La parte de Helambu ha tenido su encanto aunque se queda bastante corta en comparación con el resto del Trekking. Aún así, estos dos días han sido el cierre para una experiencia vital: dos semanas en un entorno natural irrepetible. ¡Gracias Himalaya!
Día 11: Kutumsang (2480 m) – Chisapani (2160 m)
- Distancia: 17,5 kilómetros
- Desnivel: +950 m / -1250 m
- Altitudes Mínima y Máxima : 1750 m / 2560 m
- Tiempo Efectivo Caminando: 4h 30min
Hoy ha sido el único día peñazo del trekking. ¡Y eso que el alojamiento fue sin duda el mejor! En Kutumsang nos quedamos en Buddha Homestay y fue efectivamente un homestay en toda regla. Los miembros de la familia que lo llevan son súper agradables, la comida muy buena y todo tiene un toque de hogar muy entrañable.
Sin variación en la hora de levantarse, desayuno o salida, empezamos subiendo hasta el final del pueblo. A partir de aquí se desató una nueva montaña rusa pero mucho más pesada y aburrida que la del día anterior.
Para empezar, al estar a altitudes más bajas que los días anteriores se nota mucho más la fuerza del sol de abril. Un calor de mil demonios durante todo el trayecto. Y, por otro lado, los paisajes por los que pasamos, aún siendo bonitos, fueron muy poco motivadores. Adiós a las altas cumbres y al espectáculo visual de la verdadera alta montaña.
En la primera mitad del día todo lo que vimos fueron inmensas tierras de cultivo que podían ser (salvando las diferencias ya que aquí los valles son más profundos y las montañas en sí más extensas) los campos de mi pueblo en Galicia cambiando las berzas por arroz.
Además, el año pasado ya vi mucho campo de arroz en Indonesia, por lo que (repito, a pesar de ser muy verde y bonito), no suscitó en mí la inspiración o emoción de los días anteriores.
La segunda mitad la hicimos fundamentalmente por una pista para peatones y vehículos y unas escaleras de piedra estrechas como en un desfiladero, con lo que el poco encanto que quedaba desapareció totalmente.
Comparado con las dos partes anteriores, el tercio de Helambu palidece ante la inmensidad de sus vecinos Langtang y Gosaikunda.
Más fatigados que nunca llegamos a Chisapani a las 2 de la tarde con la idea fija de sentarnos y no levantarnos hasta la mañana siguiente para completar el último día del trekking en el que cruzaremos la zona del Parque Nacional de Shivapuri y Nagarjun.
¡A ver qué tal!
Día 12: Chisapani (2160 m) – Sundarijal (1420 m)
- Distancia: 10 kilómetros
- Desnivel: +300 m / -1050 m
- Altitudes Mínima y Máxima : 1420 m / 2420 m
- Tiempo Efectivo Caminando: 2h 30min
Sin duda, el día más sencillo del trekking fue el tramo de Chisapani a Sundarijal. En el pueblo hay una nueva caseta de militares (están por todas partes, es algo que no me ha gustado nada) donde hay que pagar la abusiva entrada al Parque Nacional de Shivapuri y Nagarjun. Y cuando digo abusiva me refiero a que, una vez más, los extranjeros pagamos 10 veces más que la gente de Nepal. No me parece bien.
El recorrido es claro, fácil de seguir y sencillo. Todo transcurre por un bonito y tranquilo bosque con escaleras de piedra como si estuviésemos intentando acceder a un antiguo templo al estilo Indiana Jones.
Cuando empiezan a aparecer algunas casas (ya casi al final) el entorno se estropea, pero hasta aquí es bastante relajante, con un primer tramo de subida y después una progresiva bajada hasta la parada de autobuses de Sundarijal.
Ahí es cuando me di cuenta que lo bueno se había acabado. ¡Estábamos de vuelta en la polvorienta zona metropolinata de Kathmandu! Cogimos un autobús que en poco más de una hora nos dejó en Thamel y fui a recoger las cosas que había dejado en el hotel.
Al cabo de media hora apareció Akbar con su moto para llevarme a Nagarkot. El trayecto fue una locura de una hora, entre conductores suicidas y carreteras ni a medio hacer (a quinto hacer, diría yo).
Y aquí me he quedado los dos últimos días de mi estancia en Nepal, en la habitación de un hotelito con una estupenda terraza mirando a las montañas. Sin coches. Sin motos. Sin gente loca. Sin ruido.
¡Un plan fantástico para finalizar un mes en su mayor parte fantástico también!
Ya solo me queda lavar la ropa y empezar a revisar las cosas para mi próxima (y última) parada de este tour asiático de 2017: ¡Irán!
Un cambio radical de paisaje y cultura que creo me va a entusiasmar 😀
¡Nos vemos en Persia!