La extensa sierra de Aralar es una gran mole kárstica situada fundamentalmente en Navarra (con parte en Guipúzcoa), dominada por cuevas, ríos y bonitos pueblos que nos invitan a descubrir sus apacibles rincones y milenarios secretos.
Situación
La Sierra de Aralar se encuentra muy cerca de Pamplona y es muy accesible desde la autopista AP-15 con diferentes salidas a varios de sus pueblos, siendo uno de los más típicos y cómodos para tomar como base de diferentes visitas Lekunberri.
La visita más famosa desde aquí es, quizás, el Santuario de San Miguel de Aralar, un magnífico templo en un enclave único pero que nos proporciona solamente una pequeña idea de todas las cosas que Aralar puede ofrecer.
Todos los sitios que recojo a continuación están muy cerca de esta localidad.
1) Nacedero del Larráun-Erzilla
- Duración: 2 horas (14 de mayo)
- Zonas Visitadas: Sierra de Aralar, Larráun, Erzilla, Iribas
- Kilómetros Recorridos: 6 kilómetros (circular)
- Desnivel Total Acumulado: 100 metros de subida y 100 metros de bajada
- Puntos de Altitud Máxima y Mínima: 650 m / 560 m
Pequeña y extremadamente sencilla ruta que nos lleva desde el pueblecillo de Iribas a los nacederos de Larraun y Erzilla caminando por una cómoda senda circular con apenas desnivel y fácil de seguir.
Desde Lekunberri, cogemos la NA-7500 siguiendo las indicaciones de la Ermita de San Miguel de Aralar y pronto nos bifurcaremos en dirección a Iribas, situado a no más de 5 kilómetros del primero. Aquí, al entrar al pueblo, veremos en el lado izquierdo un poste de madera con varias señalizaciones, que es desde donde empieza la ruta.
Dejamos el coche donde podemos (antes de llegar al centro del pueblo suele ser fácil encontrar sitio a ambos lados de la carretera) y nos situamos junto al poste para tomar el camino que baja hacia la izquierda directo al Nacedero del Larraun.
Una vez abajo, continuamos caminando hacia la derecha por un sendero llano que bordea el río durante el siguiente kilómetro hasta que salimos a un pequeño claro donde está señalizada la Sima de Lezegalde (o Cueva de Iribas).
Continuamos caminando en la misma dirección hasta el sumidero del Erzilla, zona en la que este río desaparece brevemente bajo tierra tan solo 1 kilómetro después de su nacimiento. Sabemos ya por lo tanto que estamos cerca del final.
Tras salir de nuevo a una campa, nos adentraremos en la última parte del recorrido en la que vemos como aparece un camino a nuestra derecha que se incorpora bajando a la misma dirección que estamos siguiendo (será el que tomaremos en el camino de regreso).
Poco después, aparece frente a nosotros una pared vertical de la que nace este río de las entrañas de Aralar. Cambia mucho la estampa en función del caudal. De las dos veces que he estado (mayo y octubre), la primera es la que se puede ver en las fotos (gracias a las lluvias y deshielos) mientras que la segunda vez el nacedero era un fino hilillo de agua…
Para volver, deshacemos unos cientos de metros el mismo camino y después tomamos el desvío mencionado antes que ahora queda a mano izquierda en suave ascenso. Llegaremos al punto más alto de la ruta (650 m de altitud) donde nos encontraremos con un poste con indicaciones. Debemos seguir a mano derecha hacia Iribas, caminando por una pista ancha, distinguiendo a lo lejos las casas de Lekunberri
2) Tramo Navarro de la Vía Verde de Plazaola
- Duración: 3 horas (09 de enero)
- Zonas Visitadas: Sierra de Aralar, Lekunberri, Leitza, Uitzi, Plazaola, Túnel de Uitzi, Valle de Leitzaran
- Kilómetros Recorridos: 40 kilómetros (ida y vuelta)
- Desnivel Total Acumulado: 400 metros de subida y 400 metros de bajada
- Puntos de Altitud Máxima y Mínima: 750 m / 450 m
La ruta del Plazaola es una apasionante vía verde para bicicletas o peatones que, ojalá en un futuro próximo, una Pamplona con San Sebastián siguiendo el trazado de un antiguo tren minero que en 1904 comenzó a transportar hierro de las minas de Plazaola.
El 19 de enero de 1914 (San Mario, BTW) se había ampliado su recorrido consiguiendo enlazar San Sebastián con Pamplona, atravesando el Valle de Leitzaran y pasando por 66 túneles, 32 puentes y 15 estaciones. A día de hoy (enero de 2015) el tramo que se puede realizar sin problemas es el que va desde Lekunberri hasta Andoáin.
