Bali destaca por ser un reducto hindú dentro de un país muy mayoritariamente musulmán. Sus templos son un fiel reflejo de sus tradiciones, su historia y su estilo de vida.
El tipo de hinduismo que practican los balineses es muy suyo, y se aleja bastante de la idea de hinduismo que se puede tener de la India. Aquí creen que los espíritus están por todas partes: los buenos habitan las montañas, que para los balineses son lugares sagrados, los demonios en el fondo del mar y los malos espíritus deambulan por los bosques y las playas desiertas.
En Bali la gente vive rodeada de estas creencias, poniendo ofrendas diarias para rendir tributo a los buenos espíritus y alejar a los malos, manteniendo de alguna manera un equilibrio divino y perfecto.
Hay más de 10.000 templos en la pequeña isla, y no todos tienen la misma función: unos están dedicados a los fundadores de las ciudades, otros a quienes protegen la vida diaria en las distintas comunidades, otros a los muertos…
Siendo imposible ver todos y ante la posible saturación de ver demasiados y que pareciesen todos iguales, hicimos una selección para intentar elegir los que tuviesen algo diferente y único. Estos son los templos de Bali por los que hemos pasado:
Pura Besakih
A los pies de Gunung Agung, el monte más alto de Bali, se encuentra este enorme complejo, que más que un único templo parece una ciudad de templos, lo que hacen que sea el más importante de la isla.
De todos los edificios, el más importante es Pura Penataran Agung, construido en 6 niveles y al que se accede (los turistas desafortunadamente no…) por una escalera larguísima.
Los demás pequeños templos, cada uno con su importancia específica, se abren paso a través de las callejuelas que los comunican. En algunos no se puede entrar («no entry, ceremony»), pero sí se puede admirar su belleza desde diversos ángulos.
Vale la pena conducir hasta aquí. Al ser tan grande, da la impresión de haber pocos turistas y se puede pasear tranquilamente una vez dentro, ya que a las puertas hay muchos falsos guías que te quieren colar el embolado de que sólo se puede accede con guía y otras mentiras. De eso nada. Ojo, porque son muy pesados y te persiguen hasta que se cansan al ver que no vas a ceder.
Palacio de Klungklung
En la pequeña ciudad de Semara Pura, hay una pequeña y curiosa reliquia de un antiguo reino de Bali de la época anterior a la colonización holandesa: Klungklung.
Lo que queda de este antiguo Palacio, ya que gran parte fue destruido durante los ataques holandeses de 1908, son básicamente tres estructuras. Dos de ellas, el Pabellón Flotante y la Sala de Justicia tienen unos impresionantes techos decorados con pinturas del estilo propio Klungklung: algunos de estos murales tratan el calendario astrológico, otros la leyenda de Pan y Men Brayut y sus 18 hijos, otros las aventuras del héroe Sutasona…
El tercer edificio no es más que un museo con ropas típicas, utensilios y algún cuadro. Uno en especial, bastante desgarrador, retrata la invasión de 1908, cuando el reino Klungklung, provistos únicamente de armas tradicionales, era totalmente abatido por una pequeña legión de holandeses con sus modernos fusiles.
Klungklung es un puro trozo de historia indonesia moderna.
Gunung Kawi
A 18 km de la loca Ubud, está el tranquilo poblado de Tampaksiring, que cuenta con un curioso templo distinto a todos los demás y que conforma el monumento antiguo más importante de Bali.
Tras bajar más de 250 escalones llevando nuestros recién adquiridos Sarong (ya que aquí no se puede llevar la pierna al aire), se llega a estos 10 candis esculpidos en piedra . Se cree que cada una de estas esculturas de 8 metros de alto es un tributo a la realeza de la isla del siglo XI.
El enclave es precioso, verde intenso y húmedo, y casi no hay turistas (¿quizás por las escaleras?). Aquí ser rodó parte de la preciosa película The Fall (Tarsem, 2006). Muy recomendable.
Pura Ulun Danu Bratan
Este pequeño templo a orillas del lago Bratan no aporta nada nuevo a los anteriores salvo su ubicación, que lo convierte en un templo muy mono.
Fundado en el siglo XVII, está dedicado a Dewi Danu, la diosa del agua, y por esta razón está construido en pequeños islotes situados en el lago del mismo nombre.
En la época en la que fuimos (mediados de julio) había un festival de música y danza regional. Nos paramos un rato a ver alguna actuación y… ¡menuda coordinación!

Festival de Música y Danza en Pura Ulun Danu Bratan
El baile que más nos impactó involucraba desde las puntas de los pies a los ojos, pasando por los dedos (casi a título individual) de las manos. El siguiente vídeo habla por sí solo:
Los templos de Bali son mucho más baratos que los de Java. El precio de entrada por persona osciló entre las 20.000 IDR y las 45.000 IDR (entre 1,5 y 3 €). En todos ellos me pareció muy curioso que, literalmente, se pudiese a las mujeres que por favor no entrasen si tenían la regla. Evidentemente no se paraban a comprobarlo, pero me he quedado con ganas de saber el porqué… ¡Tengo que investigar!
Por falta de tiempo no pudimos pasar por el famoso Tirta Empul, y mis amigos ya habían ido a Tanah Lot, otro de los templos míticos, solamente para horrorizarse de la cantidad de gente que había.
Aún así, creo que habiendo visitado estos cuatro, me llevo una buena idea del presente y pasado de esta mística isla.
Hola, dais unos consejos muy buenos, os sigo desde hace tiempo. Navegando por youtube, vi un video de Indonesia que me encantó. Si alguien ha estado hace poco acepto opiniones :-). Un saludo y hasta pronto!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Guacimara! A mí Indonesia me encantó 🙂 es un destino relativamente sencillo, fácil para moverse y barato. Bali está bien, pero es probablemente la zona más turística del país, pero igualmente tiene muchas zonas con mucho encanto para escapar del mogollón 🙂
Me gustaMe gusta