Los templos de Mrauk U superaron mis expectativas: su estilo tipo búnker o grandes naves de guerra único en todo Asia me cautivó. Además, la ubicación de las ruinas en un entorno natural frondoso y totalmente integrados en la vida del pueblo le otorga un carácter mucho más humano y personal que Bagan. ¡El Estado de Rakhine no Defrauda!

Organización del Recorrido

Aunque es posible recorrer los templos de Mrauk U en un único día y sin prisas, yo preferí dedicarle dos días enteros para así, la segunda jornada, poder regresar a aquellos que me hubiesen cautivado más, visitar algún templo menor que se nos hubiese escapado el primer día y poder sentir en más profundidad la vida del pueblo.

Dada la situación intensa del conflicto bélico entre el Ejército Birmano y el Ejército de Arakan, decidí que iba a ser una buena idea contar con un guía para ir más seguro, que me ayudase a organizar el tiempo en Mrauk U y, de paso, me diese consejos sobre qué ver y en qué momento (así como de los miradores para las puestas de sol y amaneceres).

Otro motivo para estar solo un día con guía era que entre los aviones, barcos y demás todo se me iba del presupuesto (el precio del guía era de 35$ + 20$ por el tuk-tuk). El guía con el que me había puesto en contacto, Myint Zaw, me ayudo muchísimo a preparar el viaje hasta Mrauk U, tranquilizándome sobre la situación y buscándome alternativas para el fallido autobús directo desde Bagan (que estaba cancelado por las fiestas nacionales).

Como guía fue formidable: ameno, divertido y con mucha información interesante. Lo recomiendo totalmente.

Como sorpresa final, cuando ya estaba viajando hacia el Estado de Rakhine me escribió Ulrike, una chica austriaca que había conocido en Bagan y a la que parecía interesarle la idea de visitar Mrauk U. Ella fue la única persona de todo mi viaje que mostró interés en ir, y eso que hasta había puesto avisos en grupos de Facebook en Internet. De hecho, la mayoría de la gente ni siquiera había oído hablar del sitio.

Pero hasta que me escribió para confirmarme que había comprado el billete de avión no contaba con tener compañía. ¡Qué bien! Ella solo iba a estar un día entero (mi segundo día), así que dejé para ese día el tour con el guía para hacerlo con ella y que los dos tuviésemos la mejor experiencia posible del lugar.

---

Amaneceres y Puestas de Sol

Parece ser que el mejor sitio para ver el amanecer es la Shwe Taung Pagoda que, curiosamente, está muy cerca del Prince Hotel, donde me alojé las cuatro noches que me quedé en Mrauk U. Desgraciadamente, no pude ir ningún día porque Myint me comentó que justo estaba instalado un batallón del Ejército de Birmania ahí para controlar el lugar…

¡Qué pena! Porque tenía una pinta fantástica, pero bueno, las opciones alternativas que me recomendó no estuvieron nada mal y pude disfrutar de puestas de sol y amaneceres preciosos y en la más absoluta y total tranquilidad.

Amanecer en Shin Mrawa

Este sitio fue el que elegí para ver el amanecer mi primer día en Mrauk U por recomendación de Myint. Es muy fácil acceder a lo alto ya que aparece tanto en Google Maps como en Maps.Me y, en mi caso, estaba a poco más de 15 minutos caminando de mi hostal.

Para ir me levanté a las 05:15 de la mañana y salí a la calle a las 05:30. Era noche total y el toque de queda justo había expirado media hora antes, por lo que la gente empezaba poco a poco a hacer su vida, abrir las tiendas y darle movimiento al pueblo.

En ningún momento noté nada extraño… Un pueblo más empezando un nuevo día. Para llegar a lo alto del mirador, coronada con una estupa por supuesto, hay que subir unas cuantas escaleras que harán despertar a quien esté aún adormilado.

Ya en lo alto, preparé el trípode y me acomodé mientras el color del cielo iba aclarándose y cambiando de color poco a poco.

Si ya antes del amanecer la vista era maravillosa, cuando el sol empezó a asomar proyectando sus primeros rayos sobre la nieblina y las estupas que sobresalían de la vegetación todo se volvió aún más mágico.

¡Todo ese espectáculo para mí solo! Me sentí muy afortunado y pensé que no había mejor presagio que un amanecer así para los tres días que tenía por delante en Mrauk U.

Al día siguiente, ya con Ulrike, intentamos ir a ver el amanecer a otro mirador que aparecía en Maps.Me y en alguna que otra página de Internet, pero resultó ser un camino totalmente comido por la vegetación y de bastante dudosa seguridad. Yo me aventuré a subir un rato para comprobar cómo era y acabé rindiéndome.

