¡Por fin! Después del fallido intento de establecer conversación con el resto del grupo, empezaba la travesía. Nuestros organizadores de Fell Trek nos llevaron en furgoneta hasta la zona de Äkäslompolo, donde iniciamos el recorrido.
Como este era el primer día, la etapa era de «simplemente» 35 kilómetros…
Äkäslompolo: Listo para los primeros 35 km de esquí
En otras circunstancias no me parecería demasiado, pero teniendo en cuenta que este año en el Pirineo la temporada de esquí de fondo se resistió a empezar, no iba con el entrenamiento necesario… ¡Pero desde luego eso no me iba a frenar! Si hay que hacer 35 kilómetros, se hacen. Después de los primeros 15 kilómetros hicimos la primera parada en la primera cabaña (Kotamaja) para reponer fuerzas.
La sorpresa vendría al encontrarnos a un grupo de señoras voluntarias que estaban en medio de la nieve con una estufa preparando creppes con mermelada de arándanos para los esquiadores del parque. ¡Desde luego, toda una alegría después de 25 intensos kilómetros de esquí!
Pasados este punto continuamos esquiando hasta llegar a Aakenustunturi Fell, donde pasaríamos las dos siguientes noches en una cabaña natural. Lo bueno de este circuito es que los organizadores nos mueven todos los días el equipaje, para poder esquiar libremente sin tener que cargar con el peso de la mochila.
Nada más llegar, nos esperaba una estupenda sauna/ducha para relajarnos y la cena que con tanto cariño nos preparó Danielle, nuestro guía.
Cabaña en Aakenustunturi Fell
Mañana más, ¡y mejor!
Con Límite Infinito 