando vuelta a entrar a Tailandia por el norte (Chiang Mai – Chiang Rai) después de visitar Myanmar.

Desde luego, consiguió que me fuese del parque riéndome.

Chinatown I: Los Dos Templos más Importantes

¡No podía irme de Bangkok sin adentrarme en uno de sus barrios más míticos: Chinatown!

2019-10-tailandia-bangkok-chinatown-17-calles

Típica calle de Chinatown

Para llegar desde el parque cogí el metro. Realmente estaba solo a tres paradas, así que llegaría rápido y, de paso, podría gozar un rato del aire acondicionado del moderno metro de la ciudad.

El billete me costó 20 Baht y me dejó justo a las puertas de la entrada este (me bajé en Hua Lamphong).

De Chinatown lo que más me apetecía realmente era ver el ambiente de las calles y los mercados, ser consciente de la comunidad china que vive en la ciudad y, ya de paso, visitar dos templos más a pesar de llevar ya acumulada una buena lista de monumentos en los casi tres días de ruta por la ciudad.

2019-10-tailandia-bangkok-chinatown-02-soi-wanit-1

Paseando por Soi Wanit 1

Aún así, los dos templos valieron la pena (¡sobre todo el primero!).

La historia del barrio en sí es algo que ya hemos oído muchas veces en muchos lugares del mundo: cuando Rama I decidió trasladar la capital de Thonburi al margen este del río, la comunidad china que ocupaba el lugar en el que quiso construir su palacio fue reubicada en su actual emplazamiento.

En la actualidad (mas de 200 años después), Chinatown se ha convertido en la comunidad china más grande del país y su laberíntico trazado representa un submundo urbano que es digno de ser visitado.

Teniendo en cuenta donde me había dejado el metro, parecía que lo más lógico era empezar la visita por el Wat Traimit, un templo blanco y dorado rodeado de calles infestadas de tráfico continuo que destaca fundamentalmente por el tesoro de su interior: El Buda de Oro.

2019-10-tailandia-bangkok-chinatown-05-wat-traimit

Wat Traimit

Y, en este caso, no hay que confundirse entre Buda dorado y Buda de oro… La figura en cuestión que está en el interior de este templo tiene una historia muy curiosa:

Con sus 3 metros y 5 toneladas de oro macizo, la susodicha figurita data del siglo XIII y fue traída a Bangkok por Rama III completamente recubierta de estuco (algo habitual en la época para esconder objetos valiosos de los ladrones). Lo que ocurrió fue que el disfraz en cuestión era tan bueno que la figura quedó en el olvido hasta que un golpe rompió la coraza en 1955 desvelando lo que había en su interior…

2019-10-tailandia-bangkok-chinatown-10-wat-traimit

¡Nada más y nada menos que un mazacote de Buda de oro valorado en 250 millones de Dólares!

Casi nada…

2019-10-tailandia-bangkok-chinatown-09-wat-traimit

250 millones de dólares… sigo en shock.

Al salir del templo tenía claro que quería seguir explorando Chinatown a pie, pero un conductor de tuk-jeta-tuk se me acercó par intentar venderme su propia visita al barrio. Educadamente, le dije que no, que iba a ir a pie a otro templo y después a las calles famosas del mercado, a lo que él respondió (ALERTA: se avecina otra trola) que iba a perder el tiempo porque el mercado no abría hasta las 5 de la tarde.

Menos mal que yo ya me había informado antes de que eso era mentira y que realmente se recomendaba incluso ir antes de las 5 de la tarde… En fin… una vez más, hay que tener mucho ojo con los conductores de tuk-tuk de Bangkok.

Dejando atrás al jetas en cuestión, seguí caminando hasta el Wat Mangkon Kamalawat (también conocido como Wat Leng Noei Yee o Tempo del Dragón de Flores).

