Estos dos días han sido el broche final a una semana de esquí de fondo perfecta. 90 kilómetros divididos en dos etapas de 50 km y 40 km.
El primer día nos dedicamos a hacer una mega-ruta recorriendo los lugares que más nos habían gustado del Parque Nacional Urho Kekkonen, con las correspondientes visitas a las cabañas tradiciones para tomar los kampanisus y los guisos de reno.
Nunca pensé que podría llegar a esquiar en un mismo día 50 km, colina arriba, colina abajo… No voy a negar que ha sido intenso, pero al completar la ruta me vino un subidón de alegría, adrenalina y emoción bastante grande. ¡Pero es que con estos compañeros se puede llegar a cualquier sitio!
Mis paradas favoritas del día fueron en Luulampi (kampanisus) y Joikun Kota (guiso de reno), donde pude disfrutar por última vez de la compañía de estos animales.
Y, finalmente, hoy ha sido el último día de esquí.
Hemos hecho 40 kilómetros algo más relajados que la subida a Kilopää o que la inmensa ruta de ayer.
Ha sido el primer día con una temperatura positiva (sí sí, superior a cero). La sección de veteranos está que no se lo cree ya que de todas las veces que han venido es la primera que ocurre.
No ha afectado mucho a la nieve, pero aún no pasa nada, ya que nos vamos (desgraciadamente). Un día muy completo, con buenas rutas, mucha risa, compañerismo, y pena por terminar esta aventura.
Y aquí acaba nuestro paso por Sariselkää. Me voy con ganas y necesidad de repetir algo así, y no dentro de muchos años. Me ha encantado. Quiero llegar a casa y disfrutar de mis nuevos esquís y hacer kilómetros sin parar. ¡Esto es lo mío!
Mañana madrugaremos para viajar a Helsinki. Haremos una pequeña incursión en la ciudad de unas cuantas horas antes de volver a España, a la realidad del día a día.