No se puede pasar por Tenerife sin visitar alguno de sus volcanes. Nosotros pasamos por dos volcanes muy diferentes: El Chinyero (1561 m) y el Teide (3718 m). Un auténtico espectáculo visual en toda regla.
Tenerife ofrece de todo. Mucha gente se desplaza a la isla buscando turismo de complejo hotelero y playas masificadas en la zona sur (algo que a mí personalmente no me atrae nada). Pero hay muchas otras opciones que yo realmente desconocía y que he descubierto una vez aquí. La naturaleza de la mitad norte de la isla es fascinante, y uno de los grandes protagonistas de esos paisajes son sus volcanes.
En nuestro paso por la isla más grande de Canarias visitamos dos de ellos y en cada uno realizamos una pequeña ruta. Ambas muy recomendables.
1) El Teide (3718 m)
Resumen de la Ruta
Subir al Teide de la manera habitual no merece el nombre de ruta, si no de visita, ya que se accede cómodamente utilizando el famoso teleférico construido en 1971. Pero hay otras formas de subir al techo de España desde su base, situada aproximadamente a 2300 metros de altitud, pero requieren su tiempo y una buena pateada.
Lo habitual es conducir hasta la base del teleférico siguiendo la carretera TF-21, ya se venga del sur (por Vilaflor) o del norte (desde Santiago del Teide, La Laguna o La Orotava).
Para usar el teleférico se puede comprar el billete previamente por Internet para tener asegurada plaza a una hora en concreto y no arriesgarse a llegar y tener que esperar varias horas (o que directamente no haya plazas libres para ese día…).
Nosotros compramos el billete por Internet para las 09.00 y así subir de primeros y no tener mogollón ni en el parking ni en la «cima«. Y pongo «cima» entre comillas porque realmente el teleférico no llega a la cima del Teide, llega solamente a la cota 3555 metros. Desde el mirador situado a esta altitud existen varias rutas muy interesantes pero que no pudimos hacer porque estaban cerradas por nieve. No soy ningún experto en montaña, pero en mi modesta opinión, que las rutas estuviesen cerradas el día que subimos era una pequeña exageración ya que había realmente poca nieve y no me parecía que presentase ningún peligro serio para quien quisiese aventurarse… pero qué se le va a hacer.
De estas rutas, una de las más famosas es la que sube hasta la cima, hasta el cono volcánico del Teide. El acceso está limitado a un cierto número de personas al día por lo que es necesario solicitar previamente un permiso gratuito para un día y una hora en concreto. Para fechas puntuales (vacaciones, semana santa, navidades…) debe realizarse con bastante antelación. A mediados de noviembre ya no había ninguna plaza disponible para ningún día de navidades… así que nos quedamos con las ganas. ¡Tendré que volver!
Aún así, las vistas desde el mirador a 3555 metros fueron bastante satisfactorias 😀 Eso sí, en los meses de invierno es muy importante abrigarse bien pues la temperatura a esa altitud, aunque se trate de las Islas Canarias, puede ser tranquilamente de 5 grados bajo cero.
Bajando nuevamente en el teleférico se distinguían al fondo los Roques de García junto al Llano de Ucanca, que fue nuestra siguiente parada donde ya pudimos efectivamente realizar una buena ruta.
2) Ruta de los Roques de García
- Duración: 2 horas (27 de diciembre)
- Zonas Visitadas: Parque Nacional del Teide, El Teide, Roques de García, Roque Cinchado, Roque de La Catedral, Llano de Ucanca
- Kilómetros Recorridos: 5,5 kilómetros (circular)
- Desnivel Total Acumulado: 250 metros de subida y 250 metros de bajada
- Puntos de Altitud Máxima y Mínima: 2030 m / 2210 m
Resumen de la Ruta
Los Roques de García son unas curiosas formaciones rocosas que se localizan en el Llano de Ucanca junto a la base del volcán Teide en el centro de la Isla de Tenerife y que pertenecen también al Parque Nacional del Teide.
Su formación se debe a una progresiva acumulación de capas de diferentes materiales que llegó a formar un antiguo muro que con el paso del tiempo fue erosionándose hasta dar lugar a estas imaginativas figuras.
Para llegar al punto de inicio de la ruta hay que seguir la carretera TF-21 en dirección sur desde la base del teleférico del Teide unos 3 kilómetros hasta que veamos un desvío a la derecha perfectamente señalizado que nos conduce al amplio parking de Los Roques de García.
Iniciamos la ruta al final del parking, siguiendo el sendero que sale a mano derecha, que nos lleva directamente a la primera joya de los Roques de García: el archifamoso Roque Cinchado. Esta extravagante formación es recordada por todos los que hemos vivido la época peseta. La estampa del Teide desde el Cinchado adornaba los billetes de 1000 pesetas y… ¿quién no ha tenido en su mano un billete de 1000 pesetas? jajaja
Dejamos atrás el Roque Cinchado y seguimos caminando sin salir del sendero. Seguiremos pasando junto a estas monstruosas formaciones rocosas aisladas que parecen haber sido talladas a propósito por algún escultor caprichoso y surrealista.
