Una de las regiones más remotas y a la vez más bellas de Escocia. La Isle of Skye y las Outer Hebrides ofrecen un paraíso natural y un refugio de la caótica y ajetreada humanidad, adornado de formaciones rocosas salidas de otro planeta.
Desde Fort William, cruzamos a la Isle of Skye pasando por el pequeño puente que hay en la localidad de Kyle of Lochalsh (también se puede cruzar en ferry desde Mallaig, más al sur). El motivo principal de usar el puente era ahorrar algo de tiempo y también poder parar en el espeluznante castillo de cuento Eilean Donan, cerca de esta localidad.
Se trata sin duda de uno de los castillos más fotogénicos del país, tanto por su estructura como por su ubicación en la entrada de Loch Duich, cerca de Dornie.
Construido en siglo XIII encima de un pequeño islote en el confluyen Loch Duich, Loch Long y Loch Alsh, su nombre significa «Island of Donnán«, en honor a Donnán of Eigg (un mártir celta del siglo VII). Perteneció al importante Clan Mackenzie y sus aliados del Clan Macrae. La involucración del clan en las rebeliones Jacobitas del siglo XVIII ocasionó su casi total destrucción por parte de los navíos del gobierno inglés. En siglo XX se llevó cuidadosamente su reconstrucción hasta originar el resultado que observamos hoy día.
Los de mi generación y anteriores lo reconoceremos y recordaremos siempre como el castillo de la película Los Inmortales (Highlander, 1986).
Una vez ya en la Isle of Skye, nos dirigimos directamente a la península de Trotternish. Hacía un día espléndido, y teníamos que aprovecharlo para hacer un par de buenas rutas.
Primero paramos en el Kilt Rock, un acantilado de basalto que recibe su nombre de su parecido a las caídas de una Kilt (falda escocesa). Después de la visita a este mirador, nos dirigimos a hacer la ruta para llegar al Old Man of Storr, a 10 kilómetros al norte de Portree (la «capital» de Skye).
Poco puedo decir de esta ruta que no se observe en las imágenes… Venir hasta aquí es como trasladarse a otro planeta, donde caprichosas formaciones rocosas y alucinantes vistas dominan todo el panorama.
La experiencia se quedaría corta contemplando el espectáculo desde la base. Hay que sudar un poco, darle movimiento a las piernas y subir hasta lo alto para pasear entre estas formaciones. La ruta más clásica empieza al norte de Loch Leathan, siguiendo un camino muy claro que asciende progresivamente.
Después de atravesar un sencillo portalón de metal, empieza un pequeño trozo más empinado que nos acabará llevando hasta estas enigmáticas figuras que el tiempo ha esculpido en piedra…
…y, al final, hasta la panorámica de The Old Man of Storr.
Desde aquí, hay varios senderos que rodean las formaciones y que se alejan hasta otros puntos, desde los que las vistas no hacen más que mejorar. Es un espectáculo de luces y sombras, de colores que cambian en función de la iluminación del momento, de paz, serenidad y tranquilidad.
Desde luego, para mí ha sido de los lugares más mágicos que he visitado hasta la fecha. Además, parece que estoy haciendo progresivamente la ruta de la película Prometheus (de mi querido Ridley Scott), ya que el año pasado en Islandia visité la cascada Dettifoss, donde se rodó parte de la película, y este año The Storr, donde también se rodaron unas cuantas escenas. Elijas el camino que elijas, The Old Man of Storr no te dejará indiferente.
La ruta de la tarde nos llevó hasta la bahía de Staffin, dominada por la dramática escarpadura basáltica de Quiraing, que ofrece unos de los paisajes más admirables de Skye.
Quizás más sencilla que la de la mañana (y mucho menos transitada), este bonito poseo nos lleva hasta lugares de ensueño con unas vistas de infarto del mar y la inmaculada naturaleza que conforma la totalidad de la Isle of Skye.
Acabamos esta ruta con la sensación de haber aprovechado bien el día, así que nos fuimos a descansar a Portree, donde teníamos reservado un B&B para dos días. The Isles Inn resultó ser realmente un pub tradicional con bastante ambiente y movimiento, y con varias habitaciones sencillas pero cómodas en el piso superior. Estuvimos bien y los dueños eran muy amables. El pueblo resultó ser además un bonito núcleo (el más poblado de Skye), con un puerto encantador decorado con casas pintadas de brillantes colores y magníficas vistas de las colinas.