El trayecto de este tren transcurría por preciosos parajes tanto de Navarra como de Euskadi y por numerosos túneles entre los cuales se encuentra el famoso Túnel de Uitzi, que con sus 2,7 kilómetros de longitud ostentó durante algún tiempo el récord de ser el túnel más largo de Europa.
Nuestra intención de realizar todo el recorrido se vio truncada por un gran desprendimiento causado por las fuertes lluvias que habían tenido lugar las semanas anteriores, quedando bloqueado el paso varios kilómetros después de cruzar de Navarra a Euskadi.
Finalmente, fuimos en coche hasta la Estación de Lekunberri, desde donde empieza el tramo mejor habilitado de esta vía verde.
Desde Lekunberri pedaleamos 5 kilómetros en ligero ascenso hasta la estación de Uitzi, pasando ya por varios túneles que se van iluminando a nuestro paso. Aún así, las luces de algunos no funcionaban correctamente por lo que es recomendable llevar una buena linterna frontal.
Poco después de Uitzi, entremos en el largo túnel del mismo nombre, que con sus 2,7 kilómetros de largo acaba convirtiéndose en toda una aventura difícil de olvidar.
Al salir del túnel nos quedarán aún otros 7 kilómetros hasta pasar cerca de Leitza. Este tramo vuelve a contar con varios túneles que eran necesarios para que el tren original pudiese atravesar sin complicaciones este terreno tan montañoso.
Es muy sencillo desviarse hasta el pueblo por si se quiere hacer un pequeño descanso. Desde la estación de Leitza podemos salir de la vía y continuar hacia el núcleo habitado que está a pocos minutos.
Si continuamos nuestro recorrido, después de la estación de Leitza empieza un prolongado tramo de 5 km con un buen descenso que nos conduce directamente a la frontera con Euskadi. Mientras bajábamos no dejamos de ser conscientes de que posteriormente íbamos a tener que remontar ese desnivel ya que el desprendimiento que bloquea el camino más adelante nos iba a impedir llegar hasta Andoáin.
Al terminar la bajada, llegamos al punto kilométrico 0 que marca el límite entre Euskadi y Navarra. Aquí cerca se encuentran las ruinas de las antiguas minas de Plazaola, motivo por el que nació el proyecto del tren hace más de 100 años.
Para no conformarnos con solamente el tramo que discurre por Navarra, continuamos varios kilómetros más hasta llegar a un bonito puente de piedra.
Para no tener que deshacer todo el trayecto hasta Lekunberri, volvimos sobre nuestros pasos, cruzando de nuevo a Navarra y remontamos la cuesta anterior, continuando hasta Leitza. Ahí encadenamos las bicicletas a una farola y cogimos el autobús que une Leitza con Lekunberri para llegar hasta el coche y después volver a por las bicicletas.
Una maravillosa forma de pasar el día haciendo deporte al aire libre, cerca de Pamplona y rodeados de una curiosa historia.
3) Cueva de Mendukilo
- Duración: 1 horas (18 de junio)
- Zonas Visitadas: Cuevas de Mendukilo, Astitz, Valle de Larráun
Cerca de Astitz y Lekunberri, en el Valle de Larraun, se encuentra la cueva de Mendukilo. Un prodigioso secreto subterráneo que nos permite adentrarnos de lleno en las entrañas de la Sierra de Aralar para entender su composición kárstica y dejarnos llevar por su colección de formaciones, sonidos y leyendas.
Navarra se caracteriza por tener una vasta colección de cuevas. Las más famosas (Zugarramurdi, Urdax) se encuentran en el Valle de Baztán y se pueden visitar desde hace mucho más tiempo que la de Mendukilo, cuyo acceso estuvo bastante tiempo reservado únicamente a los espeleólogos profesionales.
El recorrido turístico dura aproximadamente una hora y se inicia en la tienda donde se compran las entradas. Desde ahí, caminaremos junto a nuestra guía unos minutos por un pequeño bosque hasta el enorme refugio de pastores Artzainzulo, donde se encuentra la entrada a la cueva.
Desde ahí, una pasarela flotante nos conduce por varias salas de la cueva en un itinerario circular que nos permitirá admirar las formaciones originadas por los caprichos de la naturaleza durante milenios.
La segunda vez que fui a esta cueva fue un evento muy especial. Mi amiga Mari Paz Arizkun, directora del Coro de Adultos Paz de Ziganda, dirigió una formidable actuación con una increíble puesta escénica en el interior de la cueva.
Dentro del maravilloso espectáculo hay que destacar el impactante número final, en la sala de entrada, simulando un akelarre de sorginas.
Sin duda, una manera única y distinta de experimentar las entrañas de la Tierra, rodeados de una acústica potente y magnética que llenaba la estancia de un halo místico difícil de describir.