Así que al final echamos a correr para intentar llegar a tiempo a Shin Mrawa… ¡y lo conseguimos!

Una vez más, un amanecer estupendo.

Amanecer en Mok Seik Taw

Para no repetir ninguno de los miradores en los que ya había estado, el tercer día me fui hasta una estupa que me había sugerido Myint para ver el amanecer sobre otra zona diferente.

Me gustó, pero en comparación a los amaneceres de los dos días anteriores este fue de menor categoría. Aún así, vale la pena para quien pase varios días en la región.

Puesta de Sol en Hari Taung

El primer día en Mrauk U me acerqué hasta esta pagoda, situada en lo alto de una pequeña colina, para ver el atardecer. Estaba también relativamente cerca de mi hostal, así que me daba tiempo a volver tras la puesta de sol para encontrarme con Ulrike y cenar juntos.

Una vez más estaba solo y me gustaron las vistas tanto como la puesta de sol en sí. Era mi primer día y había pasado toda la jornada en los poblados Chin, así que esta fue la primera vez que vi realmente algunos de los grandes templos de Mrauk U.

Sobra decir que se me hizo la boca agua pensando en el tour que íbamos a hacer el día siguiente.

Ya con el sol en sus últimos minutos del día, el cielo empezó a oscurecerse y las tonalidades naranjas se abrieron paso en el horizonte.

Un cierre perfecto para un día muy interesante.

Puesta de Sol en el Discovery View Point

El día del tour guiado con Myint acabamos la jornada en lo alto de este jardín privado con muy buenas vistas a algunos de los templos más importantes de Mrauk U.

Por supuesto estábamos solos, y tanto Ulrike como yo disfrutamos como nunca de ese estupendísimo cierre de jornada mientras conversábamos con Myint y nos contaba historias del lugar.

Hay que subir bastantes escaleras en comparación a los otros miradores, pero no es que sea nada del otro mundo (yo tardé unos pocos minutos, pero es cierto que fui a muy buen ritmo y sin parar).

Puesta de Sol en Sunset Hill

El tercer y último día en Mrauk U vi la puesta de sol desde un mini-montículo con unas vistas parecidas al Discovery View Point.

Aunque el espectáculo no es tan bueno, es un sitio tranquilo y fácilmente accesible. Allí coincidí con dos turistas (él de Francia y ella de Japón) que habían llegado ese mismo día en el autobús de Bagan que ya se había vuelto a poner en funcionamiento (suertudos ellos).

Fue la primera vez que hablé con otros turistas en los tres días, ya que salvo ellos dos y un grupo de tres alemanes que nos cruzamos un par de veces en algún que otro templo, parecía que nadie más estaba visitando el lugar.

Qué pena…

---

Visita Guiada a los Templos de Mrauk U

Myint vino a las 08:30 de la mañana con Lin Lin, que iba a ser nuestro conductor de Tuk-Tuk durante toda la jornada, a recogernos al Prince Hotel.

Antes de empezar a recorrer los templos le pedimos que nos llevase a la oficina de venta de billetes del barco. Ulrike lo necesitaba para el día siguiente y yo para dos días después, y así ya nos lo quitábamos de encima.

La supuesta “oficina” resultó ser un señor en una especie de tienda-chatarrería en un callejón con un talonario de billetes.

¡Buenísimo! Nos expidió los billetes bajo los nombres de Mr. Tourist y Mrs. Tourist (además con guasa) y ya nos pusimos en ruta.

Bur Bu Taung, Nibuzza Pagoda y Mong Khong Shwedu

El motivo fundamental para empezar el circuito por Bur Bu Taung, un templete no muy destacable, es ver desde lo alto el pueblo y alrededores de Mrauk U.

Por un lado estaba el centro del poblado, junto al río y rodeado de palmeras y muchísimas vegetación. Verde, verde, verde… y más verde. Precioso.

Hacia el lado opuesto, más palmeras, algún que otro templo y colinas recubiertas completamente de vegetación verde, salvaje y frondosa.

Ese es el entorno natural del norte del Estado de Rakhine. Un paraíso.

Después de pasar por la Nibuzza Pagoda (otro templo sin pena ni gloria) paramos en Mong Khong Shwedu y la cosa empezó a mejorar.

Esta pagoda del siglo XVII es un buen ejemplo del estilo más tardío de Mrauk U y se caracteriza por su tamaño, la distintiva estrella en lo alto y también por los nichos dobles presentes en cada uno de sus cuatro lados.

Me llamó mucho la atención cómo la vegetación se está abriendo paso en este y otros templos de la zona, una consecuencia del abandono momentáneo de los templos debido a la ausencia total de turismo.

