Organización, Miradores, Alojamiento y Consejos para visitar el buque insignia de Myanmar, una enorme y preciosa colección de pagodas, templos y estupas que nos teletransportan directamente a la grandeza del antiguo Reino de Bagan.
Bagan es de esos sitios que crecen en la memoria una vez visitado y casi impresiona aún más en retrospectiva que durante la propia visita. Yo creo que se debe a lo imposible que resulta asimilar todo lo que se ve, se vive y se disfruta conduciendo por sus pistas secundarias, rodeado de templos o caminando por sus pagodas principales.
Vale la pena dedicar algo de tiempo a preparar la visita e informarse bien antes de llegar para sacar el mayor rendimiento posible al lugar porque, como ya he dicho, es… ¡inabarcable!
¿Cómo es Bagan?
Unos 2000 templos en 70 kilómetros cuadrados podría ser el resumen de lo que es Bagan, uno de los sitios más impactantes de Asia y del mundo entero.
Estas ruinas están al nivel de los templos de Angkor de Camboya (aunque en un estilo y culturas totalmente diferentes) con la diferencia de que en Bagan, a pesar de ser una parada obligatoria para cualquier turista, no se nota tanto el flujo de gente.
De hecho, es bastante frecuente que a alguien le suenen los templos de Angkor de Camboya aún sin haber ido, mientras que puedes empezar a preguntar a gente por Bagan y casi nadie sabrá de qué estás hablando…
Aprovecho para un recordatorio: ¡Hay que aprovechar para ir a Myanmar antes de que se transforme en Tailandia 2.0!
La historia de Bagan ya la comenté en la primera entrada del país. Básicamente son las ruinas de un antiguo reino que comenzó en el siglo IX d.C. con la llegada de los Bamar provenientes de Yunnan, en el sur de China.
Ellos consiguieron establecerse en la región y formar un gran reino que alcanzó su mayor momento de gloria y expansión en los siglos XII y XIII, hasta su casi total desaparición a finales de ese mismo siglo a causa de las incursiones Mongolas y la rebelión de sus propios estados.
A pesar de toda la historia que ha vivido el país desde entonces, la gran mayoría de sus templos se encuentran en un gran estado de conservación, lo que ha llevado a la declaración del lugar (después de mucho, pero mucho tiempo) como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en agosto de este mismo año, convirtiéndose así en el primer sitio de Myanmar reconocido por el organismo.
Transporte, Entrada y Alojamiento
Casi toda de la gente que conocí en Bagan (y no fueron pocos) llegaron y se fueron en autobús, igual que yo. Hay muy buenas conexiones por carretera con la mayoría de los focos de turismo más importantes del país (Lago Inle, Yangón, Mandalay…) y varias compañías que tienen servicios diurnos y nocturnos.
Para quienes quieran aprovechar el tiempo al máximo, los autobuses de J.J. Express tienen fama de ser de los más cómodos del país (y yo que los he probado lo confirmo), y sus viajes nocturnos están muy bien para no perder días de exploración este maravilloso país.
También se puede ir en avión, ya que hay un pequeño aeropuerto en Nyuaung U con vuelos regulares a Inle, Mandalay, Ngapali y Yangon, y realmente los precios de los vuelos internos en Myanmar son bastante asequibles (salvo el vuelo a Sittwe, pero de eso hablaré más adelante…).
Por último, existe la posibilidad de ir en barco o en tren, pero no he conocido a nadie que lo hiciese. Probablemente en parte por el precio en el caso del barco o la duración en el caso del tren, ya que desde Yangon por ejemplo el tren tarda casi 20 horas en llegar (¡glup!).
Yo opté una vez más por el autobús. El día anterior a empezar el trekking del lago Inle compré por Internet el billete con J.J. Express de Nyaungshwe (Inle) a Bagan para el trayecto nocturno que salía a las 20:00 de Nyaungshwe y llegaba a Bagan sobre las 4:00 de la madrugada. Es decir, lo compré con 5 días de antelación y el autobús estaba vacío, pero tres días después estaba casi lleno, así que a lo mejor es uno de esos trayectos que no se pueden dejar para el último momento.
