Aunque severamente sacudida por el terremoto, Bhaktapur conserva una importante colección de templos y un magnetismo que invita a pasar horas callejeando por su laberíntico trazado descubriendo la realidad de la ciudad.
Un Poderoso Antiguo Reino Malla
Bhaktapur empezó a tomar forma en el siglo XII d.C. pero fue entre los siglos XIV y XVI cuando se convirtió en el más importante de los tres reinos Malla del Valle de Kathmandu.
La mayoría de los edificios importantes y templos que e conservan se construyeron en alguno de estos tres momentos históricos liderados por tres distintos reyes:
- Rey Ananda Malla (siglo XII d.C.): establece el núcleo de la antigua ciudad en la zona de Tachupal Tole.
- Rey Yaksha Malla (siglo XV d.C.): emprendió la construcción de muchos de los edificios más característicos de Bhaktapur como, por ejemplo, el Palacio Real.
- Rey Bhupatindra Malla (siglo XVIII d.C.): los templos más modernos datan de esta época.
En 1934 un gran terremoto dañó moderadamente la ciudad, pero sus habitantes consiguieron reparar la mayoría parte de los edificios y en los anos 70’ se mejoró el estado del suelo de las calles y las plazas gracias a un proyecto de financiación alemana.
Bhaktapur Hoy
Con casi 100.000 habitantes (la mayoría pastores y artesanos), esta pequeña ciudad a tiro de piedra de Kathmandu ofrece un respiro del colapso de las calles de la capital y nos permite adentrarnos en sus más tranquilas calles para visitar sus templos y contemplar los (aún amplios) restos de muestras artísticas y trabajos artesanales.
El terremoto de 2015 no sólo destrozó varios templos (los que no tienen forma de“pagoda”) de su conjunto arquitectónico protegido por la UNESCO, si no que tiró abajo muchas de las viviendas de sus habitantes y dañó otras tan severamente que o cayeron a posteriori o tuvieron que tirarlas por no ser habitables.
Esta realidad se observa en cualquier punto fuera de las tres plazas principales. La gente está aún reconstruyendo como pueden sus casas mientras la atención y financiación del gobierno va para los templos (algo que, por otro lado, también va muy lento).
Pero esto no es ninguna sorpresa en un país en el que el descontento de la población con el gobierno y la corrupción se remontan a tiempos muy anteriores al terremoto.
Cómo Llegar y Cuánto Tiempo Dedicarle
Bhaktapur está en la carretera principal que conecta Kathmandu con Dhulikhel, y desde cualquiera de las dos se puede ir tranquilamente en autobús público en aproximadamente 1 hora y por unas 50 NPR.
Después está la opción de taxis privados y semejantes, pero la frecuencia y precio de los autobuses (y, como siempre, la experiencia de viajar con gente local) hacen que no sean necesarios.
A mi entender, Bhaktapur no debería ser una visita de un par de horas con un guía. Hay que descubrirla también libremente, sin ataduras ni planes, dejando que los sentidos nos guíen.
Una excursión de día entero es suficiente siempre que sea eso, un día entero y no una mañana o una tarde. Aunque yo pasé allí una noche, la casi nula iluminación de las calles y plazas hacen que pasear a partir de ciertas horas sea una idea poco recomendable.
El primer día me cogí un wanna-be-guide por 1000 NPR que me llevó por los sitios más importantes de la ciudad, explicándome cosas muy interesantes sobre los templos, su antes y su ahora, y sobre los sacrificios de animales que se siguen haciendo día sí y día también. Para terminar, fuimos a un estudio donde enseñan la pintura tradicional sobre tela. La verdad es que las mandalas y dibujos geométricos que hacen dejan sin aliento.
El segundo día me levanté temprano y recorrí los mismos sitios tranquilamente, observando los detalles y disfrutando del tiempo. Por último (antes de irme a Kathmandu) callejeé un par de horas sin rumbo fijo, encontrándome impagables escenas cotidianas de la vida de Nepal.
Plaza Durbar (Durbar Square)
Estamos ante la plaza principal de la ciudad, donde se mezclan el ladrillo clásico de barro, la piedra, el metal y la madera para dar lugar a un conjunto de templos y edificios espectacular. Algunos edificios se vinieron abajo con el terremoto de 1934 y otros tantos con el de 2015. Aún así, lo que ha sobrevivido a ambos terremotos (junto con lo que se ha reconstruido) siguen transformando esta plaza en una visita obligatoria en Nepal.
Templo Pashupatinath (Templo Hindú): es una réplica del original templo de mismo nombre de Kathmandu. Está dedicado a Shiva y se construyó a finales del siglo XV d.C., lo que lo convierte en el edificio más antiguo de la plaza.
Los detalles tallados en madera son muy curiosos, precisos… ¡y explícitos!, y varios de ellos incomodarán a quien se escandalice fácilmente…
Chyasalin Mandap (Templo Hindú): parece un hermano pequeño del anterior pero no por ello debemos pasar por alto su belleza. Miremos del lado que lo miremos, descubriremos algo nuevo.
Campana de Taleju: ahí donde la vemos era la responsable de indicar el inicio de las oraciones por la mañana y por la tarde en el Templo Taleju. Fue encargada por el Rey Jaya Ranjit Malla en el siglo XVIII.
Columna del Rey Malla: esta estatua de bronce que muestra al Rey Bhupatindra en posición de oración está situada junto a la Campana Taleju (y ambas delante de lo que debió ser el precioso Templo Vatsala Durga). Se construyó en 1699 y es el único pilar coronado por un rey que queda en todo el valle.