A mí me gusta mucho más así, más salvaje, pero entiendo que es peor para su conservación así que espero que puedan restablecer el cuidado de las ruinas lo antes posible.

Phaya Oak Paya y Pisi Taung

Situado en la parte superior de una pequeña colina a las afueras del pueblo, el templo Phaya Oak Paya es una estupa muy curiosa al ser, probablemente, la más angulosa de todo Mrauk U.

Muy cerca, en la colina de enfrente, está Pisi Taung. Myint no estaba muy seguro de si debíamos ir porque a veces el ejército utiliza el lugar también para ocultarse, pero al final nos decidimos a probar.

Se cree que estas curiosas esculturas mirando hacia diferentes puntos contienen una de las reliquias más íntimas de Buda: uno de sus testículos (pisi)… Sea cierto o no, el lugar está ahora mismo en un estado salvaje lo que le da, desde mi punto de vista, aún más fuerza.

Aunque las esculturas de Buda están muy bien, casi lo mejor de Pisi Taung son las formidables vistas que ofrece del que acabaría siendo mi templo favorito: Koe Thaung Paya.

Koe Thaung Paya

Para mí, Koe Thaung representa el momento “Indiana Jones” de Mrauk U por antonomasia. Me gustó tanto que acabé yendo tres veces (una con Myint y Ulrike y dos más yo solo el día siguiente).

La leyenda cuenta que el Rey Dikkha ordenó construir a mediados del siglo XVI un templo lo suficientemente grande como para albergar 90.000 (kothaung) imágenes de Buda; justo algo más grande que el templo que había encargado su padre que podía albergar a 80.000 (shittaung).

Incluso para lo estrafalario del conjunto de templos de Mrauk U, este destaca sobre la mayoría al parecer más una coraza de una central nuclear o un refugio anti-bombas que un templo budista.

Aunque no hay nada parecido ni en Myanmar ni en los países cercanos del Sudeste Asiático, se le podría buscar un remoto parecido con el magnífico templo de Borobudur (en la Isla de Java de Indonesia), aunque igualmente hay muchísimas diferencias.

El centro del templo es actualmente su parte más sosa, siendo poco más que una plaza abierta con una enorme estupa en el medio.

Es realmente el exterior y los pasillos interiores de Koe Thaung lo que hacen que haya escalado de golpe muchísimos puestos en mi escalafón personal de templos favoritos por todo el mundo.

La parte exterior del templo está formada por unos muros con varias filas de miniestupas de arenisca dispuestas todas en la misma posición formando teselaciones perfectas.

¡Parecen una legión de guerreros a punto de saltar a la acción! Ni Ulrike ni yo habíamos visto nunca nada parecido y ya solo este detalle hizo que el templo nos impactase.

Antes de llegar a la plaza central, se puede recorrer el pasillo cuadrangular que rodea toda la construcción y que es, a mi juicio, la mejor parte de Koe Thaung Paya…

¡Una vez más, el modo Tomb Raider & Indiana Jones estaba activado!

Los muros de estos pasillos están grabados con miles de mini-Budas, formando un mosaico continuo que se va intercalando con figuras de Budas de tamaño más considerable.

La parte del pasillo que no tiene techo es la que más me gustó, porque la luz juega un papel muy especial (y cambiante según el momento del día, de ahí que visitase el templo hasta en tres ocasiones) iluminando distintas partes de las paredes.

Además, la vegetación frondosa y emergente después del final de la época de lluvias y la ausencia de visitantes está empezando a abrirse paso dotando a todo el conjunto de un misticismo único.

Yo creo que en algún momento entré en éxtasis total. Tener la posibilidad de visitar un templo tan diferente, bonito y único en soledad absoluta y con esas características era un auténtico regalo (la lástima era el motivo por el cual ese regalo era posible…).

Ulrike y yo teníamos la sensación de ser unos arqueólogos de renombre haciendo un nuevo descubrimiento para el mundo.

El pasillo con techo artificial y moderno está mejor conservado porque la ausencia de luz directa impide que la vegetación crezca a la velocidad que lo ha hecho en el otro lado, por lo que da la impresión de estar caminando por un museo moderno.

Hay que resaltar el nivel de detalle de los grabados en las paredes de esta zona: espectacular. Nuestro guía Myint debió quedar alucinado de cómo estábamos viviendo este templo, jajaja.

En la parte superior del templo hay un pasillo más pequeño y destartalado decorado con cientos de pequeños Budas, la mayoría de ellos muy fragmentados.