Algo parecido me ocurrió con el autobús de Bagan a Yangon. Yo realmente tenía pensado ir a otro sitio, pero la complicación de la logística para llegar me obligó a pasar por Yangon. Por una vez en el viaje, había optado por hacer un trayecto largo en autobús de día y así descansar bien, pero no pudo ser… ¡Está visto que el cosmos quiere que haga siempre trayectos nocturnos!
Cuando fui a comprar el billete el día anterior estaban todos los autobuses llenos. ¡Todos! Y mira que para ir a Yangon hay una oferta de horarios y compañías enorme, pero nada. Así que tuve que volver a optar por J.J. Express y su bus nocturno que también estaba casi al 100% (¡compré uno de los dos últimos billetes disponibles!).
Esto no es habitual y se debió en parte a que justo era el final del famoso Festival de Luna Llena de Noviembre que había traído a Bagan en los días anteriores hordas de turistas locales como no había visto nunca.
Aún así, Bagan está bastante solicitado, por lo que hay que ser algo previsor o al menos ser consciente de que cualquier cosa puede pasar…
La entrada al “recinto” (porque realmente estás pagando para entrar en varios pueblos por una carretera general) cuesta 25.000 Kyats, se compra en un puesto de control que hay en la carretera (cualquier taxi o autobús que te lleve desde la estación a tu alojamiento parará en la cabina de compra) y es válido supuestamente para 5 días, pero vamos… control lo que se dice control no hay mucho.
En cuanto al alojamiento, después de pasar 4 días en Bagan tengo claro que la mejor opción es alojarse entre Nyaung U o en Old Bagan, pero más cerca de Nyaung U. A mí me gustó evitar el núcleo gordo de los pueblos para estar así algo más tranquilo, y creo que New Bagan queda demasiado a desmano para cualquier circuito de saltimbanqui por los templos y pagodas.
Me alojé las 3 noches en el Babobabed, y me pareció que la relación calidad/precio teniendo en cuenta la ubicación, instalaciones, comodidad, terraza y desayuno es excelente. Además, justo enfrente hay un puesto de alquiler de motocicletas eléctricas (e-bike), que son el transporte estrella y óptimo para conocer Bagan en profundidad.
En el Baobabed coincidí de nuevo con mis compañeras de viaje belgas Sophie y Elien, y conocí a Gabriel y Ulrike, que serían clave en mi itinerario de los siguientes días
¿Cómo Recorrer Bagan?: En E-Bike, ¡Por Supuesto!
Iluso de mí, me había imaginado a mí mismo en un Bagan bucólico sin carreteras, con pistas planas y lisas pedaleando en mi bicicleta de templo en templo…
Pues no, a pesar de que me gusta mucho la bicicleta y recurro a ella siempre que puedo, para mi gusto no es la mejor manera de moverse por Bagan.
Para empezar los templos principales están muy cerca de las carreteras principales, y aunque no es ni Mandalay ni Yangon, hay tráfico, algo que a mí para la bicicleta no es que me emocione demasiado.
Por otro lado, las pistas secundarias suelen tener el firme bastante irregular y como haya caído algo de lluvia los días anteriores proliferan los charcos y las zonas con barro… ¡Lo opuesto a las condiciones ideales para ir en bici!
Y, por último, las distancias en Bagan son enormes. Yo acabé haciendo una media de 40 kilómetros al día entre unas cosas y otras, y no quiero imaginarme todos esos desplazamientos en bicicleta bajo el sol abrasador de la llanura en la que están estas ruinas.
Así que, teniendo en cuenta el lugar, la comodidad y el precio, las e-bikes (que son como scooter eléctricas) son la mejor opción. En el chiringuito que había enfrente de mi hostal se podía alquilar una e-bike por 6000 kyats (¡que no es nada!) para todo el día desde las 5 de la mañana hasta las 7 de la tarde.
Son silenciosas al 100% (al principio tenía hasta la sensación de ir en una bici rápida y no en una “moto”) y tienen suficiente autonomía como para usarlas para ir a ver el amanecer, volver a desayunar, pasar todo el día por los templos, ir a ver la puesta de sol, y volver al hostal.