Llegamos a la mitad de la ruta con un pequeño descenso que nos acerca a una de mis estampas favoritas. Al finalizar la bajada, y tras unos cientos de metros, nos damos la vuelta. Veremos el Teide y el Pico Viejo (volcán vecino al Teide de 3135 m) emerger al fondo entre las formaciones de un gran roque que parece enmarcar a estos dos picos siameses.
Va llegando el final de la ruta no sin antes pasar junto a otro roque muy famoso, el llamado La Catedral, que parece querer separarse de los demás y seguir su camino solitario adentrándose en el Llano de Ucanca.
Para cerrar el círculo tendremos que recuperar el desnivel bajado en una corta pero intensa subida que si el sol aprieta (como el día que la hicimos nosotros) puede hacer sudar la gota gorda en cuestión de minutos. A medio camino hay una pequeña llanura que nos brindará otra espectacular instantánea del Teide y sus vecinos roques.
Finalmente, llegamos al parking donde habíamos dejado el coche. El Llano de Ucanca se abre inmenso ante nuestros ojos formando un peculiar paisaje sacado de Marte, pero situado realmente en una pequeña isla del atlántico a más de 2000 metros de altitud.
3) Circular al Volcán Chinyero (1561 m)
- Duración: 2 horas (26 de diciembre)
- Zonas Visitadas: Parque Nacional del Teide, Volcán Chinyero, Paisaje Lunar
- Kilómetros Recorridos: 7,5 kilómetros (circular)
- Desnivel Total Acumulado: 180 metros de subida y 180 metros de bajada
- Puntos de Altitud Máxima y Mínima: 1400 m / 1540 m
Resumen de la Ruta
El Chinyero es el último volcán que entró en erupción en la isla de Tenerife, en noviembre de 1909. La ruta circular que lo rodea es sencilla y es un digno ejemplo de paisaje lunar, con un curioso contraste entre la negrura del suelo y el eléctrico color de los pinos en algunos tramos.
La ruta comienza en el kilómetro 15 de la carretera TF-38. Se ve perfectamente un camino que se desvía del margen izquierdo (si venimos desde el oeste de la isla) que es donde comienza el ecorrido. Aparcamos en este sendero o en el arcén de la carretera, dejamos atrás una pequeña barrera que impide el paso de los coches y nos ponemos a andar.
No tardaremos nada en distinguir el Chinyero al fondo, alzándose sobre el precioso pinar hacia el que nos dirigimos.
Tras entrar en el bosque cogemos el desvío a mano izquierda para hacer la ruta en sentido horario. El sendero está balizado, bien definido y muy bien indicado, por lo que en ningún momento hay riesgo de pérdida.
Aproximadamente en media hora saldremos del pinar para empezar a caminar sobre el mar de lava. Un paisaje completamente distinto a cualquier cosa que podamos encontrar en la península. Este tramo está formado por un malpaís (un relieve de rocas lava solidificadas que todavía no se han erosionado). Transitar por aquí sería bastante incómodo de no ser por el sendero que se ha preparado compactando muchas de estas rocas.
Si el día está despejado y la calima no lo impide podremos distinguir a lo lejos a los reyes de la altitud del archipiélago: El Teide y El Pico Viejo, que son las únicas cumbres de las Canarias que superan los 3000 metros de altitud.
El cono volcánico del Chinyero está protegido y está totalmente prohibido subir. Nos conformamos con seguir por el sendero trazado, rodeándolo y admirando su potente figura en este infinito mar negro.
Vamos dejando atrás el volcán y volvemos al bosque de pinos siguiendo el mismo sendero que nos ha guiado desde el principio, superando los últimos sencillos desniveles y cerrando definitivamente el recorrido cerca del punto de inicio de esta estupenda ruta circular que nos ha teletransportado directamente a otro planeta.
Además del volcán en sí mismo, me ha parecido muy espectacular el contraste del flamante colorido de los pinos naciendo de un suelo total y completamente negro. Parece algo totalmente artificial, pero que no es más que uno de los múltiples caprichos de la naturaleza que se pueden encontran en las Canarias.
4) Mirador de Sámara
Desde el punto de inicio de la ruta circular al Chinyero conducimos 7 kilómetros hacia el Teide hasta llegar al mirador de Sámara. Poco hay que decir que la imagen no transmita: suelo volcánico, estupendos pinos, cielo azul y las cumbres del Teide y Pico Viejo parcialmente nevadas. Una vista tan perfecta que hace que subir con el coche hasta aquí ya valga la pena.

Teide y Pico Viejo desde el Mirador de Sámara
Pero Tenerife no termina aquí. ¡Mucho que hacer y ver en tan poco espacio!