Tras varias vueltas por todo el recinto decidimos que teníamos que continuar con la visita para poder dedicarle tiempo a otros templos, pero yo tenía claro que al día siguiente tenía que volver.

Sakya Manaung Paya y Ratana Manaung Paya

Para relajar un poco el subidón, continuamos el tour por dos templos algo más modestos. Primero paramos en Sakya Manaung, siendo su estupa de base zigzagueante lo más interesante…

… y, después, en Ratana Mananung Paya, cuya estupa de base octogonal tiene unas líneas casi perfectas.

Cada lado tiene una pequeña figura representando los días de la semana. Resulta que en la astrología birmana el miércoles está dividido en dos partes, dando un total de ocho días para cada semana.

Es muy importante el día de la semana en que cada persona ha nacido (yo nací un viernes, así que mi día estaba representado por un “Fu”).

Laung Bwann Brauk Pagoda y Mong Paung Shwe Gu

Antes del descanso del mediodía nos fuimos a la parte más norte de Mrauk U para ver dos bonitas estupas. La primera de ellas (Laung Bwann Brauk) tiene varias curiosidades.

Por un lado destaca la decoración de su muro exterior, con mosaicos acristalados con formas de flores de varios colores…

… y, por otro, el hecho de ser la particular Torre de Pisa de Mrauk U, ya que está sucumbiendo ante su propio peso por uno de los lados.

Al otro lado de la carretera, la pequeña Mong Paung Shwe Gu tiene una estructura única, con la parte central saliendo de entre pequeñas torretas de varios niveles. Nunca había visto una estupa ni remotamente parecida.

Llegados a este punto, y pasadas las 12 del mediodía, volvimos un rato al hostal a descansar y refrescarnos con el aire acondicionado porque el sol estaba cayendo sobre nosotros a puro plomo y queríamos estar frescos para visitar dos de los templos más importantes de Mrauk U y por los que se está intentando conseguir el reconocimiento de la UNESCO.

Htukkanthein Paya

Si me hubiesen dicho que el mismísimo Hitler había llegado hasta Mrauk U para edificar este templo podría habérmelo creído… Cuando estábamos acercándonos en el tuk-tuk teníamos la sensación de estar viendo un enorme buque de guerra construido con piedra y ladrillos en una llanura.

¡Sensacional! Sin duda, uno de los templos más memorables de todo Mrauk U, ¡y eso que solo habíamos visto el exterior!

A medida que nos acercábamos parecía que estábamos a punto de entra en un búnker de seguridad militar y no en un templo con casi 5 siglos de historia…

Fue construido en 1571 por el rey Min Phalaung y, además de su chocante aspecto exterior, destaca por su estructura interna ocupada por un larguísimo pasillo de piedra que se va retorciendo sobre sí mismo mientras forma varias espirales de paredes decoradas con Budas (179 en concreto, cada una en su propio nicho).

Las figuras en sí son famosas por representar los diferentes 64 cortes de pelo tradicionales de Mrauk U (¡ríete tú de la revista Hola!).

Como estábamos solos, hicimos el recorrido del pasillo dos veces porque daba la impresión total de ser un laberinto a pesar de estar formado por un único pasillo.

Al final del todo, se llega a una pequeña estancia (el corazón del templo) en la que hay tres Budas dorados y a la que suele ir la gente local para rezar.

Shite-Thaung Paya

La última gran joya de Mrauk U es este formidable templo de 1535, construido por el Rey Minbin para celebrar la conquista de los territorios de la actual Bangladesh y cuyo nombre hace referencia a las supuestas 80.000 imágenes de Buda que hay en su interior.

Así como los templos muchas veces me gustan más por fuera que por dentro, con este la gran sorpresa vino al descubrir sus impactantes pasillos interiores, parecidos a una galería de arte en piedra

Fue el único templo en el que tuvimos que pagar (5000 Kyats) y en el libro de visitas descubrimos que en las casi tres semanas de mes que llevábamos no habían pasado por el lugar ni una veintena de turistas… Qué pena y qué desgracia.

La parte moderna de Shite-Thaung no me aportó nada nuevo, pero sus pasillos antiguos, que son la verdadera joya del templo, justifican por sí solos todo el periplo de viaje hasta Mrauk U.

El más modesto (pero igualmente fabuloso) tiene docenas de estatuas de Buda dispuestos en filas bajo un techo semi-abovedado que dota a la estancia de un aspecto de refugio anti-nuclear.

Sin embargo, el pasillo exterior, de más de 100 metros de longitud, es lo que hará alucinar en panavisión a cualquiera que entre como yo, sin saber realmente lo que se iba a encontrar…

Sus paredes están decoradas con cientos de frisos y esculturas de piedra, separadas en distintos niveles, y relatando escenas y momentos míticos de la vida y leyendas de la zona.