¡Un gran invento! Algo bueno tenía que tener la invasión China en la zona…
Al Grano: Amaneceres y Puestas de Sol
Si por algo es famoso Bagan (además de sus maravillosos templos, por supuesto) es por sus puestas de sol y sus amaneceres, cuando las cúspides de las pagodas se tiñen del color de los últimos o primeros rayos del sol y salen las decenas de globos a navegar por el horizonte.
De hecho, solo con buscar “Bagan” en Internet aparecerán un sinfín de fotos de postal del amanecer, con los globos y los templos desde distintos miradores… ¡los cuales están prácticamente todos cerrados al público!
Hace varios años aún se podía subir a prácticamente todas las pagodas y muchas de ellas se hicieron realmente famosas por ofrecer unas vistas imbatibles o bien del amanecer o de la puesta de sol.
Pero eso se ha terminado… En 2018 habían cerrado ya la gran mayoría y a partir de agosto de 2019, con el reconocimiento de la UNESCO, han cerrado… todas (bueno, “casi” todas, jejeje).
¿Significa esto que se ha perdido la posibilidad de ver los amaneceres y puestas de sol en Bagan? En absoluto. Lo que sí que ocurre es que no van a ser tan sumamente espectaculares pero van a tener, para quien así lo quiera, un componente de aventura y película de acción que a mí me ha encantado.
Los Miradores Oficiales
Aunque esté prohibido subir a las pagodas, hay varios miradores oficiales desde los que se puede tener una vista decente para el amanecer y la puesta de sol.
Es cierto que los miradores naturales no están muy elevados, ya que Bagan es una llanura casi total, pero bueno, algo se elevan sobre gran parte del terreno…
De todos los que hay (se pueden encontrar por Internet o en el Maps.Me), yo fui a ver el amanecer a uno que se llama Brick Mound y que está cerca del Upali Thein (sus coordenadas son N 21,18205º, E 94,869783º).
No es ninguna maravilla y es bastante conocido, así que hay que esperar una buena dosis de turistas, aunque si se va temprano es sencillo coger sitio. Aquí fue la única vez de los 4 días que estuve en Bagan que apareció alguien para pedirnos el ticket de entrada.
Para ver el amanecer está bien porque entre tu posición y el sol hay varios templos, que dan una idea de lo que podría haber sido la vista desde un punto realmente elevado como cualquiera de las pagodas o templos “grandes”.
El otro punto oficial que visité fue la famosa torre (Bagan Viewing Tower), que se ve desde casi cualquier punto de Bagan y que es realmente horrenda (aunque lo bueno de ir a la torre es que no la ves, así que es un punto positivo que hay que sumarle).
La entrada cuesta 8000 Kyat y es mucho, pero mucho más grande (ancha) de lo que me había parecido los días anteriores. A pesar de estar abarrotada de turistas (y además de turismo del que no me gusta mucho) creo sinceramente que vale la pena pagar y pasar por el aro aunque sea solo una vez…
Es, sin duda, el punto más elevado de Bagan (tiene la altura de una planta número 13) y ofrece una vista 360º que realmente es la que nos da una idea del tamaño real que tiene la zona… ¡templos y pequeñas pagodas por todas partes! A mí me sorprendió, y eso que ya era mi tercer día de recorrido cuando subí a la torre.
Vale tanto para el amanecer como el atardecer, pero se elija el momento que se elija conviene ir bastante pronto antes de que lleguen los autobuses de turistas. En mi caso, por ejemplo, opté por ver la puesta de sol, pero fui a la torre a las 16:30.
Cuando llegué arriba estaba casi solo y pude coger un sitio que no solté bajo ningún concepto hasta que llegó el momento de la esperada puesta de sol sobre más de 1000 años de historia.
Otros miradores oficiales son el Viewpoint Mound (N 21,161798º, E 94,884653º) y el O Bon Gon Hill (N 21,161965º, 94,88862º), ambos cerca del Sulamani Temple; el Sunset Hill (N 21,152368º, E 94,890297º), cerca de la Dhammayazaka Pagoda o la Lookout Platform (N 21,158451º, E 94,903249º) en la zona de Minnanthu.
