Este conjunto de ruinas algo más moderno que el de Anuradhapura es todo un parque de atracciones que teletransporta sin demasiado esfuerzo a la grandeza que Polonnaruwa tuvo hace algo menos de mil años.
A las 8 de la mañana estábamos los italianos y yo en la oficina de los tickets junto al Museo Arqueológico (3750 LKR). La bicicleta me la alquiló el de la guest house por 300 LKR y me dijo “vas a tener una bici nueva”… En fin, me gustaría ver lo que sería una “bici vieja” (anterior a la rueda, ¿quizás?).
El conjunto de viejos templos y edificios está dividido en cinco zonas fundamentales: El Palacio Real, El Cuadrángulo, Zona del Lago, Zona Norte y Zona Sur. Hicimos una especie de recorrido circular que nos llevó algo más de 6 horas (intentando no dejarnos nada y sin prisa). Es un magnífico paseo por el túnel del tiempo, casi sin turistas, y que deja intuir perfectamente lo que debió ser la época de esplendor de Polonnaruwa.
El Palacio Real
Las tres edificaciones de esta zona se remontan a la era del Rey Parakramabahu I (siglo XII d.C.). La que da nombre a la zona, el palacio, debió ser una edificación espeluznante que podría haber tenido incluso 6 o 7 plantas (de ahí los enormes agujeros de las paredes para encajar las vigas).
El Salón de Audiencias destaca por el friso de elefantes que lo recorre por su base rectangular, todos en posiciones diferentes y, por último, el Kumara Pokuna es una piscina para baños que se conserva casi en perfecto estado.
El Cuadrángulo (Dalada Maluva)
Rectángulo, cuadrángulo, semiesfera… ¡Cuánta geometría en esta isla!
Aquí se encontraba el Templo del Diente correspondiente. El edificio que se llama Atadage es el templo del diente construido por Vijayabahu (siglo XI d.C.), el Vatadage puede haber sido el templo construido por el rey Parakramabahu y el edificio que tiene delante, el Hatadage, el construido por Nissankamalla (finales del siglo XII d.C.).
El Vatadage es una edificación redonda que encierra (o encerraba) una estupa (dagoba con un buda en su interior) en el centro. La forma que tiene en la actualidad es probablemente el fruto de diversas renovaciones.
El Templo del Diente Hatadage se llama así por la leyenda que cuenta que se construyó en tan solo 60 (hata) horas (¡toma ya! Eso es eficiencia). En su interior, entre otras inscripciones, se relatan las actividades altruistas del rey y sus consejos a los monjes.
Del siglo XI d.C. es el edificio más antiguo del Cuadrángulo: el Atadage. Contaba con dos plantas en las que se depositaban, entre otras cosas, la Sagrada Reliquia del Diente. La inscripción en piedra escrita en tamil que se encuentra junto al edificio explica cómo se encomendó la protección de la Reliquia del Diente (que debía ser de oro puro, porque caray con el dichoso diente, fetichismo a tope) a los soldados Velaikkara, la guardia privada del rey.
El último edificio que visitamos en el fue el Latha-Mandapaya, una curiosa construcción con una pequeña dagoba en el centro rodeada por pilares de piedra perfectamente esculpidos. Muy diferente al resto de las ruinas de Polonnaruwa.
Muy cerca de aquí (hacia el norte) hay otras dos estructuras muy interesantes: el Shiva Devale II que es la construcción más antigua que se conserva en la ciudad (gracias a que está construido íntegramente en piedra) y la dagoba Pabula Vihara de la época de Parakramabahu I.
La Zona Norte
Bastante impresionante por el tamaño de los edificios y estatuas y su buen estado de conservación (casi todos). Rankot Vihara es la dagoba más grande de Polonnaruwa gracias a sus 54 metros de altura. Aquí nos encontramos con una chica y un chico de Montreal, por lo que aprovechamos para cambiar del italoespaninglish al francés.
Seguimos con la vecina Kiri Vihara y el Templo Lankatilaka, que sigue deslumbrando con sus enormes muros tallados a pesar de no tener ya ni rastro del techo original.
Por otro lado, Gal Vihara, es una pequeña colección de Budas esculpidos en granito: un Buda de Pie de 7 metros, un Buda Tumbado de 14 metros y el habitual Buda en posición de meditación. El lugar es mágico aunque estaba bastante lleno de gente y excursiones de niños, sobre todo si lo comparamos con el resto de los sitios.
La Zona Sur
Destaca Potgul Vihara, también conocida como la dagoba biblioteca. No aporta gran cosa a lo visto antes, pero el paseo en bicicleta por la orilla del lago hasta llegar allí nos encantó a los tres.
Coincidió además con un grupo de monjes y gente que iban a rezar y que parecían salir de un agujero negro sin fin, ¡la generación espontánea estilo dagoba!
La Zona del Lago
Muy cerca del museo están estas tres ruinas entre las que sobresale claramente la Cámara del Consejo del Rey Nissankamalla (siglo XII d.C.). Es el mejor ejemplo de la isla de cómo se estructuraba un Consejo Real, ya que el león de piedra indica dónde se sentaba el rey y los pilares de piedra el lugar exacto donde se sentaba cada ministro o representante. Muy interesante y alejado del circuito habitual.
Tras tanto pedaleo y tanta ruina decidimos ir a comer con calma y a eso de las 4 de la tarde nos fuimos a nuestras respectivas guest houses a descansar. Yo he aprovechado el rato para reservar unas cosas para mañana y hacer la mochila ya que saldré temprano con dirección Sigiriya.
Para despedirnos, nos hemos vuelto a juntar con los catalanes en el sitio habitual del que nos echaron para cerrar a las 9 (una vez más). Es una pena que sigamos todos en distintas direcciones, pero ojalá se crucen en algún otro momento de nuestros recorridos por las montañas y los antiguos reinos que habitaron la actual Sri Lanka.
Hola! Genial blog, lo estoy siguiendo haciendo mi ruta por sri lanka y me va genial, hoy estoy en anuradhapura, guiandome de tus consejos. La suda que tengo es si ir a polonnarwa vale la pena ya que no tengo muchos dias, todo el mundo me dic que se parece un monòton a anandaphura, que opinas?
Me gustaMe gusta
Hola Adria! Ante todo muchas gracias por tus palabras 😀 Me alegra mucho que te sirva de utilidad.
Yo creo que depende un poco de lo que más te guste. Si estás empezando el tour y te gusta mucho la naturaleza debes guardar días para la zona de montaña del interior y algún parque. A mí Polonnaruwa me gustó mucho, lo recorrí también en bicicleta. Además de las dagobas, hay otro tipo de ruinas y están todas más o menos en la misma zona (no tan dispersas como en Anuradhapura). Si no eres de agobio fácil, puedes llegar un día por la tarde-noche, hacer la ruta de los templos en 4-5 horas (eso si te lo tomas con calma) por la mañana empezando temprano y para las 2 de la tarde puedes coger el bus y continuar tu ruta 🙂
Me gustaMe gusta