2019-10-tailandia-bangkok-chinatown-11-wat-mangkon-kamalawat

Wat Mangkon Kamalawat

Data de finales del siglo XIX y es un teletransporte inmediato a lo que deben ser los pequeños templos locales de China.

2019-10-tailandia-bangkok-chinatown-12-wat-mangkon-kamalawat

Había un montón de gente haciendo todo tipo de actividades: escribiendo tarjetas, rezando, decorando, ayudando…

2019-10-tailandia-bangkok-chinatown-13-wat-mangkon-kamalawat

Se respiraba una auténtica atmósfera de comunidad y unión y a nadie le importó que caminase curioseando y cotilleando por todas las esquinas a ver qué se cocía.

Una visita muy interesante (y, a la vez, muy surrealista: ¿qué es esa especie de ídolo con velo de novia?).

2019-10-tailandia-bangkok-chinatown-15-wat-mangkon-kamalawat

Esto da mucho, pero mcho miedo…

Chinatown II: En el Bullicio Máximo

En la calle del templo encontré un restaurante con gente local que me tenía buena pinta. Después de todo lo que llevaba me merecía un buen descanso y la CocaCola y los Noodles de pollo que me tomé (todo por 50 Baht) me sentaron como un manjar de estrella Michelín.

Cuando acabé de comer eran ya casi las tres de la tarde y aún no había paseado por las famosas calles angostas del barrio (la más famosa es Sampeng Lane o Soi Wanit 1), así que estaba claro que era lo que me tocaba.

2019-10-tailandia-bangkok-chinatown-03-soi-wanit-1

El mercado que se monta en estas calles es algo así como una mezcla entre mercadillo, feria y zoco… pero a lo bestia. Yo creo que debe ser posible encontrar de todo, ¡incluso cosas que aún no existen!

A pesar de la estrechez del espacio para caminar, eso no era motivo para que no pasasen igualmente motocicletas o incluso pequeños vehículos, colapsando totalmente la circulación y con riesgo de llevarse por delante a cualquiera o cualquier cosa.

2019-10-tailandia-bangkok-chinatown-01-soi-wanit-1

No compré nada porque realmente no necesitaba nada, pero igualmente me lo pasé muy bien viendo el ir y venir de la gente (tanto local como turistas) por esas estrechas callejuelas que tanta vida y actividad concentran todos los días del año.

¡Hasta luego Bangkok!

El fin del día se acercaba. Una vez más, aunque sin prisas, no había parado desde que había salido del hostal no sé cuántas horas antes.

Teniendo en cuenta dónde estaba, la mejor opción para volver a mi zona era coger otra vez los entrañables barcos del río Chao Phraya: es muy barato (me costó 9 Baht el billete) y siempre resulta agradable dar un paseo en barco por el río central de la ciudad.

En esta ocasión fui hasta el embarcadero Tha Saphon Phut (Numero 6) y me bajé en el número 12, que es el que quedaba más cerca de mi hostal.

Tenía clarísimo lo que iba a hacer; complicaciones cero: masaje y cena.

Basándome en los comentarios que había leído por Internet, daba la casualidad que el sitio mejor valorado de las cercanías del hotel (Preea Massage) estaba justo pegado a mi restaurante favorito del lugar: el Born Free Café. ¡El combinado estaba servido!

2019-10-tailandia-bangkok-banglamphu-born-free-cafe-1

El gracioso dueño del Born Free Cafe y su gato

Aunque el sitio de los masajes carecía totalmente del glamour de la escuela de Wat Pho, creo que el masaje de 1 hora por 400 Baht fue muy profesional y me sentó de muerte después de tres días de pateo y sudada continuos.

Nada más salir, me fui al restaurante y repetí la cena del día anterior que tanto me había gustado: Pad Thai y Smoothie (en esta ocasión de mango) por 130 Baht.

Un reconstituyente perfecto para dormir bien y recargar las pilas antes del madrugón que tenía por delante para poder hacer la visita completa a Ayutthaya tal y como la había programado.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s