No fui a ninguno de ellos pero por lo que me comentaron deben ser parecidos al Brick Mound; es decir, vista decente pero no demasiado elevados y con bastante gente.
Así que si quieres salirte algo de la norma y arriesgar un poco, sigue leyendo.
Los Miradores Semi-Oficiales
La historia que te venden es que se ha cerrado el acceso a las pagodas por lo de la UNESCO, pero después escarbando un poco y mirando más allá de la superficie hay otras historias…
Una de ellas dice que el gobierno tiene pensado transformar Bagan en un sitio de turismo de lujo, consiguiendo que todos los mochileros se vayan y abriendo las pagodas importantes para los ricachos que estén dispuestos a pagar una buena cantidad de dinero…
Esto aún no se nota en nada, pero parece ser que ya no es posible abrir un alojamiento con la palabra o denominación “hostel” ya que es sinónimo de turismo low-cost y eso es algo que no interesa a las autoridades de Myanmar. Pues muy bien, oye…
Otra historia que sí que se ve continuamente en Bagan, es la red de “miradores secretos” de la gente local, lo que es una patraña como un mundo.
Es muy habitual que la misma persona que te grita por estar subiendo a una pagoda te ofrezca llevarte a una que él conoce y a la que “sí que se puede subir”. Esto es una mentira como un mundo. Poder no se puede subir a ninguna, lo que pasa es que quiere su buen dinerillo para el bolsillo (en general te dicen que te llevan si les compras una pintura, porque esa es otra, en Bagan todo el mundo es un experto pintor).
Así que ya veis. Lo que les molesta a la mayoría de verte subido a una pagoda no es que estés profanando un templo o haciendo algo que no está permitido, no… ¡Lo que les fastidia es que lo estés haciendo sin que ellos se lleven una comisión!
Aunque he de decir que es cierto que no todos los locales son así ni mucho menos.
Algunos nos gritaron para que nos bajásemos sin ofrecernos segundas opciones ni pedirnos nada a cambio.
Por lo tanto, es fácil encontrar a alguien que te lleve a una pagoda que misteriosamente está abierta o directamente que tenga la llave del candado. Simplemente hay que recordar que la información no es gratuita.
Mis Miradores Clandestinos
El mejor amanecer y la mejor puesta de sol las hice con Gabriel, un chico argentino que acabó pasándose una semana en Bagan porque sus primeros días llovió mucho y los aprovechó para investigar dónde tener buenas vistas y sin gente.
Y vaya si su investigación dio resultado… ¡Los dos templos a los que fui con él resultaron ser una maravilla para las vistas y además no estuvieron carentes de adrenalina y de emoción!
El primero al que fuimos fue a Te Nan Thar (N 21,164088º, E 94,861495º), cerca de Mingalar Zedi, a ver la puesta de sol. Está bastante protegido y aunque hay que hacer un poco de Spiderman para subir, no es excesivamente complicado.
Las vistas de los templos con la puesta de sol era fabulosa y el horizonte mutando a los colores anaranjados también. ¡Un sitio estupendo!
Pero sin duda el mejor de todos fue la opción clandestina para el amanecer, que fuimos a investigar dos días antes para tener claro el camino y cerciorarnos de que se podía subir.
Esta pagoda sin nombre y en una zona muy poco transitada tanto por turistas como por gente local (N 21,149048º, E 94,881999º), cerca de Dhammayazaka Pagoda, fue todo un regalo para los sentidos.
Supuestamente estaba abierta una de las puertas que dan acceso a las escaleras porque habían puesto mal el candado, pero cuando llegamos vimos que habían cerrado la puerta con una cadena. ¡Demonios!
Peeeero… había un hueco decente encima como para que unas personas ágiles como nosotros pudiesen saltar y, efectivamente, no tuvimos demasiado problema en cruzar el umbral.
Así que decidimos fijar esa pagoda como nuestro sitio estrella para el amanecer y, más que defraudar, nos sorprendió porque creo que superó todas nuestras expectativas.
¡F-O-R-M-I-D-A-B-L-E!