Palacio Real y su Puerta Dorada (Golden Gate): encajada entre el Palacio Real y el Palacio de las 55 Ventanas (su nombre lo dice todo) está la exquisita puerta dorada que da paso al primero de los palacios.
Lo malo del Palacio Real es que no se puede visitar su parte más interesante porque el acceso está restringido solamente para los hinduistas. Se puede atisbar desde la puerta que da paso al Templo Taleju lo magnífico que debe ser, pero eso… ¡queda la visita postergada para otra vida!
National Art Gallery: decidí no entrar porque había que pagar un nuevo ticket y todo lo que había fuera me parecía suficiente para llenarme de riqueza cultural y artística. El edificio sufrió pequeños daños con el terremoto y, en el momento de mi visita, estaba apuntalado como si tuviesen miedo de que la fachada fuese a colapsar…
La entrada al edificio es absolutamente magnífica: guardada por dos enormes leones (hembra y macho) colocados delante de dos estatuas del siglo XVII de los dioses Hanuman (el dios mono) y Vishnu.
Templo Gopi Nath (o Jagharnath): otro templo estilo pagoda protegido por una estatua de Garuda en lo alto de un pilar, mirándolo fijamente para que no le pase nada.
Junto a él está el pequeño Templo Rameshwar que consiste en cuatro sencillos pilares que sujetan una cúpula blanca.
Templo de Los Elefantes Eróticos: hay que salir de la plaza para llegar a este minúsculo templo…
…que no tiene absolutamente nada interesante en comparación a los anteriores salvo sus famosas representaciones de animales en diferentes posiciones del Kamasutra…
Taumadhi Tole
Es mucho más pequeña y sencilla que su vecina (a tan solo 100 metros) Plaza Durbar, pero ¡qué maravilla!. Tiene solamente tres templos (uno de ellos se ha reconvertido en restaurante, el precio de la modernización…), pero su magnetismo es muy poderoso.
Templo Nyatapola (Templo Hindú): ¡el más alto de todo Nepal con sus flamantes 30 metros! Sus proporciones y su geometría son perfectas, y el efecto óptico de sus diferentes pisos cada vez más pequeños es, simplemente, genial.
Se construyó en 1702 durante el reinado de Bhupatindra y, a pesar de su altura, es tan robusto que el terremoto de 1934 le hizo poca cosa más que una caricia y el de 2015 dañó únicamente la parte superior.
La escalera que conduce hasta la base del templo está muy bien protegida: varias figuras de leones guardianes, elefantes, grifones y las diosas Baghini y Singhini entre otras esculturas.
El templo está dedicado a Siddhi Lakshmi, una encarnación de la diosa Parvati, y únicamente los sacerdotes del templo tienen permitida la entrada a su interior.
Templo Bhairabnath (Templo Hindú): más pequeño que su compañero de plaza y erigido para la temible encarnación de Shiva Bhairab.
Se construyó por fascículos, como quien hace una casa y después le quiere añadir pisos porque la familia ha crecido. El Rey Bhupatindra le añadió un nuevo piso en 1717 y, dos siglos después, se añadió un tercero tras la reconstrucción para arreglar los desperfectos causados por el terremoto de 1934.
Hay un pequeño agujero en la puerta central que se utiliza para arrojar las ofrendas al interior del templo.
Tachupal Tole
Algo más alejada de las otras dos está la plaza que en su momento fue el centro de la ciudad.
Templo Dattatreya (Templo Hindú): data del siglo XV y el terremoto lo dejó intacto. Está dedicado a un curioso híbrido de deidades que mezcla características de Brahma, Vishnu y Shiva.
Templo Bhimsen (Templo Hindú): dedicado al Dios del Comercio y construido en el siglo XVII.
Pujari Math (Edificio Histórico): la mayoría de los edificios de la plaza son del mismo estilo y muy bonitos.
Éste en concreto es famoso por la Peacock Window (Ventana del Pavo Real, siglo XV) que se considera la ventana tallada más perfecta y exquisita de todo el valle.
Pottery Square (Plaza de la Alfarería)
Sería un crimen marcharse de Bhaktapur sin una buena parada en esta singular plaza que rebosa en tiendas artesanales de alfarería.
Aquí pasé un rato muy bueno con Srijan, que tiene una muy bonita tienda de artículos hechos por él mismo. Me estuvo enseñando cómo hace un montón de figuras: copas, candelabros, etc. Incluso sin mirar, solamente con el torno girando y haciendo magia con sus manos.
Está siguiendo el legado de su padre y estudiando la posibilidad de crear un taller para llevar a las escuelas, de esa forma los niños podrían entrar en contacto con este arte.
Me pareció todo muy interesante. Por ahora ofrece talleres y jornadas de aprendizaje. Sin duda, vale la pena dejarse caer por aquí.
Cuando estaba a punto de irme descubrí en una callejuela a un señor bien entrado en años haciendo girar la piedra de su torno que es de tamaño king size (parece la piedra del molino de mi pueblo) con… ¡un palo! Y cuando ya tenía velocidad suficiente se agachó y en cosa de pocos minutos había hecho 4 huchas. I-m-p-r-e-s-i-o-n-a-n-t-e. Si no lo veo no lo creo.

Tradición y modernidad se mezclan en Pottery Square
Mi recorrido por Bhaktapur llegó aquí a su fin. He disfrutado mucho transportándome al antiguo Reino de los Malla, pero también se me ha hecho un nudo en el estómago al ver los efectos del terremoto en las casas de sus habitantes.
Ciudad de contradicciones que por supuesto merece una buena parada en el camino.
El oficio de alfarero es universal por lo que veo.
Maria
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Si realmente no somos tan diferentes…
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