Hay que verlo con calma y no dejarse llevar por la emoción para apreciar bien el nivel de detalle y entretenerse identificando las figuras grabadas en las paredes.

Una auténtica e impactante galería artística en piedra.

Andaw Thein y Ratanabon Pagoda

El circuito por las grandes construcciones de Mrauk U estaba llegando a su final. Cerca de Shite-Thaung se levanta Andaw Thein, construido para guardar una reliquia (andaw) de Buda traída de Sri Lanka.

Tiene nada más y nada menos que 14 estupas dispuestas alrededor de la estructura principal, construida en el estilo habitual de búnker de guerra.

En su interior, dos pasillos concéntricos decorados con Budas alineados conducen hasta los Budas principales, situados en el centro de la estancia.

Justo a continuación, está la Ratanabon Pagoda, uno de los templos más “normales” de Mrauk U y que está centrado en una enorme estupa que ha sido reconstruida tras recibir un bombazo japonés durante la Segunda Guerra Mundial.

A pesar de ser solamente un templo “de exteriores” (todas las estupas son sólidas) fue uno de los templos que más me gustó. Tiene fuerza y presencia y es ideal para sentarse a descansar en una de las múltiples sombras proyectadas por cualquiera de sus 17 mini estupas.

Le-Myet-Hna

Aunque no lo vimos por dentro porque había que ir a pedirle al guardián de otro templo que viniese a abrirnos la puerta, ver por fuera este búnker sin ventanas coronado por una enorme estupa fue suficiente para cerrar el recorrido por los templos de Mrauk U con una sonrisa y, a la vez, un recordatorio del tan único estilo arquitectónico del lugar.

Antes de dirigirnos al Discovery View Point para ver el atardecer y la puesta de sol, nos quedamos en la zona para disfrutar de varias escenas cotidianas de la vida local.

Y es que como ya he comentado, los templos de Mrauk U están perfectamente integrados en la vida del pueblo, y no es nada extraño encontrarse con pastores con su ganado o con niños duchándose en las aguas de las pozas.

El pueblo seguía viviendo ante nuestros ojos a pesar de toda la problemática social, política y militar que lo rodea.

Y que así sea, ojalá la situación cambie pronto para bien y la vida de esta gente pueda mejorar o, por lo menos, puedan volver a vivir sin el temor a lo que pueda llegar a pasar.

---

Día en Moto Eléctrica por Mrauk U

Mi penúltima noche en el Prince Hotel fue la primera en la que oí los disparos de los que ya me habían hablado. De repente, en medio de la noche, oí un par de ráfagas tipo metralleta sin previo aviso seguidas por dos cañonazos.

Y eso fue todo. Muestra del poderío militar del Ejército Birmano para los que no tuviesen claro todavía su fuerte presencia en el norte del Estado de Rakhine y su tremendo poder en todo el país.

De Ulrike me había despedido ya por la noche porque yo iba a madrugar para ver el amanecer. Cuando volví a desayunar, le recordé al dueño del hostal que iba a llevarme ese día la moto eléctrica que se había traído desde Bagan para uso de los clientes (8000 Kyats).

Además de repetir visita a varios de los templos del día anterior y conducir tranquilamente por las calles y carreteras cercanas a Mrauk U para ver un poco más de la vida del pueblo, me acerqué también a algunos templos por los que no habíamos pasado el día anterior.

En general no fueron gran cosa: Las antiguas puertas Letse Kan y Hnauk Taw no resultaron ser tan monumentales como esperaba, al igual que el Sanda Muni Phara Gri.

Algo mejores fueron Zina Manaung y Ratana San Rwe, que por sus ubicaciones elevadas tienen buenas vistas.

Por la noche disfruté de mi última cena casera en el hostal y les pedí que me cambiasen el desayuno por una caja de bollos caseros, ya que no iba a tener tiempo de desayunar porque no podía arriesgarme a perder el barco.

No pusieron ningún problema y me trajeron una caja con 12 bollos que me sentaron de maravilla cuando me los comí en el barco.

Ya en Sittwe, volví a quedar para tomar un café con Aung. Después me acercó amablemente al aeropuerto, donde puse punto y final a una apasionante aventura histórica, humana y arquitectónica por el antiguo Reino de Arakan.

Todo salió a la perfección gracias a la ayuda que tuve de todas esas personas locales que siguen intentando hacer de Mrauk U un sitio apacible para los visitantes y, sobre todo, un lugar seguro para sus habitantes.

¡Gracias por todo!