Estas dos opciones son las que entrañan algún riesgo. Nada serio (me refiero, ni te van a multar ni te van a meter en la cárcel ni nada por el estilo). El riesgo es que alguien te vea y te obligue a bajar, perdiendo la oportunidad de ver el amanecer o la puesta de sol por no llegar a tiempo a otro sitio o a pegarse una buena caída al trepar. Son cosas que hay que valorar…
Igualmente, y por pura coincidencia, tuve la suerte de descubrir otras dos pagodas menores que milagrosamente estaban abiertas y no tenían ninguna puerta cerrada con candado para subir a la terraza.
La primera de ellas, que es muy buena para el amanecer, está muy cerca de Upali Thein (N 21,181377º, E 94,875901º) y se accede por una pista de tierra que sale desde la carretera principal al este de este templo y, después, por un caminito que se mete hacia el oeste (se puede llegar en e-bike hasta la mismísima puerta de la pagoda).
No hay nadie ni nada que te impida subir. Fui dos veces durante el día y una para ver el amanecer, y solo me encontré con gente el amanecer, pero llegaron algo tarde así que al principio fue también privada (y en total no llegamos a estar más de 10 o 12 personas).
Otro templo al que se puede subir sin ningún tipo de problema está entre Old Bagan y New Bagan, en una zona que se llama Black Elephant. Este templo en concreto (N 21,151157º, E 94,858494º) es bastante alto y hay una bonita puesta de sol con la bola roja ocultándose a la vez que filtra la luz por las ramas de un árbol.
Un sitio bonito y tranquilo.
Para finalizar, hay que tener cuidado al buscar estas pagodas porque es muy fácil entrar y no darse cuenta de dónde está el hueco que da acceso a las escaleras porque son, en general, realmente pequeños.
Las personas muy altas lo pasarán algo mal para subir por esos endiablados pasadizos estrechos y angostos, pero la recompensa está asegurada.
Itinerarios y Distribución del Tiempo
Para decidir cuánto tiempo quedarse en Bagan hay que tener en cuenta varios factores que van desde cuánto tiempo se tenga para el viaje en general, si nos gusta mucho deambular por ruinas o no, y qué tipo de viajero somos (lento o exprés).
Lo que hay que tener claro desde antes de llegar es que es imposible verlo “todo”. Bagan es enorme, hay 2000 templos, y sacando los principales lo mejor es dejarse llevar en ciertos momentos por el instinto y las pistas secundarias y disfrutar del momento.
Yo creo que 2 días es lo mínimo que hay que dedicarle y que, probablemente, sea suficiente para muchos viajeros, aunque en mi opinión 3 días es una duración mucho más óptima y es lo que yo tenía pensado dedicarle.
Pero finalmente estuve 4 días por la imposibilidad de conseguir un billete de autobús para irme antes, y que nadie se confunda, disfruté muchísimo de ese cuarto día (porque además conocí a unas chicas españolas muy majas a través de una surrealista pérdida de pasaporte), pero si me hubiese quedado con 3 días de visita me habría ido contento igualmente.
Para mí más de 4 días habría entrado ya en el concepto de “sobredos pagodil”, pero quien sea realmente un fanático acérrimo de las ruinas o las culturas asiáticas, supongo que podría pasarse una semana tranquilamente disfrutando de la paz, serenidad y grandeza de Bagan.
Aunque no creo que existan itinerarios óptimos (yo tenía tres circuitos en mente que acabaron completamente mezclados, intercalados y deslabazados), supongo que quien quiera seguir un orden podría dedicar…
- Un día a la zona entre Old Bagan y Nyaung U, incluyendo la Pagoda Shwezigon, Htilominlo Paya, Upali Thein, Gubyaukgyi Paya, y todas las grandes pagodas y templos de la zona.
- Un segundo día sería, lógicamente, para la zona de Old Bagan y los templos que continúan hacia el su ry este del pueblo.
- Por último, un tercer día podría dedicarse a recorrer únicamente caminos secundarios, saliendo del pequeño bullicio de los templos principales y encontrando trocitos de Bagan para disfrutar en la soledad de su historia y naturaleza.
¡Pero si quieres ver cómo fueron mis 4 días de recorrido entre pagodas, carreteras, pistas, escaladas y anécdotas, no te pierdas la próxima entrada!