Al día siguiente empezamos el circuito conduciendo por Dunvengan para contemplar los acantilados de Waterstein Head y bajar hasta el Faro de Neist Point. Las carreteras de la isla son prácticamente todas de un solo carril, con un Passing Place cada 500 metros para que se meta uno de los coches cuando dos se encuentran de frente.
La pequeña ruta que lleva caminando hasta Neist Point es a la vez sencilla y espectacular.
El faro en sí no tiene mucho misterio (un faro más de tantos), pero el lugar es digno de admirar. Los acantilados se abren en todas las direcciones y hasta se pueden distinguir las islas Outher Hebrides a lo lejos.
Poco después, estábamos ya en la Waternish Peninsula, donde nos encontramos con una curiosa raza de vacas escocesas, que lucían largos flequillos ondeando al viento. Una de ellas tenía a un ternerito, que parecía casi más un perro con ese pelamen rizo que una futura vaca (o filete).
Antes de terminar la jornada y volver a descansar a Portree, paramos en Carbost a tomar algo. Es un pequeño poblado rodeado (como no…) de un espectacular entorno natural. Tranquilo y bien situado, bien vale una pequeña parada.
Al día siguiente tuvimos que comernos un buen madrugón para coger el ferry que teníamos reservado a las 5 de la mañana y que nos llevaría a las Outer Hebrides. El trayecto desde Portree hasta Uig (de donde sale el ferry) no es muy largo, pero a esas horas todo cuesta más. Tras 90 minutos algo interminables por el sueño, el barco tos nos dejó en la bonita población de Tarbert en la isla de Lewis
El día en las Hébridas nos lo tomamos con calma. Básicamente queríamos visitar tres sitios:
Las Black Houses (Taigh-dubh en gaélico escocés) de Arnol y Gearrannan. Estas casas tradicionales están construidas con una pared de piedra formada por dos capas, quedando en el medio un espacio lleno de turba negra. Los techos de paja carecen en general de chimenea y están fijados por redes de pesca antiguas o cuerdas. Resulta muy curioso porque muchas de estas casas eran a la vez el establo, el granero y el hogar.
El conjunto de Menhires de Callanish forma uno de los crómlechs más completos del mundo, con una antigüedad estimada entre los 4000 y 5000 años. Es una de mis muchas pasiones, pasear por estas construcciones milenarias que no se sabe muy bien cómo pudieron llegar a realizarse ni qué significado concreto tendrán… ¿llegaremos a saberlo alguna vez? Quien sabe…
Butt of Lewis es el punto más al norte de Lewis y, por su posición, frecuentemente azotado por fuertes tormentas. Este lugar tan escarpado cuenta con un faro y es como la Fisterra de la región, su fin del mundo particular. En mi mente, el nombre sigue teniendo el significado de El culo de Lewis, por lo lejos que está… pero eso ya es interpretación personal 😉
Dese aquí volvimos a Callanish para dormir. El señor del B&B (Loch Roag Guest House) nos dijo que estaba asustado por la ola de calor que estaban sufriendo esos días, que habían llegado incluso a 23 grados… en fin… lo que es vivir en un sitio u otro y la percepción del clima que te puede dar.
Hoy hemos dejado atrás las Hébridas, una de las regiones peor comunicadas que he visto hasta ahora en mi corta vida, pero que no deja de ser un oasis de paz para quien lo busque o necesite.
Saliendo de Skye con rumbo hacia Fort Augustus paramos en Plockton, una villa de estilo quasi-tropical (altas palmeras, casas blancas, pequeños islotes) resguardada por verdes montañas que, al parecer, cuenta con un curioso micro clima (que hoy no nos acompañó, pero aún así no nos podemos quejar del tiempo que estamos teniendo)
Próxima parada: ¡Loch Ness!
Ah!! que bonitos recuerdos……..
Un beso
María.
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¡Qué bien que te acuerdes y te guste! Espero que sirva para que te entren ganas de hacer alguna otra incursión similar por el mundo adelante, y parte del extranjero (como diría nuestra amiga pasando por Delaware 😉 )
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¡Qué bueno!
Este sitio lo recuerdo con tanto cariño… es impactante, espectacular, maravilloso! Gracias por ayudarme a preparar el viaje que hice a Escocia hace ya unos años.
Qué bueno el blog, ¡enhorabuena!
Un besico y que sigas disfrutando de los viajes!
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Muchas gracias Maider!
Estoy de acuerdo, Escocia es completamente mágica, sobre todo esta parte, y bien merece un buen viaje y, como no, volver para seguir conociéndola 🙂
Espero verte pronto!
Un abrazo!
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